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Clima

Los últimos seis años han sido registrados desde 1880, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM): 2016, 2019 y 2020 fueron los tres primeros. Además, 2020 estuvo 1,2°C por encima de las temperaturas de la era preindustrial (1880). La que hay 20% de probabilidad de que el aumento de las temperaturas supere temporalmente los 1,5°C a partir de 2024. “La velocidad a la que aumentan las temperaturas es alarmante,†dice Pascal Peduzzi, del Programa de la ONU para el Medio Ambiente ().

Una iniciativa de PNUD, apoyada por la Universidad de Oxford, en 50 países refleja el sentir de más de la mitad de la población mundial. ¿El resultado? El 64 por ciento de las personas encuestadas cree que el cambio climático constituye una emergencia global, a pesar de la pandemia de . La encuesta preguntó a los participantes si el constituye una emergencia global y si están a favor de políticas en seis ámbitos clave: energía, economía, transporte, agricultura y alimentación, naturaleza, y protección de las personas.

En Darfur Oriental, y con la ayuda de y el ,  la gestión de los recursos naturales está ayudando a mitigar los conflictos, a promover los derechos de las mujeres y a mejorar los medios de vida.

Acción climática: 5 razones para ser optimistas

El Informe sobre la Brecha de Emisiones revisa anualmente la diferencia entre dónde se prevé que estén las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 y dónde deberían estar para evitar los peores efectos del cambio climático. El informe de este año advierte que, a pesar de una ligera caída en las emisiones de CO2 causada por la pandemia de COVID-19, el planeta todavía se dirige hacia un aumento de temperatura de más de 3°C este siglo – mucho más allá de los objetivos del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global por debajo de 2°C.

El cambio climático continúa su implacable marcha durante 2020, y este año seguramente será uno de los tres más cálidos desde que se iniciaron los registros, con temperaturas extremas en la superficie terrestre y en los mares. Según el informe provisional de la Organización Meteorológica Mundial ( sobre el (en inglés), pese al confinamiento por la COVID-19, las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero continúan aumentando, condenando incluso a más generaciones a un mayor calentamiento global debido a la larga permanencia del CO2 en la atmósfera.

Según la , la ralentización industrial debida a la pandemia de COVID-19 no ha contrarrestado los niveles sin precedentes de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera, provocan la subida de las temperaturas y exacerban las condiciones meteorológicas extremas, la fusión de los hielos, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos. “La última vez que se registró en la Tierra una concentración de CO2 comparable fue hace entre tres y cinco millones de añosâ€, advierte el Secretario General de la OMM.

La infraestructura es clave para garantizar que los pequeños Estados insulares en desarrollo puedan soportar los efectos del cambio climático. Â¿Pero por qué?, y ¿cómo lograrlo?

La vanguardista del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente () proporciona datos en tiempo real sobre las partículas en suspensión que los incendios emiten a la atmósfera. Esta mapa ‘vivo’ muestra los patrones de viento predominantes en el planeta y despliega un sistema de sombreado que identifica la calidad del aire en distintas áreas; verde = buena, amarillo = moderada, y naranja = niveles dañinos para grupos sensibles. Esta plataforma es el resultado de la colaboración entre la ONU y la firma suiza IQAir.

Los caminos para una recuperación más verde y resiliente

Si no se actúa, el cambio climático supondrá un coste económico y humano potencialmente catastrófico; pero todavía no es demasiado tarde para cambiar el rumbo. Debido a la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero que retienen el calor, la temperatura mundial ha aumentado aproximadamente 1 °C desde la era preindustrial. Sin embargo, el  afirma que las herramientas de política económica pueden preparar el camino para lograr emisiones netas cero de aquí a 2050, aun cuando el mundo intenta recuperarse de la crisis de COVID-19. 

Mapas multidimensionales y estadísticas sobre las principales tendencias ambientales y climáticas al alcance de todos gracias a la herramienta desarrollada por Google y la .

Cuando el sistema de alerta temprana de la FAO indicó una posible sequía, el personal de campo consultó con los agricultores con más probabilidades de verse afectados y así poder preparar planes de acción adaptados a sus necesidades.

Tras el histórico Acuerdo de París, el Grupo Banco Mundial (GBM) dio a conocer su ambicioso  para intensificar el apoyo financiero y técnico a los países en desarrollo en la acción climática. En ese plan, el GBM se comprometía a incrementar el porcentaje de financiación destinado a iniciativas climáticas de un 20% del total en 2016 a un 28% para 2020. Esta meta se superó en cada uno de . Desde el plan, el GBM ha proporcionado más de $83 000 millones en financiación climática.

El informe  destaca los crecientes e irreversibles impactos del cambio climático que afectan a los glaciares, los océanos, la naturaleza, las economías y las condiciones de vida de la población. Tras una reducción transitoria fruto de las medidas de confinamiento y la ralentización económica, las emisiones van camino de alcanzar niveles previos a la pandemia. Todo apunta a que se producirá el período quinquenal más cálido del que se tiene constancia, una tendencia que, probablemente, se mantendrá.