Historias
Lea historias sobre estos valientes periodistas y lo que hacen las Naciones Unidas para proteger a los trabajadores de los medios de comunicación en todo el mundo.
Trabajar como periodista implica muchos riesgos. Pero si se es mujer periodista, la inseguridad es aún mayor. Las amenazas que reciben las mujeres periodistas pueden estar directamente relacionadas por el hecho de ser mujeres. El 73% de las mujeres periodistas encuestadas por la UNESCO sufrieron algún tipo de violencia online.
La Plataforma Digital Africana para la Promoción del Periodismo y la Seguridad de los Periodistas, la primera de este tipo en ?frica, se puso en marcha en 2021. Su objetivo es promover la seguridad de los periodistas en ?frica y poner fin a la impunidad de los delitos cometidos contra ellos, a través de la supervisión en tiempo real, la presentación de informes y las acciones de seguimiento por parte de los responsables y los titulares de dichos derechos.
En 2020, Zuhal Ahad, periodista afgana de la comunidad hazara, trabajaba para la BBC cubriendo asuntos de la mujer en Afganistán. Como mujer periodista que trabaja en Afganistán, siempre ha sido un objetivo. En julio de 2021, un mes antes de que los talibanes tomaran el poder en Afganistán, las amenazas empeoraron aún más.
Nueve de cada diez asesinatos de periodistas siguen impunes. La impunidad se alimenta de un ciclo de violencia contra los periodistas, que a menudo se debe a la debilidad de los sistemas de aplicación de la ley y a falta de concienciación sobre las normas de derechos humanos y los mecanismos para proteger a los periodistas. El Plan de Acción de la ONU ha sido decisivo para movilizar a la sociedad civil y concienciar a los sistemas judiciales sobre las normas de derechos humanos para proteger la libertad de prensa y acabar con los ataques impunes.
En 2017, la periodista maltesa, Daphne Caruana Galizia, fue asesinada por una bomba colocada bajo el asiento de su coche al abandonar su casa. Galizia llevaba 30 a?os investigando la corrupción gubernamental. Herman Grech, redactor jefe del diario en el que Caruana Galizia fue columnista, da vida a su historia en el escenario.