01 septiembre 2007

En los 迆ltimos 20 a?os, Am谷rica Latina ha realizado grandes avances en lo relativo al crecimiento econ車mico sostenido, el aumento de los niveles medios de ingresos y la reducci車n de las tasas medias de mortalidad infantil. Sin embargo, esos avances no abarcan todo el espectro del desarrollo. Existe la inquietud generalizada de que, a pesar de los progresos registrados, las naciones latinoamericanas no est芍n avanzando tan r芍pido como era de esperar; a menudo esto da lugar a comparaciones con los pa赤ses de Asia y, lo que resulta m芍s insidioso, a un an芍lisis simplista seg迆n el cual la cultura imperante en Am谷rica Latina no ser赤a propicia para el desarrollo. Rara vez se menciona que la mayor赤a de las naciones de la regi車n todav赤a se enfrenta a una desigualdad y una discriminaci車n de car芍cter racial profundamente arraigadas, que afectan a todos los aspectos de la vida econ車mica y social. Para que grandes sectores de la poblaci車n puedan acceder a oportunidades mejores y sostenidas es necesario enfrentar los problemas planteados por la desigualdad. Eliminar la discriminaci車n racial con el fin de incorporar plenamente a los ciudadanos de ascendencia africana, que representan el 30% de la poblaci車n pero constituyen m芍s de la mitad de los pobres, es una de las tareas m芍s urgentes a las que se enfrenta la regi車n.

Los datos indican que la raza sigue siendo una de las variables m芍s persistentes de la pobreza en el continente americano, lo cual es particularmente inquietante porque las poblaciones de ascendencia africana suelen tener como lengua materna el idioma oficial de sus pa赤ses (ya sea espa?ol o portugu谷s) y viven muy cerca de las zonas urbanas, costeras, portuarias o mineras, que tienden a ser centros de empleo y de oportunidades de crecimiento econ車mico. Para luchar contra la discriminaci車n y la falta de acceso a oportunidades a que se enfrentan estas grandes comunidades, es necesario contar con un enfoque dirigido a eliminar las brechas raciales.

Seg迆n inform車 el Banco Mundial en 2006, se estima que en Am谷rica Latina hay 150 millones de habitantes de ascendencia africana, por lo que las personas de raza negra constituyen el grupo 谷tnico o racial marginado m芍s numeroso; en cambio, hay aproximadamente 28 millones de ind赤genas, seg迆n estimaciones del a?o 2007, tambi谷n del Banco Mundial. Esto significa que la poblaci車n de ascendencia africana es cinco veces m芍s numerosa que la poblaci車n ind赤gena. En los 迆ltimos 20 a?os, la comunidad internacional ha dedicado gran atenci車n a las importantes necesidades de las poblaciones ind赤genas de Am谷rica Latina. Las instituciones internacionales han creado fondos dedicados a los pueblos ind赤genas y las organizaciones de donantes han forjado relaciones duraderas para sostener financieramente al movimiento ind赤gena y sus organizaciones. Este apoyo se ha traducido en pol赤ticas a largo plazo sostenibles y en importantes victorias para el movimiento ind赤gena. Sin embargo, la atenci車n internacional a las personas de ascendencia africana es mucho m芍s reciente; no comenz車 a concretarse realmente hasta la d谷cada actual en los preparativos para la Conferencia Mundial contra el Racismo de 2001 y, desafortunadamente, hasta la fecha estas medidas no han dado lugar a una fuente sostenida de apoyo financiero internacional para programas concretos que trabajen con las personas de ascendencia africana o sus organizaciones. Esta falta de compromiso internacional para ocuparse de las necesidades de desarrollo de las personas de ascendencia africana explica la urgencia de contar con una estrategia de desarrollo dirigida a este grupo.

Los temas incluidos en los objetivos de desarrollo del Milenio, establecidos en el a?o 2000 y adoptados un芍nimemente por 189 l赤deres mundiales en la Declaraci車n del Milenio, son un buen punto de partida para tratar de atender las necesidades de las personas de ascendencia africana. Estos ocho objetivos en las esferas de reducci車n de la pobreza, las mejoras educacionales, la igualdad entre los sexos, la mortalidad de los ni?os menores de 5 a?os, la salud materna, la prevenci車n de las enfermedades infecciosas, la sostenibilidad del medio ambiente y las alianzas para el desarrollo no alcanzar芍n a la mayor赤a de la poblaci車n si se mantienen los niveles actuales de discriminaci車n contra las personas de raza negra. Pese al hecho de que ni en los objetivos ni en sus indicadores respectivos, se incluye referencia expl赤cita alguna a grupos minoritarios o 谷tnicos, el an芍lisis de los ocho objetivos anteriores demuestra el alcance de la exclusi車n que sufren las personas de ascendencia africana; dicho de otra forma, los objetivos de desarrollo del Milenio ofrecen un marco para analizar la pobreza. En cada indicador, las personas de ascendencia africana pertenecen a las categor赤as m芍s marginadas.

En el caso del Brasil, pa赤s que tiene la mayor poblaci車n de ascendencia africana de la regi車n, sabemos que si se clasificara por separado a las poblaciones blanca y negra, el 赤ndice de desarrollo humano (IDH) de una hipot谷tica naci車n afrobrasile?a ocupar赤a el lugar 101, en tanto que una naci車n totalmente blanca se ubicar赤a en el lugar 46. Oficialmente, el IDH del Brasil ocupa el puesto 69 que es aproximadamente el promedio de los dos pa赤ses brasile?os divididos en funci車n de la raza. La exclusi車n de los afrobrasile?os menoscaba las posibilidades de desarrollo de toda la naci車n.

Recientemente, en un informe del Banco Interamericano de Desarrollo se estim車 que el tama?o de la econom赤a del Brasil y de otros pa赤ses latinoamericanos podr赤a aumentar en m芍s de un tercio si las personas de raza negra estuvieran plenamente incluidas en la fuerza laboral de sus pa赤ses respectivos. Por ejemplo, las personas de raza negra del Brasil constituyen casi la mitad de la poblaci車n (el 48%, es decir 80 millones de personas, seg迆n las estad赤sticas oficiales m芍s recientes), pero su participaci車n en la econom赤a representa tan solo el 20% del PIB. El desempleo es un 50% m芍s elevado entre los afrobrasile?os que entre los blancos, y los empleados de raza negra ganan menos de la mitad que los de raza blanca. La mayor赤a de los afrobrasile?os, el 78%, vive por debajo del umbral de pobreza, en comparaci車n con el 40% de los blancos. La poblaci車n de ascendencia africana de Colombia es, por su tama?o, la segunda de la regi車n. Los afrocolombianos representan aproximadamente el 26% de la poblaci車n total, pero constituyen m芍s del 75% de los pobres y ganan un 34% menos que sus hom車logos de otras razas. La falta de acceso al empleo y los salarios inferiores se cuentan entre los problemas que afectan a las personas de ascendencia africana de toda Am谷rica Latina.

La brecha que separa a las razas tiene amplias repercusiones sobre el desarrollo, particularmente en los pa赤ses de mayor tama?o, como el Brasil y Colombia. Las personas de ascendencia africana no se han beneficiado de los avances en el 芍mbito del desarrollo y esta brecha socava el desarrollo de tales naciones en su conjunto.

Pese a los contundentes datos presentados, en la mayor赤a de los pa赤ses sigue siendo dif赤cil cuantificar el problema porque los datos desglosados por raza son absolutamente insuficientes en gran parte de la regi車n. A excepci車n del Brasil, que va a la vanguardia de las estad赤sticas raciales, y de un pu?ado de naciones que est芍n realizando avances en el 芍mbito de las estad赤sticas, como Colombia, Costa Rica, Belice y Bolivia, la mayor赤a de los pa赤ses todav赤a no dispone de un recuento b芍sico suficiente de su poblaci車n de ascendencia africana y menos a迆n de estad赤sticas desglosadas sobre el desarrollo. Un ejemplo de las dificultades que se plantean al reunir datos de car芍cter racial se puede apreciar en Colombia. Hist車ricamente, los afrocolombianos se han identificado con sus comunidades geogr芍ficas y hasta hace poco no han comenzado a reconocerse como integrantes de diferentes grupos raciales. De este modo, una persona de los estados de Choc車, San Andr谷s o Providencia podr赤a solamente mencionar donde vive para designar la raza a la que pertenece. Esto complic車 la reuni車n de datos durante el censo de 1993, cuando solamente 500.000 personas, o aproximadamente el 1,5% de la poblaci車n total, se identificaron como afrocolombianos. Seg迆n informaciones actualizadas recientemente por el Departamento Administrativo Nacional de Estad赤stica, una estimaci車n conservadora situar赤a a la poblaci車n colombiana de ascendencia africana en el 18%, si bien en varios documentos gubernamentales oficiales se se?ala que los afrocolombianos podr赤an representar hasta un tercio de la poblaci車n total. Sin embargo, hay esperanzas de que mejore la situaci車n gracias a varios ministerios o consejos gubernamentales especiales establecidos en los 迆ltimos seis a?os en el Brasil, el Ecuador, Honduras, el Per迆 y el Uruguay para examinar las necesidades de las personas de ascendencia africana y de otros grupos pertenecientes a minor赤as raciales.

Pese a la falta de atenci車n de que son objeto las poblaciones de ascendencia africana en la mayor赤a de los pa赤ses, los gobiernos se ocupan cada vez m芍s de reunir y analizar datos sobre la situaci車n de los latinoamericanos de ascendencia africana. Pa赤ses como el Brasil y Colombia han puesto en marcha pol赤ticas y medidas jur赤dicas para responder a la exclusi車n en funci車n de la raza. Tambi谷n resulta alentador que un n迆mero creciente, aunque todav赤a limitado, de latinoamericanos de raza negra est谷n accediendo a cargos electivos y est谷n siendo designados para ocupar cargos p迆blicos, lo que deber赤a verse reflejado en una mayor atenci車n a las pol赤ticas y m芍s oportunidades para elaborar nuevos proyectos de desarrollo encaminados a luchar contra la desigualdad generalizada. La comunidad internacional debe apoyar estas medidas invirtiendo recursos humanos e institucionales para mejorar la reuni車n de datos con el fin de comprender mejor el problema y realizar un seguimiento de las soluciones previstas en las pol赤ticas.

Para seguir eliminando las brechas raciales, es necesario elaborar proyectos dirigidos a las personas de ascendencia africana que tengan por objeto remediar las desigualdades en los 芍mbitos de la educaci車n, la atenci車n m谷dica y la creaci車n de puestos de trabajo y, de ese modo, incorporar a las personas de raza negra a la sociedad lo antes posible. Adem芍s de las medidas dirigidas a las personas de ascendencia africana, los gobiernos no deben descuidar el aumento de la representaci車n de las personas de raza negra en los programas generales de protecci車n social como estrategia a largo plazo para incorporarlas a programas m芍s amplios de reducci車n de la pobreza y asegurar que no se queden todav赤a m芍s rezagadas. La exclusi車n de las personas de ascendencia africana de la sociedad ha tenido graves consecuencias sobre la capacidad de las naciones para desarrollarse. Las personas de raza negra contin迆an yendo a la zaga de las de raza blanca en toda la regi車n, mientras los gobiernos y organizaciones internacionales se demoran en reconocer la importancia de la poblaci車n de ascendencia africana de Am谷rica Latina en la concepci車n de programas, a pesar del creciente n迆mero de pruebas en el sentido de que la raza es un factor fundamental en la distribuci車n del ingreso, la riqueza y los servicios p迆blicos. Debe remediarse la persistente falta de atenci車n a las brechas socioecon車micas presentes en toda Am谷rica Latina o 谷sta quedar芍 rezagada con respecto a las dem芍s regiones del mundo.

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