No hay duda de que educar a las ni?as es un prerrequisito para erradicar la pobreza. La educaci車n empodera y transforma a las mujeres. Les permite romper el c赤rculo "tradicional" de exclusi車n que las mantiene en casa y las excluye de la adopci車n de decisiones. La educaci車n, especialmente la superior, puede preparar a las mujeres para asumir funciones de responsabilidad en el gobierno, las empresas y la sociedad civil. Las mujeres son l赤deres ideales: numerosos estudios han demostrado que tienden a asignar los recursos m芍s sabiamente que los hombres. Por ejemplo, las mujeres gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en alimentos y educaci車n para sus hijos. Por lo tanto, fortalecer el papel econ車mico y pol赤tico de las mujeres beneficia directamente a la siguiente generaci車n. Proporcionar a las mujeres una educaci車n universitaria de excelencia es hacer una inversi車n a largo plazo para su futuro y el de sus hijos.

A medida que las sociedades se abren, se crean nuevas oportunidades para que las mujeres asuman papeles de liderazgo, pero estas oportunidades se pierden cuando no hay mujeres capacitadas para asumir esos papeles. Los cambios que han tenido lugar en el Afganist芍n, por ejemplo, han creado oportunidades para que las mujeres acepten m芍s responsabilidades en el gobierno y en la sociedad; sin embargo, esas posibilidades pierden el sentido sin una poblaci車n de mujeres debidamente capacitadas. Rwanda es un ejemplo positivo en este sentido; el gran n迆mero de mujeres en el Gobierno ha contribuido indudablemente a la reconstrucci車n pac赤fica y eficaz del pa赤s luego del genocidio de 1994. Dado que el liderazgo con frecuencia determina la direcci車n del cambio, la capacidad de las mujeres para llegar a posiciones de poder tiene un efecto sobre los progresos en los derechos de la mujer, as赤 como sobre sus posibilidades futuras.

Una educaci車n universitaria de excelencia que eduque a las mujeres espec赤ficamente para convertirse en l赤deres competentes, reflexivas y 谷ticas es vital para reducir la pobreza a largo plazo. En Bangladesh, uno de los pa赤ses m芍s pobres del mundo, estamos poniendo en pr芍ctica esta opini車n mediante la creaci車n de una universidad 迆nica para la formaci車n de grado en las artes liberales y de postgrado para profesionales. La Asian University for Women se basa en la convicci車n de que las mujeres de gran capacidad y potencial pueden educarse para estar al nivel de los desaf赤os de la sociedad y hacer realidad un cambio positivo. Nos proponemos formar mujeres con una excelente capacitaci車n y motivaci車n para liderar la lucha contra la pobreza, una cuesti車n de alcance mundial que la mayor赤a de ellas comprende a fondo por haber crecido en Bangladesh u otros pa赤ses asi芍ticos en los que las posibilidades para las ni?as han sido tradicionalmente limitadas. En palabras del Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus: "La educaci車n superior puede ser una escalera no solo al 谷xito personal, sino tambi谷n a la capacidad que uno necesita para transformar la sociedad en la que vive".

La idea de la Asian University for Women se origin車 en el Grupo Especial sobre Educaci車n Superior y Sociedad, convocado por el Banco Mundial y la Organizaci車n de las Naciones Unidas para la Educaci車n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para examinar el estado de la educaci車n superior en el mundo en desarrollo. Kamal Ahmad, fundador de la Asian University for Women y presidente de la Fundaci車n de apoyo a esa instituci車n, form車 parte del Comit谷 Directivo del Grupo Especial. En 2000, el Grupo Especial public車 un informe titulado "La Educaci車n superior en los pa赤ses en desarrollo: peligros y promesas" (), cuya conclusi車n era que los pa赤ses en desarrollo deb赤an mejorar la calidad de sus instituciones de ense?anza superior, tanto en materia de administraci車n como de pedagog赤a, para poder competir en una econom赤a mundial crecientemente globalizada y cada vez m芍s basada en el conocimiento.

En d谷cadas pasadas, los pa赤ses en desarrollo descuidaron la educaci車n superior creyendo que la educaci車n primaria era la inversi車n m芍s rentable al servicio del desarrollo. Si bien el objetivo tradicional de la comunidad en desarrollo de ampliar el alcance de la educaci車n primaria y secundaria da como resultado una mayor matr赤cula en la escuela primaria, ello ya no es suficiente. Aunque la transformaci車n del paradigma de la educaci車n en los pa赤ses en desarrollo exigi車 poner el 谷nfasis en la educaci車n primaria, concentrarse exclusivamente en ella ha socavado la interconexi車n del sistema en su conjunto. El 谷xito de la educaci車n primaria est芍 amenazado sin la existencia de programas s車lidos de educaci車n superior, porque el sistema no puede producir educadores, administradores e innovadores locales sin la perspectiva que se deriva de un an芍lisis de alto nivel. Todos los pa赤ses necesitan una cohorte de personas muy preparadas para satisfacer las demandas del gobierno y del sector privado: la falta de esos expertos a menudo hace peligrar la soberan赤a de una naci車n. Los problemas de la pobreza exigen la utilizaci車n de los mejores recursos y conocimientos disponibles para solucionarlos; el problema del ars谷nico en Bangladesh, por ejemplo, seguramente no ser芍 resuelto por egresados de la escuela primaria o secundaria. Para resolver este tipo de problemas hacen falta t谷cnicos altamente capacitados que tambi谷n puedan comprender los problemas que enfrenta la gente com迆n.

Lograr el progreso econ車mico y social en los pa赤ses en desarrollo exige la creaci車n de un nuevo cuadro de mujeres l赤deres muy preparadas que act迆en como agentes del cambio. La Asian University for Women se ocupar芍 de formar a estas nuevas l赤deres alistando a las estudiantes con m芍s talento de toda la regi車n, independientemente de su origen, y poniendo especial 谷nfasis en incluir a grupos de las poblaciones pobres, rurales y de refugiados previamente marginados. Mi esperanza es que estas mujeres sean el eslab車n perdido de los programas de desarrollo cuya ejecuci車n es m芍s dif赤cil a causa de la escasez local de l赤deres program芍ticos capacitados. Incluso en casos en que se dispone de los recursos financieros, la falta de l赤deres calificados ha impedido muchas veces alcanzar un desarrollo efectivo. Los programas universitarios de calidad, como los que ofrece la Asian University for Women, pueden solucionar este problema formando a profesionales capacitadas para superar estos obst芍culos.

La reducci車n de la pobreza, la globalizaci車n equitativa y las reformas sostenibles solo pueden lograrse si los pa赤ses en desarrollo forman l赤deres propios que sean capaces de afirmarse en el escenario mundial y de integrarse a la econom赤a global. En la Asian University for Women creemos que seleccionar y educar a las ni?as m芍s competentes y brillantes ayudar芍 a hacer surgir l赤deres locales que puedan implicarse en el proceso de desarrollo y generar reformas en las estructuras institucionales, econ車micas y sociales desde dentro de las fronteras. Estudiar en la Asian University for Women con otras j車venes mujeres prometedoras de toda Asia les permitir芍 ampliar sus redes ocupacionales y mejorar sus perspectivas profesionales para hacer realidad el don invalorable de su potencial.

Las estudiantes de la Asian University for Women ya han iniciado el camino que las transformar芍 en l赤deres de sus respectivos pa赤ses y sociedades. Una mujer joven de Camboya, que nunca hab赤a usado una computadora, habl車 frente a miles de personas en la ceremonia de apertura de la universidad en octubre de 2008, y anunci車 su intenci車n de volver a su pa赤s y ense?ar a las ni?as de las zonas rurales c車mo usar una computadora e Internet. Por su parte, una de nuestras estudiantes de Bangladesh demostr車 gran perspicacia al declarar: "Las mujeres necesitan acceder a la educaci車n superior y trabajar, como lo hacen muchos hombres. Necesitamos mujeres preparadas si queremos que Bangladesh se convierta en un pa赤s desarrollado. Los hombres solos no pueden construir el pa赤s".

Los comentarios de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, en la sesi車n plenaria de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995 todav赤a resuenan hoy: "Lo que hemos comprobado en el mundo entero es que si las mujeres son saludables y han recibido una educaci車n, sus familias prosperan ... Si las mujeres tienen la oportunidad de trabajar y tener ingresos como integrantes plenas e iguales de la sociedad, sus familias prosperan. Y cuando las familias prosperan, tambi谷n lo hacen las comunidades y las naciones".

El papel de la educaci車n de la mujer en la promoci車n del desarrollo nunca se ha cuestionado, pero es evidente que la educaci車n superior es un arma poderosa y con frecuencia ignorada de la batalla contra la pobreza. Es hora de que el mundo invierta en universidades dedicadas a formar a la pr車xima generaci車n de mujeres que nos pueda conducir a la equidad y la prosperidad.