05 abril 2016

Pocos pa赤ses del mundo pueden compararse al Pakist芍n en cuanto a complejidad pol赤tica, social o econ車mica y a problemas relacionados con la seguridad. Habitan en el pa赤s casi 200 millones de personas de m芍s de una decena de grupos 谷tnicos y minoritarios y una multitud de tribus que llevan decenios coexistiendo pac赤ficamente. Sin embargo, ese mismo pa赤s lleva ya 15 a?os lidiando con un extremismo violento de distintos tipos y formas. En Khyber Pakhtunkhwa y las Zonas Tribales de Administraci車n Federal es m芍s acusado el extremismo violento y las mujeres est芍n en primera l赤nea de los enfrentamientos. Se trata de viudas, v赤ctimas y supervivientes de atentados suicidas con bombas, as赤 como de mujeres desplazadas y traumatizadas. Sus familiares varones est芍n luchando o ausentes, por lo que muchas mujeres encabezan de facto sus hogares y deben asumir la responsabilidad de alimentar, atender y guarecer a personas de edad avanzada, j車venes y heridos1. Sin embargo, su movilidad, su acceso a instalaciones de ense?anza y atenci車n m谷dica y su capacidad de cuidar plenamente de su familia se resienten gravemente. Los extremistas han explotado a las mujeres en nombre de la religi車n oblig芍ndolas a recaudar fondos y a enviar a sus propios hijos y a los de otros miembros de su familia o su comunidad a trabajar con extremistas o ponerse a su servicio, especialmente en el distrito de Swat. A menudo las mujeres han ayudado a los extremistas a su manera confeccionando chalecos suicida, recolectando oro y dinero, sirviendo de informantes y proporcionando refugio.

Es profundo el sufrimiento de las mujeres que tienen hijos combatiendo en las milicias. Se preocupan por la vida de su hijo, pero viven en comunidades que tal vez las eviten, a赤slen o incluso ataquen por sus v赤nculos familiares. Tienen poco o ning迆n recurso a ning迆n tipo de protecci車n.

※Me resulta imposible hablar con mi hijo de extremismo y extremistas§, dice Zargula en el curso de nuestra conversaci車n sobre las posibilidades de di芍logo con su hijo radicalizado.

En 2008 PAIMAN Alumni Trust (PAIMAN) puso en marcha la iniciativa ※Vivamos en paz§. Un aspecto importante de este programa consist赤a en empoderar a las madres de extremistas y a otras mujeres de la comunidad para contribuir a la prevenci車n de la radicalizaci車n.

DE LO IMPENSABLE A LO PENSABLE

Tras el an芍lisis de la situaci車n centramos nuestra atenci車n en la soluci車n m芍s compleja e impensable ante esta amenaza: nos dirigimos a las madres. PAIMAN cay車 en la cuenta de que, para hacer frente a la ideolog赤a extremista, son las madres inocentes quienes necesitan sensibilizaci車n y educaci車n. Elaboramos nuestra estrategia de colaboraci車n con las madres en el entendimiento de que ellas determinan la moral y los valores de sus hijos e inspiran sensaci車n de responsabilidad en cuanto a la creaci車n de relaciones humanas positivas en la familia y en la comunidad. Fue ingente la tarea de convencer a las mujeres y las madres para que salieran de casa y tomaran parte en nuestra iniciativa de lucha contra el extremismo violento. Empezamos a forjar relaciones con las madres de cada comunidad y las invitamos a adquirir aptitudes para la subsistencia a fin de que empezaran a ganar algo de dinero para su familia. Al mismo tiempo, mantuvimos di芍logos y fomentamos la confianza con ancianos de las comunidades y familiares varones influyentes a fin de preparar el terreno para que salieran de casa. Fue un 谷xito.

Partiendo de los conceptos de autoconfianza, competencia y empoderamiento, pusimos en marcha en dos fases nuestros ambiciosos programas de participaci車n de madres.

En la primera fase les inculcamos aptitudes comercializables para la subsistencia que eran consonantes con sus dotes, pues necesitaban establecer una posici車n de autoridad en su familia. Un hijo solo respeta a su madre cuando el esposo, los amigos o la sociedad en su conjunto no ponen en entredicho su posici車n. Ello tambi谷n sirvi車 en breve para contribuir a los ingresos de la familia e infundi車 confianza en estas madres.

En la segunda fase las dotamos de los conocimientos y la autoconfianza necesarios para pasar a tomar parte activa en su familia y su comunidad. Fomentamos su capacidad de pensamiento cr赤tico para que pudieran detectar indicios de extremismo violento en una persona y en su comunidad y reaccionar ante estas se?ales tempranas promoviendo el di芍logo y la consolidaci車n de la paz en la comunidad. Ayudamos a las mujeres a cobrar conciencia de su potencial de influir en la vida de sus hijos y orientarla y de impedir que tomaran parte en actividades extremistas. En casi todos los casos los extremistas recurr赤an al texto del Cor芍n para atraer a j車venes y comunidades al concepto de yihad violenta o convencerlos para que practicaran el extremismo. Nosotros citamos vers赤culos cor芍nicos en su contexto adecuado para contribuir a la transformaci車n de la mentalidad de estas madres. Nuestra metodolog赤a de transformaci車n se basa en el Cor芍n y la Sunna en la medida en que el profeta Mahoma (la paz sea con ?l) insiste en que el papel de una madre es esencial para criar a sus hijos de conformidad con los valores de las verdaderas ense?anzas isl芍micas, que no predican el odio ni la violencia.

Por lo general, el proceso de transformaci車n fue lento, pero firme y constante. Los conocimientos y el empoderamiento econ車mico reci谷n obtenidos les infundieron confianza para comunicarse abiertamente con sus hijos y contribuyeron a promover relaciones m芍s profundas entre madres e hijos. Por mediaci車n de estas madres transformadas, PAIMAN se dirige a sus hijos, a quienes despu谷s alienta a que se sumen al programa de desradicalizaci車n de PAIMAN.

La metamorfosis de las madres, que pasaban de celebrar el martirio de su hijo en un atentado suicida a ser agentes de cambio positivo en la comunidad, fue un proceso tedioso y arduo. Fue muy dif赤cil que las mujeres, inscritas en una sociedad patriarcal y conservadora, convencieran a otros para que siguieran su ejemplo en medio de la repercusi車n negativa del extremismo violento o de la explotaci車n organizada por determinados grupos en nombre de la religi車n. Tras la formaci車n impartida por PAIMAN, estas mujeres pasaron a formar parte de grupos de paz de madres de PAIMAN denominados Madres TOLANA (※juntas§ en past迆n) y empezaron a interactuar con otras mujeres. Hasta la fecha, PAIMAN ha capacitado a 745 madres que han formado 30 TOLANA en Khyber Pakhtunkhwa y las Zonas Tribales de Administraci車n Federal.

Hoy en d赤a las Madres TOLANA se re迆nen con otras madres en sus respectivas comunidades y ense?an y predican modalidades no violentas de hacer frente a la amenaza del extremismo.

Estos grupos, junto con otros de J車venes TOLANA, contribuyen a la detecci車n de j車venes vulnerables y extremistas con fines de su incorporaci車n en el programa de PAIMAN de participaci車n positiva y desradicalizaci車n de j車venes. Toman parte activa en la dif赤cil tarea de reintegrar a los j車venes extremistas transformados por PAIMAN. Celebran en sus comunidades reuniones en las que subrayan la importancia de prevenir el extremismo violento y ponen de relieve el efecto positivo de una actitud comunitaria centrada en la reintegraci車n de los j車venes transformados. Al d赤a de hoy son las Madres TOLANA quienes aglutinan a sus comunidades, a la vez que fomentan la reconciliaci車n mediante redes comunitarias forjando conexiones y compartiendo informaci車n. Han formado y sensibilizado a 15.000 mujeres de comunidades de Khyber Pakhtunkhwa y las Zonas Tribales de Administraci車n Federal que acabaron entendiendo que les corresponden funciones de prevenci車n a la radicalizaci車n y lucha contra el extremismo violento en su zona, lo cual sirve de base a la totalidad del proceso de consolidaci車n de la paz en las comunidades.

Las Madres TOLANA vigilan su entorno, atentas a posibles indicios tempranos de extremismo violento dentro de la familia y de la comunidad. En ese sentido, cabe mencionar la audacia ejemplar exhibida por Sheeba, integrante de un grupo de Madres TOLANA de PAIMAN. Observ車 que su hermano menor Gul Zareef llegaba tarde a casa y se hab赤a vuelto muy reservado. Le preguntaba una y otra vez por lo que hab赤a hecho 迆ltimamente y por su patente silencio, pero 谷l se negaba a responder. Recordando los indicios tempranos de cambio en el comportamiento de los j車venes, aprendidos en cursos de PAIMAN, empez車 a observar m芍s de cerca los movimientos y la conducta de su hermano. Una noche lo sigui車 y averigu車 que visitaba una casa en una calle cercana. Habl車 de la situaci車n con otras mujeres y J車venes TOLANA. Algunos miembros de grupos de J車venes TOLANA empezaron a visitar la misma casa y se enteraron de que acud赤an a ella forasteros que daban charlas y captaban a j車venes para sumarse a su misi車n. Sheeba, junto con otras Madres TOLANA, denunci車 lo que ocurr赤a a la polic赤a local, que allan車 la casa, se incaut車 de material propagand赤stico extremista y detuvo a tres forasteros que ya hab赤an captado a cinco j車venes de esa comunidad. Esta actuaci車n temprana por parte de un grupo comunitario de mujeres en pro de la paz ayud車 a librar a muchos varones j車venes de las garras de un grupo extremista.

EL PAPEL DE LAS MUJERES EN LA ARMON?A INTERCONFESIONAL

En el Pakist芍n son mayoritariamente hombres los dirigentes de mezquitas, iglesias, templos y otros establecimientos religiosos que determinan profundamente las actitudes, las opiniones y los comportamientos. En ese mismo contexto, diversas maestras de madrazas, dirigentes pol赤ticas y religiosas y activistas no musulmanas representan a amplios sectores de mujeres de diversas edades, algunas j車venes. Tambi谷n disponen de redes de divulgaci車n y resultan cre赤bles a sus representadas, si bien pasan en gran medida desapercibidas.

El principio de que las mujeres tienen capacidad para salvar las diferencias imperantes en entornos marcados por la tensi車n, encabezar manifestaciones no violentas y movilizar comunidades, as赤 como para estudiar los aspectos teol車gicos de los papeles asignados al g谷nero en el contexto de la paz, promete ser capaz de cambiar el discurso y las ideas preconcebidas sobre la posible contribuci車n de las mujeres creyentes al fomento de la cohesi車n social salvando las distancias religiosas.

PAIMAN foment車 la capacidad de las maestras de madrazas, las activistas de otras confesiones y las dirigentes de partidos pol赤ticos religiosos y form車 una coalici車n conocida con el nombre de ※Mujeres creyentes en pro de la cohesi車n social en el Pakist芍n§. Gracias a esta plataforma, las mujeres de distintas confesiones superaron tres grandes obst芍culos a su participaci車n en el di芍logo interconfesional: la falta de acceso a conocimientos sobre las confesiones religiosas no isl芍micas, una representaci車n inadecuada y la mala comunicaci車n. Mediante intercambios y debates encontraron semejanzas y diferencias en sus respectivas posiciones como mujeres y como creyentes. Hoy en d赤a, las integrantes de la coalici車n colaboran en la promoci車n de la inclusi車n, la igualdad y el di芍logo interconfesional en sus comunidades ofreciendo una plataforma para que se escuchen todas las voces, con independencia de las convicciones religiosas personales. Unas celebran los festivales religiosos de las otras y todas se prestan apoyo en los casos de actos violentos cometidos en las distintas comunidades.

Zareen, integrante del grupo interconfesional de PAIMAN, tiene un hijo, Adil, que siempre participaba en actos extremistas dirigidos contra la procesi車n chi赤ta organizada el mes de Muharam en Peshawar. Decidida a transformar el comportamiento de su hijo, Zareen, en compa?赤a de otras integrantes del grupo, observ車 la procesi車n chi赤ta anual para impedir que su hijo y sus amigos lanzaran el ataque planificado. Al ver a sus madres, se fueron del lugar sin hacer da?o a nadie. Posteriormente las madres dialogaron con sus hijos y los ayudaron a superar los prejuicios que albergaban contra los chi赤tas. Adil, que es hoy uno de los miembros m芍s activos de los J車venes TOLANA, dirige la campa?a en pro de la armon赤a interconfesional y entre facciones, la tolerancia y la cohesi車n social en Peshawar.

A fin de ejercer influencia a escala nacional, PAIMAN organiza a las mujeres para que lleven a cabo actividades de promoci車n como manifestaciones en pro de la paz, aparezcan en debates transmitidos por radio y televisi車n, participen en mesas redondas y preparen y distribuyan publicaciones sobre los efectos del extremismo violento en las mujeres y el papel de la mujer en la lucha contra este fen車meno.

RECONOCIMIENTO DEL PAPEL DE LAS MUJERES EN LA MITIGACI?N DEL CONFLICTO Y LA PREVENCI?N DEL EXTREMISMO VIOLENTO

La ense?anza extra赤da es que las mujeres pueden contribuir de forma muy eficaz a la transformaci車n del conflicto y la lucha contra el extremismo violento, siempre que est谷n empoderadas econ車micamente, tengan conocimiento de las correspondientes cuestiones y tengan las aptitudes necesarias para debatir y negociar.

Los grupos de mujeres en pro de la paz como TOLANA cumplen funciones de agentes del cambio creando conciencia, previniendo la radicalizaci車n, prestando apoyo a otras mujeres y promoviendo y defendiendo la inclusi車n de las mujeres en comit谷s y estructuras esenciales favorables a la paz y la seguridad, como los que influyen en la legislaci車n y en las pol赤ticas.

Los grupos de madres en pro de la paz de PAIMAN contribuyen enormemente en la zona a la reconciliaci車n comunitaria, la superaci車n de traumas y la estabilizaci車n en momentos dif赤ciles e inciertos gracias a la confianza que fomentan en sus comunidades. Colaboran con comit谷s de gesti車n escolar, de docentes y de progenitores difundiendo mensajes de paz y organizando en las madrazas y escuelas grupos de estudiantes en pro de la paz.

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Notas

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1 Bushra Khaliq, ※Rising extremism, war on terrorism and women's lives in Pakistan§, International Viewpoint (febrero de 2010).

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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?