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En Kyzart, un pueblo de la provincia de Naryn (Kirguist¨¢n), apenas se sab¨ªa nada del poder transformador del cultivo de hortalizas. Las decididas iniciativas agr¨ªcolas de los grupos de apoyo mutuo de las mujeres rurales han dado lugar a un cambio sencillo en la dieta de los hogares rurales: la inclusi¨®n de una peque?a proporci¨®n de productos de horticultura en sus dietas basadas en carbohidratos y prote¨ªnas. En una regi¨®n conocida por sus fr¨ªos inviernos, los cuales imposibilitaron tradicionalmente muchas formas de agricultura, ya es habitual escuchar testimonios sobre los efectos positivos de las dietas equilibradas en la salud de los miembros de los hogares, as¨ª como del consiguiente ahorro dom¨¦stico ligado a la reducci¨®n de la carga de los gastos m¨¦dicos. Hoy en d¨ªa, las viviendas ecol¨®gicas, que proporcionan a los agricultores resiliencia contra el clima extremo de la regi¨®n, permiten a las mujeres rurales de Kyzart cultivar durante todo el a?o verduras nutritivas para sus familias que complementan las dietas basadas en un alto consumo de carbohidratos y prote¨ªnas, adem¨¢s de venderlas en el mercado.

Sin embargo, este ejemplo fruct¨ªfero de las mujeres rurales de Kyzart no es un fen¨®meno aislado, sino que se une a otros casos de mujeres rurales expuestas a condiciones clim¨¢ticas adversas en otras partes del mundo. Desde Nepal, donde las agricultoras rurales construyen y utilizan instalaciones de almacenamiento para evitar la p¨¦rdida de alimentos a consecuencia del calor, hasta el N¨ªger, donde los clubes Dimitra de mujeres rurales emplean tecnolog¨ªas que les ayudan a ahorrar un tiempo fundamental para la recolecci¨®n de agua en condiciones clim¨¢ticas cada vez m¨¢s ¨¢ridas: la participaci¨®n de las mujeres rurales en la resiliencia clim¨¢tica est¨¢ cosechando sus frutos a la hora de lograr unos medios de vida sostenibles. A trav¨¦s de un acceso igualitario a las oportunidades econ¨®micas, las mujeres rurales de todo el mundo est¨¢n velando por un futuro sostenible para sus hijos, familias y comunidades, algo crucial en un mundo que se ve afectado continuamente por el cambio clim¨¢tico.

Los efectos del cambio clim¨¢tico en las industrias agrarias afectan de forma desproporcionada al bienestar de las mujeres que viven en las zonas rurales y pueden poner en riesgo su potencial para contribuir al desarrollo sostenible. El informe de 2019 del Secretario General Mejoramiento de la situaci¨®n de la mujer y la ni?a en las zonas rurales[1], que se elabor¨® para el septuag¨¦simo cuarto per¨ªodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, pone de manifiesto la forma en la que el cambio clim¨¢tico afecta en especial a la agricultura rural. Se trata de una industria que, dado que emplea por lo menos a un tercio de todas las mujeres del mundo, es, sin lugar a dudas, la principal ocupaci¨®n de las mujeres rurales, adem¨¢s del cuidado del hogar y el trabajo dom¨¦stico. Por consiguiente, la necesidad que tienen las agricultoras rurales de emplear tecnolog¨ªas agr¨ªcolas resilientes al clima para garantizar la seguridad alimentaria en el hogar supone una limitaci¨®n econ¨®mica que, cuando se aborda, eleva los costes financieros y, en ocasiones, fisiol¨®gicos de muchos de estas personas.

Adem¨¢s, la prevalencia de los papeles asignados al g¨¦nero prefijados por la sociedad hace que las mujeres rurales se tengan que enfrentar a distancias cada vez mayores para obtener los biocombustibles utilizados para proporcionar energ¨ªa dom¨¦stica o el agua para fines dom¨¦sticos y agr¨ªcolas. A su vez, las mujeres rurales pierden con frecuencia un tiempo muy valioso que podr¨ªan invertir en actividades productivas fuera de la esfera dom¨¦stica, y no dedican el esfuerzo suficiente a los urgentes enfoques resilientes al clima, los cuales requieren mucho tiempo.

A pesar de las restricciones econ¨®micas que se pueden observar, las mujeres rurales siguen siendo fundamentales para la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico y la mitigaci¨®n de sus efectos negativos. Cada vez se otorga un mayor reconocimiento al potencial de la igualdad de g¨¦nero y el empoderamiento de la mujer a la hora de lograr beneficios sociales, econ¨®micos y de resiliencia clim¨¢tica. De hecho, las mujeres rurales cuentan con unos conocimientos, unas habilidades y unas experiencias ¨²nicos que son cruciales para promover las pr¨¢cticas sostenibles y combatir los efectos perjudiciales del cambio clim¨¢tico. Los estudios tambi¨¦n revelan que, en el Brasil, por ejemplo, las agricultoras rurales est¨¢n desempe?ando un papel fundamental en la conservaci¨®n de la biodiversidad[2]y en la protecci¨®n de los cultivos ind¨ªgenas que son m¨¢s resilientes a la variabilidad err¨¢tica del clima. Las agricultoras rurales tambi¨¦n se suelen encontrar a la vanguardia de los m¨¦todos de producci¨®n sostenibles en lo que respecta a la gesti¨®n de los cultivos, la energ¨ªa y el agua.

Las mujeres rurales, en especial las ind¨ªgenas, desempe?an un papel fundamental en los tres componentes de la seguridad alimentaria: la producci¨®n, la distribuci¨®n y la utilizaci¨®n de los alimentos. Para lograr dicha seguridad alimentaria como productoras, agricultoras e integrantes de cooperativas, las mujeres est¨¢n adoptando cada vez m¨¢s pr¨¢cticas tecnol¨®gicas ancestrales, ind¨ªgenas y modernas sostenibles a fin de dar respuesta a la variabilidad del clima y a las frecuentes crisis clim¨¢ticas. Asimismo, las mujeres rurales empoderadas desempe?an una importante funci¨®n en la adopci¨®n de tecnolog¨ªas con bajas emisiones de carbono, la difusi¨®n de conocimientos sobre el cambio clim¨¢tico y el apremio a los Gobiernos y a las empresas para que tomen medidas.

Las mujeres rurales, en calidad de pioneras de las nuevas t¨¦cnicas agr¨ªcolas, primeras intervinientes en las crisis, emprendedoras de la energ¨ªa verde y responsables de la toma de decisiones en los hogares, tambi¨¦n son agentes de cambio y se deben considerar una parte fundamental de las soluciones que conducen a un futuro sostenible.

, creemos firmemente que el empoderamiento econ¨®mico de las mujeres rurales y los medios de vida sostenibles van de la mano. Las mujeres empoderadas desde el punto de vista econ¨®mico est¨¢n mucho m¨¢s preparadas para participar en estrategias agr¨ªcolas resilientes al clima y se pueden permitir un tipo de cuidado para sus familias basado en recursos y m¨¦todos m¨¢s limpios y eficientes. Los efectos indirectos para el bienestar econ¨®mico de las familias son evidentes. Por ejemplo, a trav¨¦s del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para Acelerar el Progreso del Empoderamiento Econ¨®mico de las Mujeres Rurales[3], una mujer de 48 a?os de Guatemala, Herlinda Caal Tzi, es ahora capaz de contribuir a los ingresos familiares, de modo que el peso del sost¨¦n de la familia ya no recae solo sobre su marido. En Seg¨² (Mal¨ª), las cooperativas de mujeres que participan en el programa Logro de la igualdad de g¨¦nero mediante una agricultura resiliente al clima, de ONU-Mujeres[4], pueden acceder ahora a la tierra de forma segura por primera vez.

Las mujeres rurales empoderadas econ¨®micamente, como las mujeres del Brasil, Kirguist¨¢n, Mal¨ª, Nepal y el N¨ªger que se mencionan en este art¨ªculo, son piezas clave para garantizar la prosperidad de las familias, las comunidades y las econom¨ªas nacionales. A trav¨¦s de su labor, est¨¢n manteniendo y mejorando la educaci¨®n de sus hijos, la salud de los hogares, la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n, y son, por consiguiente, indispensables para la consecuci¨®n de los . Las iniciativas encaminadas a mejorar su empoderamiento econ¨®mico para garantizar unos medios de vida sostenibles tambi¨¦n son cruciales para la consecuci¨®n de la .

Se ha progresado mucho m¨¢s desde que los l¨ªderes mundiales se reunieron en R¨ªo de Janeiro en 2012 para sentar las pautas de lo que ser¨ªa la agenda para el desarrollo despu¨¦s de 2015. Bajo una reci¨¦n establecida ONU-Mujeres, se hizo un llamamiento para crear una agenda para el desarrollo sensible a las cuestiones de g¨¦nero a trav¨¦s del informe . Mediante este informe, se inst¨® a todos los agentes a integrar perspectivas de g¨¦nero en el dise?o y la aplicaci¨®n de mecanismos de gesti¨®n de recursos s¨®lidos y sostenibles desde el punto de vista ambiental, y el desarrollo de infraestructuras en zonas rurales y urbanas. Esto supuso un gran paso para garantizar que el mundo despu¨¦s de 2015 tuviese a mujeres y ni?as como agentes activos en una posici¨®n central en el desarrollo, as¨ª como a hombres y ni?os como beneficiarios en igual de condiciones.

Desde entonces, la Comisi¨®n de la Condici¨®n Jur¨ªdica y Social de la Mujer se ha dedicado a convocar di¨¢logos que dar¨¢n forma al marco normativo y operacional para realizar intervenciones que tengan como objetivo abordar las necesidades de las mujeres rurales. En las conclusiones del 62? per¨ªodo de sesiones de la Comisi¨®n en 2018, se pusieron de relieve soluciones clave basadas en la resiliencia clim¨¢tica de las mujeres rurales como aspecto fundamental para la consecuci¨®n de los 17 ODS, incluida la igualdad de g¨¦nero y el empoderamiento de la mujer (Objetivo 5). Adem¨¢s, el informe del Secretario General mencionado anteriormente aborda en particular las incidencias y el agravamiento de la situaci¨®n de las mujeres rurales debido al cambio clim¨¢tico. Seg¨²n el informe, de las contribuciones determinadas a nivel nacional de 190 pa¨ªses, 64 mencionan actualmente a las mujeres; 15 se refieren a las mujeres como importantes encargadas de la toma de decisiones o partes interesadas en la formulaci¨®n de pol¨ªticas sobre el cambio clim¨¢tico; y 6 se refieren a las mujeres como agentes de cambio.[5]

El impulso que generan estos compromisos est¨¢ estimulando a los pa¨ªses para amplificar las voces de las mujeres rurales e ind¨ªgenas a trav¨¦s de la integraci¨®n de estrategias para su empoderamiento en la legislaci¨®n, las pol¨ªticas y los programas nacionales.

Notas

[1] A/74/224. Disponible en .

[2]?Agencia EFE, ¡°Campesinas e ind¨ªgenas brasile?as demandan igualdad de g¨¦nero en Brasil¡±, 14 de agosto de 2019. Disponible en: .

[3]?Aplicado desde 2014 por la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agr¨ªcola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y ONU-Mujeres en Etiop¨ªa, Guatemala, Kirguist¨¢n, Liberia, Nepal, el N¨ªger y Rwanda; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Accelerating Progress towards the Economic Empowerment of Rural Women. Disponible en: . Consultado el 16 de septiembre de 2019.

[4]?ONU-Mujeres, ¡°Women¡¯s Empowerment through Climate-Smart Agriculture¡±. Octubre de 2016. Disponible en:

[5]?A/74/224, p¨¢rr. 22.?

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