Excmo. Sr. Joseph Deiss
Discurso de aceptaci贸n de su elecci贸n como Presidente
Nueva York, 11 de junio de 2010.
La misi贸n de las Naciones Unidas es proteger la dignidad, la seguridad y el bienestar de todos los seres humanos.
Este honor conferido a Suiza me complace enormemente, a la vez que representa un reto personal para m铆. Quisiera dar las gracias a todos los miembros de la Asamblea General y, en especial, a los miembros del Grupo de Estados de Europa Occidental y otros Estados por la confianza que han depositado en mi pa铆s y en mi persona. Me comprometo ante todos a ser digno del mandato de Presidente de la Asamblea General en su sexag茅simo quinto per铆odo de sesiones, que la Asamblea me acaba de confiar.
Quisiera tambi茅n expresar mi agradecimiento al Presidente de la Asamblea en su sexag茅simo cuarto per铆odo de sesiones, Excmo. Sr. Ali Abdussalam Treki, por su inspirador liderazgo de la Asamblea y el esp铆ritu generoso con el que me ha introducido a mi nuevo cargo. Por 煤ltimo, quisiera dar las gracias al Secretario General, Excmo. Sr. Ban Ki-moon, por sus esfuerzos infatigables al servicio de los ideales de la Organizaci贸n. Le garantizo mi plena colaboraci贸n y mi lealtad.
Las Naciones Unidas nacieron hace casi dos tercios de siglo gracias a la determinaci贸n de sus fundadores de evitar que se repitieran el sufrimiento y el odio que asolaron el mundo en dos conflictos terriblemente mort铆feros. La comunidad de pueblos que fundaron es en la actualidad muy diferente de la que estuvo presente en San Francisco. En primer lugar, es global porque los representantes de sus 192 Estados Miembros son mucho m谩s numerosos que los que hab铆a entonces y hoy en d铆a ejemplifican toda la diversidad de los Estados del mundo.
Tambi茅n es global porque es interdependiente. Los avances logrados en la tecnolog铆a de la informaci贸n, que no pod铆amos ni siquiera haber imaginado hace tan solo unos decenios, y los flujos cada vez mayores de personas, bienes, servicios y capital crean una red que sostiene esta interdependencia. Todo se mueve m谩s r谩pido y est谩 m谩s cerca. En ese entorno, han surgido nuevos retos globales: el cambio clim谩tico, la crisis econ贸mica y social, el terrorismo, la delincuencia internacional y el extremismo de todo tipo se han sumado ahora a la guerra y la pobreza y exigen esfuerzos colectivos urgentes. M谩s que nunca, debemos actuar de manera conjunta para ser eficaces.
Por lo tanto, a pesar de esos cambios, el mensaje que quisiera recalcar es que los valores que las Naciones Unidas adoptaron en el momento de su fundaci贸n conservan toda su vigencia para superar los retos que enfrenta hoy la humanidad. Por consiguiente, invito a los miembros a regresar de nuevo al momento de la fundaci贸n de nuestra gran Organizaci贸n para renovar los prop贸sitos y principios definidos en el Art铆culo 1 de la Carta: la paz y la seguridad, la amistad entre las naciones y la cooperaci贸n internacional. La paz, la amistad y la cooperaci贸n deben seguir siendo las palabras clave de nuestro trabajo y de nuestra acci贸n 鈥攑alabras que nuestra determinaci贸n llenar谩 de significado.
Estoy convencido de que los miembros entienden que lo estipulado en la Carta significa que nuestro prop贸sito aqu铆 no es simplemente defender nuestros intereses nacionales particulares. Tambi茅n se nos exhorta 鈥攜 la Carta es absolutamente clara en este sentido鈥� a ser amigos que trabajen de consuno a fin de encontrar soluciones constructivas para la dignidad, la seguridad y el bienestar de todos. Habida cuenta de ello, me complace aceptar la direcci贸n de la Asamblea General y extiendo mi compromiso a sus miembros.
Mi pa铆s, Suiza, a quien la Asamblea acaba de honrar con su confianza, tiene una historia parad贸jica en las Naciones Unidas. Es uno de los pilares m谩s antiguos y fiables de las Naciones Unidas 鈥攑ienso especialmente en Ginebra鈥� mientras que aqu铆, en Nueva York, se la conoce por ser uno de los Miembros m谩s recientes. Estamos muy orgullosos de ser una de las democracias m谩s antiguas del mundo. Un pa铆s monta帽oso, pobre y sin litoral cuando se fund贸, en la actualidad la Confederaci贸n Helv茅tica se ha convertido en un pa铆s pr贸spero y es el resultado de la solidaridad de 26 estados miembros y de su determinaci贸n declarada de aceptar su diversidad y vivir juntos.
En 1848, tras varios siglos de cooperaci贸n, nuestros estados aprobaron una Constituci贸n federal que ha resistido todos los desaf铆os hasta el momento. Una puesta al d铆a hace unos a帽os ha hecho posible reforzar a煤n m谩s sus principios fundamentales. El pre谩mbulo de nuestra Constituci贸n fue objeto de mejora con una frase que quisiera citar aqu铆: 芦Sabiendo que 鈥� la fuerza de la comunidad se mide a partir del bienestar del m谩s d茅bil de sus miembros禄. Espero que ese tambi茅n sea nuestro lema en el transcurso del sexag茅simo quinto per铆odo de sesiones de la Asamblea General. Aseguro a la Asamblea la lealtad y el compromiso infatigable de Suiza en la promoci贸n de los ideales de las Naciones Unidas.
Es costumbre que el Presidente electo anuncie las cuestiones y asuntos de inter茅s que ser谩n sus prioridades y que orientar谩n nuestro trabajo. En el sexag茅simo quinto per铆odo de sesiones se iniciar谩 un debate sobre una cuesti贸n fundamental, a saber, el logro de avances hacia la consecuci贸n de los Objetivos de Desarrollo del Mileno. Estos Objetivos nos recuerdan que la pobreza tiene varias facetas y que exige una acci贸n de gran alcance.
El compromiso de la comunidad internacional es especialmente importante en estos momentos. 驴C贸mo se pueden consolidar los avances logrados justo antes de la crisis econ贸mica y financiera? 驴C贸mo se puede acelerar su aplicaci贸n en 谩mbitos tales como la salud materna y la mortalidad infantil, que han quedado a la zaga? Asimismo, 驴c贸mo podemos prevenir nuevas crisis financieras y econ贸micas y garantizar un crecimiento econ贸mico duradero en el que los sectores m谩s vulnerables disfruten de unas condiciones de vida dignas y se utilicen los recursos naturales con prudencia? El cambio clim谩tico, la seguridad alimentaria y la reconstrucci贸n y el fortalecimiento de los Estados fr谩giles que han salido de situaciones de conflicto son otras cuestiones importantes que enfrentamos. Sin embargo, para encontrar soluciones duraderas a estos desaf铆os se necesita una gobernanza que refleje mejor los nuevos equilibrios globales. Tambi茅n exige unas Naciones Unidas que funcionen de un modo m谩s eficaz y que sirvan a los intereses de todas las personas.
Por 煤ltimo, los ideales de los derechos humanos, en los que se basa la Cruz Roja, la asistencia humanitaria y el desarme son todos ellos valores muy sentidos en mi pa铆s, en los que se hace hincapi茅 en Ginebra y que abordaremos en el sexag茅simo quinto per铆odo de sesiones.
Para concluir, quisiera formular algunas reflexiones m谩s personales a la vez que confirmo mi absoluto compromiso y gran motivaci贸n. Quisiera tambi茅n asegurar a la Asamblea que me propongo estar disponible para todos los miembros y velar por la eficacia de nuestro trabajo. En el ejercicio de mi labor, respetar茅 a todos los miembros, que tienen iguales derechos. Har茅 todo lo posible para asegurarme de que la seriedad suiza garantice que las relaciones se basen en lo concreto, en un enfoque positivo y en la amistad.
El mundo se enfrenta a grandes retos que debe superar, pero acepto mi mandato con una gran esperanza y una firme convicci贸n. En los 煤ltimos decenios hemos sido testigos de un notable crecimiento econ贸mico que ha sacado de la pobreza a millones de seres humanos. La solidaridad sin precedentes mostrada en respuesta a los recientes desastres naturales es prueba de la generosidad de todos y cada uno de nosotros. 驴No obstante, por qu茅 esperar al pr贸ximo terremoto o al pr贸ximo desastre natural para actuar? Estoy convencido de que en este foro podremos encontrar la energ铆a necesaria para poner en marcha un movimiento de paz, altruismo y amistad entre los pueblos.
Nuestra misi贸n al trabajar juntos es hacer todo lo posible para lograr el bienestar de nuestro planeta y de la humanidad. Todo el mundo nos mira con esperanza, y no tenemos derecho a decepcionarlo.