Barjil: Premio Internacional de Dubái a las mejores prácticas para mejorar el entorno vital
Los ""Barjil o Barjeel"" son captadores de viento que se utilizan desde hace siglos para refrigerar los edificios de la región del Golfo. Redirigen el aire desde lo alto hacia la base del edificio, incluidos los almacenes de alimentos del sótano. Se libera para que fluya a nivel del suelo tanto para los peatones como para los habitantes del edificio.
Una torre de viento o captador de viento utiliza la ventilación natural y la refrigeración pasiva para hacer circular aire fresco en los espacios y permitir que los habitantes permanezcan a una temperatura fresca. Son más baratas que las equivalentes modernas, silenciosas y no consumen electricidad. Sin embargo, necesita brisas frescas para funcionar. Funciona al llevar el viento hasta la base del edificio y crea una corriente de aire a través de las habitaciones con la presión o la brisa del movimiento natural. Pueden reducir la temperatura interior en 10 grados. Estas torres de refrigeración se utilizan en el Medio Oriente, Egipto, Pakistán e India desde hace 3000 a?os.
Este premio tiene forma de Barjil y es de cobre recubierto de oro con una base de mármol. El premio fue creado por el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los EAU y gobernante de Dubái, la capital. Reconoce los logros en prácticas medioambientales sostenibles y mejoras de la calidad de vida en asentamientos urbanos y rurales.
En 1998, este obsequio fue entregado por la misión permanente de los Emiratos ?rabes Unidos, Mohammad J. Samhan, y el Secretario General Kofi Annan lo aceptó en nombre de las Naciones Unidas.
Anteriormente, el 4 de junio de 1996, en la Conferencia Hábitat II en Estambul, Turquía, el Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali, y el director general del ayuntamiento de Dubái, Sr. Qassim Sultan Albanna, entregaron el primer premio. Los ganadores procedían de Argentina, Costa de Marfil, India, Marruecos, Países Bajos y Estados Unidos.
Hace poco, en 2019, la Declaración de Dubái pidió la creación de un mecanismo de financiación para abordar las necesidades de datos de la Agenda 2030. Los esfuerzos mundiales continúan para encontrar soluciones a la agenda de Hábitat II y el entorno de vida.