Mensaje del Secretario General con motivo del D¨ªa Internacional de Recuerdo de las V¨ªctimas de la Esclavitud y la Trata Transatl¨¢ntica de Esclavos
Nueva York, 25 de marzo de 2011
La trata transatl¨¢ntica de esclavos caus¨® inmensos sufrimientos a millones de v¨ªctimas inocentes durante cuatro siglos, lo que la convierte en una de las tragedias m¨¢s largas y generalizadas de la historia humana. Aunque la esclavitud sancionada por la ley se aboli¨® hace mucho tiempo, pr¨¢cticas similares a la esclavitud siguen claramente en vigor ¡ªde la servidumbre por deudas y la servidumbre dom¨¦stica a los matrimonios forzados o a edad temprana, la venta de esposas y la trata de ni?os.
Existen amplios estudios, algunos realizados gracias a la UNESCO, que han documentado estos horrores. Sin embargo, queda mucho por saber sobre los millones de africanos que se vieron desarraigados y fueron objeto de abusos, sobre la miseria que cay¨® sobre sus descendientes y sobre los efectos de todo ello que a¨²n hoy se sienten. Por tales motivos, este a?o el tema de la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de Recuerdo de las V¨ªctimas de la Esclavitud y la Trata Transatl¨¢ntica de Esclavos es ?el legado viviente de 30 millones de historias no contadas?.
Al estudiar la esclavitud, contribuimos a protegernos de los impulsos m¨¢s viles del ser humano. Al examinar las hip¨®tesis y creencias que permitieron que esta pr¨¢ctica germinara, creamos conciencia sobre los peligros permanentes del racismo y el odio. Y al honrar a las v¨ªctimas de la esclavitud ¡ªcomo hacemos con motivo de este D¨ªa Internacional, con el monumento conmemorativo permanente que se levantar¨¢ en el complejo de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York y con la celebraci¨®n en 2011 del A?o Internacional de los Afrodescendientes¡ª restablecemos en cierta medida la dignidad de quienes tan despiadadamente fueron despojados de ella.
La observancia de este D¨ªa Internacional nos obliga a enfrentarnos con lo peor de los seres humanos. Pero, en quienes se opusieron a la esclavitud entonces y lo hacen ahora, celebramos tambi¨¦n lo mejor de las personas: los esclavos que, armados de coraje, se levantaron a riesgo de pagar con su vida; los abolicionistas que cuestionaron el status quo; los activistas que hoy se baten contra la intolerancia y la injusticia. Reconocidos o an¨®nimos, estos h¨¦roes demuestran que no hay fuerza m¨¢s poderosa que la lucha por la dignidad humana.
Dejemos que, en este D¨ªa, esa verdad nos inspire. Recordemos a todas las v¨ªctimas de la trata transatl¨¢ntica de esclavos y de las formas contempor¨¢neas de esclavitud. Y compromet¨¢monos de una vez por todas a erradicar este tipo de pr¨¢cticas.