El Pre¨¢mbulo de la Carta de las Naciones Unidas afirma: Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas, resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra.... Nuevas guerras, algunas de las cuales se prolongan hasta la actualidad, pronto frustraron este objetivo. ?Es la idea de No m¨¢s guerra una fantas¨ªa idealista, o un sue?o que ha sido postergado?

El 28 de febrero personas de distintas edades se reunieron en la sala de sesiones del Consejo de Administraci¨®n Fiduciaria en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para la Conferencia 2020 del Comit¨¦ para la ense?anza sobre las Naciones Unidas (CTAUN, por sus siglas en ingl¨¦s). Su objetivo, aprender acerca del papel de la educaci¨®n transformativa para promover la paz en cada hogar, en cada barrio y en el mundo entero. La conferencia fue copatrocinada con la Misi¨®n de la Rep¨²blica de Corea ante las Naciones Unidas, y entre los ponentes destacaron la Premio Nobel de la Paz Leymah Gbowee; la autora y activista feminista Gloria Steinem; Eunhee Jung, presidenta de la plataforma educativa digital Intercultural Virtual Exchange of Classroom Activities; Izumi Nakamitsu, Secretaria General Adjunta de Asuntos de Desarme de la ONU, y Christian Wenaweser, Representante Permanente de Liechtenstein ante las Naciones Unidas, entre otros. Durante la conferencia se otorgaron premios a la Excelencia Educativa y a la competici¨®n de afiches realizados por estudiantes.

Cora Weiss, presidenta de la organizaci¨®n no gubernamental Hague Appeal for Peace, refut¨® en su intervenci¨®n la idea de que la guerra existir¨ªa mientras existieran las personas. Weiss recalc¨® las numerosas alternativas que existen a los conflictos, incluida la participaci¨®n plena y la mediaci¨®n, y la importancia de la educaci¨®n para preparar a las generaciones futuras para una coexistencia pac¨ªfica. Destac¨® tambi¨¦n que, aunque la crisis clim¨¢tica y la disponibilidad de armamento nuclear son cuestiones que podr¨ªan conducir a una guerra, existen alternativas a la hora de abordarlas.

Weiss y otros ponentes presentaron ideas y ejemplos de educaci¨®n y escolarizaci¨®n que promueven alternativas pac¨ªficas. Todos ellos debatieron la importancia de la ¨¦tica a la hora de examinar las leyes y las normas morales, as¨ª como de distinguir entre las distintas respuestas ante las tragedias: simpat¨ªa, empat¨ªa y compasi¨®n (la cual combina emoci¨®n con acciones).

La educaci¨®n transformativa libera a los individuos de su procedencia originaria, sea esta el Bronx o los Balcanes. Esta educaci¨®n permite que las personas dejen de pensar solo como se les dice, y les otorga libertad para pensar por s¨ª mismos. Los estudiantes, una vez liberados, no solo pueden desarrollar sus conocimientos, destrezas, habilidades y valores. Tambi¨¦n aprenden a reflexionar, a escuchar atentamente, a considerar alternativas y consecuencias, y a seguir aprendiendo por s¨ª mismos.

Paz no es solo la ausencia de conflicto, sino que requiere la participaci¨®n de todos los hombres, mujeres, ni?os y ni?as para vivir en armon¨ªa entre s¨ª y con la Tierra. Requiere tambi¨¦n el respeto a todos los individuos y la creencia que todo el mundo merece un mismo trato, y que nadie debe ser visto como ?el otro?.

Los ponentes destacaron que la paz es un proceso que requiere intenciones, es decir, un plan previo, adem¨¢s de soluciones. Y, como ocurre con todas las causas importantes, tambi¨¦n es necesario invertir en ella. Sin embargo, por poner un ejemplo, el gasto anual de Estados Unidos en armamento nuclear, alrededor de un 7 % de su presupuesto para defensa, es el mismo que lo destinado a ayuda internacional.

En demasiadas ocasiones parece que no pensamos bien las posibles consecuencias de nuestras acciones, y m¨¢s tarde es necesario usar medios extraordinarios para corregir nuestros errores. Con lo avanzado que es el armamento de guerra, debemos aprender a anticipar consecuencias para evitar el aniquilamiento.

La idea de la paz no es una ingenuidad, y tampoco es un sue?o que deba postergarse. La conferencia CTAÃå±±½ûµØ2020 mostr¨® el camino a seguir.

Robert A. Scott, Presidente Em¨¦rito y Catedr¨¢tico Em¨¦rito de Universidad, Universidad Adelphi, contribuy¨® con este art¨ªculo.