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Financiaci¨®n y justicia

Todos en el mundo corren el riesgo de sentir las consecuencias del cambio clim¨¢tico, desde d¨ªas m¨¢s calurosos hasta inundaciones repentinas. Sin embargo, los medios para responder var¨ªan ampliamente. Estos pueden ser tan simples como instalar un aire acondicionado de bajo consumo para enfriar su hogar. O tan complicados como construir una sofisticada red de presas y canales para evitar que una ciudad se hunda ante el aumento del nivel del mar. De cualquier manera, se requiere mucha financiaci¨®n, a menudo m¨¢s all¨¢ de lo que los individuos o pa¨ªses enteros pueden permitirse. Incluso las medidas b¨¢sicas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio clim¨¢tico pueden estar fuera de nuestro alcance.

Si bien todas las personas tienen derechos humanos inherentes a vivir y prosperar, la falta de recursos para limitar y adaptarse a las consecuencias del clima est¨¢ dejando una vida decente e incluso a la supervivencia lejos del alcance de muchos. Se trata de una flagrante injusticia, agravada por el hecho de que los pa¨ªses y comunidades con los medios m¨¢s limitados son en su mayor¨ªa aquellos que han contribuido poco a crear el cambio clim¨¢tico. La mayor¨ªa de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de pa¨ªses m¨¢s ricos. Las naciones m¨¢s pobres, con menos f¨¢bricas, autom¨®viles y electrodom¨¦sticos que queman combustibles f¨®siles, hist¨®ricamente han emitido solo una peque?a proporci¨®n del total.

La Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico original de 1992 sent¨® las bases de la justicia clim¨¢tica al adoptar un principio hist¨®rico: unas . Requiere que todos act¨²en sobre el cambio clim¨¢tico. Pero la justicia exige que aquellos que han contribuido m¨¢s al problema asuman una mayor responsabilidad para resolverlo. Los grandes emisores tienen que actuar primero y con celeridad para reducir las emisiones, por ejemplo. La justicia tambi¨¦n depende de que las naciones m¨¢s ricas proporcionen financiaci¨®n a los pa¨ªses con medios m¨¢s limitados para que puedan hacer frente a enormes cargas financieras a medida que se acelera el cambio clim¨¢tico.

En muchos aspectos, la financiaci¨®n clim¨¢tica, cuando resulta suficiente y tiene una inversi¨®n de la forma adecuada, es un camino hacia la justicia clim¨¢tica. ?C¨®mo podemos hacer que esto suceda? La Agenda de Aceleraci¨®n del Secretario General de las Naciones Unidas para 2023 describe seis acciones clave para gobiernos, empresas y l¨ªderes financieros.

"Las promesas hechas sobre la financiaci¨®n para el cambio clim¨¢tico internacional deben cumplirse".
¡ª Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres (27 de julio de 2023)

1. Cumplir con la promesa de 100.000 millones de d¨®lares anuales destinados a los pa¨ªses en desarrollo para una acci¨®n por el clima

Desde 2009, las conversaciones mundiales sobre el clima han acordado movilizar 100.000 millones de d¨®lares al a?o para que los pa¨ªses en desarrollo adopten medidas clim¨¢ticas, tanto para adaptarse al cambio clim¨¢tico como para reducir las emisiones. Se supone que el dinero provendr¨¢ de pa¨ªses m¨¢s ricos, a trav¨¦s de canales bilaterales, regionales y multilaterales, as¨ª como de fondos privados generados por intervenciones p¨²blicas. Los fondos pueden fluir a trav¨¦s de una variedad de mecanismos, como subvenciones, pr¨¦stamos e incluso seguros.

Sin embargo, hasta ahora no se ha alcanzado el y la distribuci¨®n de los fondos no ha sido equitativa. En 2020, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la OCDE, los pa¨ªses desarrollados aportaron 83 300 millones de d¨®lares. Solo el 8 % del total se destin¨® a pa¨ªses de bajos ingresos y alrededor de una cuarta parte a ¨¢frica, a pesar de que ambos son altamente vulnerables al cambio clim¨¢tico y albergan a la mayor¨ªa de las personas que viven en la pobreza. Los pr¨¦stamos constituyeron la categor¨ªa de financiaci¨®n m¨¢s grande y se dirigieron principalmente a pa¨ªses de ingresos medios. Esto aumenta los costes de inversi¨®n incluso cuando muchos pa¨ªses en desarrollo est¨¢n luchando con pesadas cargas de deuda p¨²blica y se enfrentan a opciones imposibles, optando entre financiar la adaptaci¨®n clim¨¢tica o mejorar los servicios p¨²blicos esenciales.  

El compromiso de 100.000 millones de d¨®lares es importante porque cada d¨®lar cuenta en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Hacer realidad este compromiso es tambi¨¦n una afirmaci¨®n fundamental de que los pa¨ªses pueden confiar unos en otros para unir fuerzas con el fin de lograr objetivos comunes. Significa que la comunidad internacional est¨¢ comprometida con la justicia y con no dejar a nadie atr¨¢s, pero solo si se logra ahora, en su totalidad y de conformidad con los principios de justicia y equidad
 

2. Una doble financiaci¨®n para ayudar a los pa¨ªses a adaptarse a los impactos del cambio clim¨¢tico

Si bien todos los pa¨ªses deber¨¢n trabajar para lograr emisiones netas cero, cada pa¨ªs y comunidad tambi¨¦n debe adaptarse al cambio clim¨¢tico. La adaptaci¨®n es la principal prioridad en los pa¨ªses con menores emisiones y una gran vulnerabilidad a las consecuencias del cambio clim¨¢tico, como es el caso de muchos peque?os Estados insulares en desarrollo y otros pa¨ªses menos adelantados. Entre los muchos elementos esenciales de la adaptaci¨®n se encuentran la construcci¨®n de viviendas resistentes a las tormentas, la plantaci¨®n de cultivos tolerantes a la sequ¨ªa, la instalaci¨®n de suministros de agua fiables y la inversi¨®n en redes de seguridad social.

Ahora que la mitad de la poblaci¨®n mundial vive en la ?zona de peligro? clim¨¢tica, donde las personas tienen 15 veces m¨¢s probabilidades de morir a causa de los impactos clim¨¢ticos, el secretario general ha pedido que se duplique la financiaci¨®n para la adaptaci¨®n. Debe distribuirse equitativamente de manera que no imponga restricciones adicionales. Es preocupante que en lugar de subvenciones, una proporci¨®n que ha seguido aumentando. Casi todo proviene del sector p¨²blico, con una gran dependencia de fuentes internacionales en muchas regiones en desarrollo.

La adaptaci¨®n al clima se est¨¢ volviendo m¨¢s costosa a medida que aumenta la magnitud del cambio clim¨¢tico. Es posible que los pa¨ªses necesiten gastar hasta 300.000 millones de d¨®lares al a?o para 2030 y 500.000 millones de d¨®lares para 2050, seg¨²n el. Sin embargo, estos costes estimados son de 5 a 10 veces mayores que los flujos de financiaci¨®n actuales. La inform¨® de que el mundo hoy gasta menos de 50.000 millones de d¨®lares en adaptaci¨®n al a?o, menos del 10 % de las inversiones clim¨¢ticas en general. Esta disparidad es menos aguda, pero sigue siendo evidente en el compromiso de 100.000 millones de d¨®lares. En 2020, alrededor de 29.000 millones de d¨®lares se destinaron a adaptaci¨®n, en comparaci¨®n con casi 49.000 millones de d¨®lares destinados a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, seg¨²n la . 

3. Reformar el Banco Mundial y otros bancos de desarrollo para adecuarlos a su prop¨®sito

El actual sistema de pr¨¦stamos de dinero a los pa¨ªses para el clima y el desarrollo sostenible est¨¢ roto. El Secretario General se ha referido al sistema financiero internacional como ?miope, propenso a las crisis y que no guarda relaci¨®n con la realidad econ¨®mica de hoy?, se?alando que fue creado antes de que existiera el cambio clim¨¢tico.

Las injusticias en el sistema financiero internacional tienen profundos impactos. Incluso si muchos pa¨ªses quieren invertir en acciones clim¨¢ticas que beneficien al mundo en su conjunto, muchos no pueden permit¨ªrselo. Actualmente, 52 pa¨ªses en desarrollo sufren graves problemas de deuda. En ellos vive el 40 % de todas las personas que conviven en la pobreza extrema; la mitad de ellos se encuentran entre las naciones m¨¢s vulnerables al clima en el mundo.

Los altos costes de financiaci¨®n generan en gran medida cargas de deuda nacional insostenibles. Incluso antes del reciente aumento de los tipos de inter¨¦s, los pa¨ªses menos desarrollados que obten¨ªan pr¨¦stamos en los mercados internacionales de capital se enfrentaban a tipos de hasta el 8 %, en comparaci¨®n con el 1 % en muchos pa¨ªses m¨¢s ricos. Cuando se trata de financiaci¨®n clim¨¢tica, esto puede traducirse en unos costes elevados que vayan m¨¢s all¨¢ de lo que requiera la acci¨®n clim¨¢tica. En 2019-2020, o alrededor de 384.000 millones de d¨®lares. Solo 47.000 millones de d¨®lares llegaron con tipos de inter¨¦s de bajo coste o concesionales. La financiaci¨®n mediante subvenciones sin coste fue de solo 36.000 millones de d¨®lares.

El secretario general ha pedido reformar el sistema financiero internacional para que la financiaci¨®n para el clima y el desarrollo sea m¨¢s asequible y adecuada, y est¨¦ posicionada para combatir la escala de la crisis clim¨¢tica. Ha instado a un que aumentar¨ªa la financiaci¨®n para el desarrollo sostenible en al menos 500.000 millones de d¨®lares al a?o. El secretario general y el primer ministro de Barbados han unido fuerzas en el marco de la Iniciativa Bridgetown, que aboga por canalizar miles de millones del Fondo Monetario Internacional, los bancos multilaterales de desarrollo y el Plan de Est¨ªmulo de los ODS a los pa¨ªses en desarrollo, y movilizar m¨¢s de 1,5 billones de d¨®lares anuales en inversiones verdes del sector privado.

Dada la escala de financiaci¨®n clim¨¢tica necesaria, las injusticias actuales no solo son err¨®neas, sino que constituyen un serio obst¨¢culo para el progreso que determinar¨¢ el futuro del planeta. entre 2011 y 2020, y puede haber alcanzado hasta 940.000 millones de d¨®lares en 2021, de los cuales tres cuartas partes se recaudaron a nivel nacional. Sin embargo, la mayor parte se concentra en Asia oriental y el Pac¨ªfico, Am¨¦rica del Norte y Europa occidental. Evitar los peores impactos del cambio clim¨¢tico podr¨ªa requerir 4,3 billones de d¨®lares al a?o para 2030; los costes solo aumentar¨¢n cuanto m¨¢s se siga calentando la Tierra.

"A medida que se reduce la financiaci¨®n en los combustibles f¨®siles, se debe aumentar la financiaci¨®n clim¨¢tica para las energ¨ªas renovables". ¡ª Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres (8 de noviembre de 2022)

4. Reforzar el Fondo Verde para el Clima en 2023

es el fondo clim¨¢tico m¨¢s grande del mundo, creado por el Acuerdo de Par¨ªs para canalizar financiaci¨®n a los pa¨ªses en desarrollo con el fin de luchar contra el cambio clim¨¢tico. La mitad de sus recursos se destinan a la mitigaci¨®n del clima y la otra mitad a la adaptaci¨®n. El fondo apoya la justicia clim¨¢tica en parte a trav¨¦s del menor coste de la financiaci¨®n de la adaptaci¨®n, que debe proporcionarse mediante subvenciones o equivalentes. Adem¨¢s, la mitad de los recursos de adaptaci¨®n deben destinarse a los pa¨ªses m¨¢s vulnerables al clima, incluidos los peque?os Estados insulares en desarrollo, los pa¨ªses menos adelantados y los Estados africanos.

En su primera ronda de movilizaci¨®n de recursos, de 2020 a 2023, el FVC recaud¨® 12 800 millones de d¨®lares para mejorar la resiliencia de mil millones de personas en 128 pa¨ªses. Est¨¢ en marcha una para financiar el FVC de 2024 a 2027, un per¨ªodo de acci¨®n urgente para el cambio clim¨¢tico y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

5. Poner en funcionamiento el nuevo Fondo de P¨¦rdidas y Da?os para este a?o

En 2022, las conversaciones mundiales sobre el clima acordaron crear un . Mientras a¨²n se est¨¢n debatiendo los detalles, como definir d¨®nde y c¨®mo se debe distribuir el dinero, el secretario general de la ONU ha descrito la acci¨®n sobre p¨¦rdidas y da?os como una cuesti¨®n de y ha instado a establecer el fondo sin demora.

Los fondos para la adaptaci¨®n ayudan a prepararse y reducir los impactos clim¨¢ticos. Sin embargo, las p¨¦rdidas y los da?os son inevitables y los pa¨ªses en desarrollo vulnerables los sufren de manera desproporcionada e injusta. Olas de calor prolongadas, desertificaci¨®n, acidificaci¨®n de los oc¨¦anos y fen¨®menos extremos, como incendios forestales y p¨¦rdidas de cosechas, todo ello ya est¨¢ ocurriendo y empeorar¨¢ con el tiempo, destruyendo infraestructuras y minando econom¨ªas en dificultades. Algunos pa¨ªses perder¨¢n grandes porciones de tierra debido al aumento del nivel del mar.

La financiaci¨®n espec¨ªficamente dedicada a p¨¦rdidas y da?os ayuda a pagar los impactos relacionados con el clima que ocurren incluso si los pa¨ªses se adaptan y preparan con mucha antelaci¨®n. Puede recurrir a diversas herramientas financieras. El secretario general ha propuesto como una opci¨®n impuestos sobre las ganancias extraordinarias de los combustibles f¨®siles. Los canjes de deuda, en los que se condona la deuda existente para que los fondos puedan utilizarse en respuestas clim¨¢ticas, ofrecen otra alternativa.

Los elementos adicionales pueden incluir sistemas de protecci¨®n social y seguros para proporcionar redes de seguridad durante una crisis. Muchos pa¨ªses los est¨¢n desarrollando, pero pueden recibir m¨¢s apoyo, incluso a trav¨¦s del . Su objetivo es ampliar la protecci¨®n social a los 4000 millones de personas que actualmente carecen de ella.

6. Proteger a las personas de los desastres del clima con sistemas de alerta temprana para 2027

Cuando se avecinan desastres, los sistemas de alerta temprana salvan vidas. Sin embargo, solo la mitad de los pa¨ªses los tienen. A medida que se intensifican los fen¨®menos meteorol¨®gicos y clim¨¢ticos peligrosos, el secretario general ha lanzado una campa?a para cubrir a todos . Esto resulta m¨¢s viable que nunca ya que el 75 % de la gente tiene un tel¨¦fono m¨®vil y el 95 % puede acceder a Internet. Tambi¨¦n es m¨¢s necesario. Los desastres se han quintuplicado en los ¨²ltimos 50 a?os, causando una p¨¦rdida promedio de 115 vidas y 202 millones de d¨®lares en p¨¦rdidas materiales cada d¨ªa.

Los sistemas de alerta temprana no solo defienden los derechos humanos a la vida y la seguridad, sino que tambi¨¦n son muy rentables. La estim¨® que un aviso de 24 horas de un desastre inminente puede reducir los da?os en un 30 %. Invertir 800 millones de d¨®lares en sistemas de este tipo y en los pa¨ªses en desarrollo evitar¨ªa p¨¦rdidas de entre 3000 y 16.000 millones de d¨®lares anuales.

Teniendo esto en cuenta, la iniciativa aboga por gastar 3100 millones de d¨®lares entre 2023 y 2027 para lograr una cobertura universal. Eso equivale a solo 50 centavos de d¨®lares por persona al a?o. Para lograr una acci¨®n r¨¢pida, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas se est¨¢ asociando con la Cruz Roja, la sociedad civil, empresas de tecnolog¨ªa, gobiernos donantes, bancos de desarrollo y el sector de los seguros.