RESULTADOS DESIGUALES
En momentos en que las megacrisis vinculadas con la econom赤a, la vida social y el medio ambiente se est芍n convirtiendo en una "nueva normalidad", es sensato buscar v赤as de salida de esta situaci車n adoptando un enfoque integral que revele el valor esencial del desarrollo sostenible al combinar los aspectos econ車micos, sociales y naturales.
Desde la aprobaci車n del Programa 21 en 1992, las Naciones Unidas se han dedicado a promover el desarrollo sostenible en las esferas econ車mica, social y ambiental, a nivel local, nacional e internacional. Gracias a los esfuerzos desplegados en los dos 迆ltimos decenios, las Naciones Unidas han logrado diseminar el concepto de desarrollo sostenible por todo el mundo, realizar sistem芍ticamente actividades de diverso tipo relacionadas con esta cuesti車n y establecer numerosos compromisos pol赤ticos internacionales. A medida que aumenta la interdependencia entre los pa赤ses, se ha fortalecido de manera concertada la aspiraci車n al desarrollo sostenible. Ser赤a justo afirmar que ya se ha iniciado la era del desarrollo sostenible.
Con todo, si bien los logros son alentadores, la labor general de las Naciones Unidas en pro del desarrollo todav赤a es fragmentada. Por ejemplo, a迆n no se ha perfeccionado la capacidad institucional. Muchos Estados Miembros han incorporado la sostenibilidad en sus estrategias nacionales de desarrollo, haciendo de ella un m谷rito esencial de la eficiencia econ車mica. No obstante, la vigilancia y la evaluaci車n de los progresos de estos pa赤ses en materia de desarrollo sostenible que realizan las Naciones Unidas son poco rigurosas y carecen de normas bien definidas, especialmente en lo relativo al establecimiento de reg赤menes de autenticaci車n razonables y la utilizaci車n de instrumentos jur赤dicos apropiados.
De resultas de ello, todav赤a el programa de sostenibilidad es vulnerable y a veces los objetivos del desarrollo sostenible parecen dif赤ciles de alcanzar. Por ejemplo, seg迆n estimaciones del Banco Mundial, debido a las graves consecuencias de la crisis financiera mundial de 2008, en 2015 la poblaci車n mundial afectada por la pobreza habr芍 aumentado en 263 millones de personas. Esta tendencia prevista contrasta v赤vidamente con las metas de alivio de la pobreza establecidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
EXPERIENCIAS EXTRA?DAS DEL PRIMER MANDATO DE BAN KI-MOON
En 2007, cuando Ban Ki-moon asumi車 su primer mandato como Secretario General de las Naciones Unidas, su estrategia era concentrarse en esferas concretas de sostenibilidad. Entre sus prioridades figuraban el logro de un pacto mundial sobre el cambio clim芍tico, la realizaci車n de campa?as a favor del desarme nuclear y la consecuci車n de los ODM.
A fin de ampliar el alcance mundial de los ODM, bajo la direcci車n de Ban Ki-moon las Naciones Unidas pusieron en marcha algunos planes de acci車n innovadores, incluida la audaz iniciativa mundial "Cada mujer, cada ni?o". Tambi谷n se establecieron el Equipo de Tareas de Alto Nivel sobre la crisis alimentaria mundial, en 2008, y en agosto de 2010 el Grupo de alto nivel sobre la sostenibilidad mundial, cuyo objetivo era presentar en diciembre de 2011 un informe final sobre el alivio de la pobreza unido a la protecci車n del medio ambiente.
Durante el primer mandato del Sr. Ban se llevaron a cabo actividades de cooperaci車n de diverso tipo en materia de protecci車n del medio ambiente, con las que se alcanzaron logros. Las Naciones Unidas dieron una r芍pida respuesta a la pandemia mundial de gripe por el virus A (H1N1), las inundaciones en el Pakist芍n, el cicl車n Nargis en Myanmar y los catastr車ficos terremotos de Hait赤 y el Jap車n. En julio de 2011, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas incluso emiti車 por primera vez una declaraci車n en la que reconoci車 que el cambio clim芍tico es uno de los desaf赤os m芍s importantes para la paz y la seguridad internacionales. Aunque persisten muchas interrogantes acerca de si las Naciones Unidas podr芍n contar con medios, recursos y conocimientos especializados adecuados para hacer frente a la cuesti車n del cambio clim芍tico, la declaraci車n es importante y representa un gran avance, habida cuenta de que el Consejo no pudo llegar a este consenso en 2007.
No obstante, desde principios de 2011 el Secretario General Ban Ki-moon ha dado a entender en m芍s de una ocasi車n que durante su segundo mandato se reorientar芍n los esfuerzos a fin de incluir un programa m芍s amplio de promoci車n del desarrollo sostenible. Este cambio de enfoque puede atribuirse a lo aprendido en los 迆ltimos a?os.
El optimismo inicial del Sr. Ban con respecto a la labor sobre el cambio clim芍tico se vio seriamente afectado por el fracaso de la Cumbre de Copenhague de 2009. Algunos acad谷micos aclamaron esa Cumbre como "la 迆ltima oportunidad de la humanidad para salvarse", y, en cambio, fue el escenario de una dilatada discusi車n entre los pa赤ses en desarrollo y los pa赤ses desarrollados sobre cuestiones como las metas de reducci車n de las emisiones, la ayuda financiera, la asistencia tecnol車gica, etc. La Cumbre tambi谷n hizo patente que ser赤a dif赤cil forjar un consenso pol赤tico en el futuro cercano.
Ir車nicamente, la mayor contribuci車n de las Naciones Unidas a la esfera del desarrollo sostenible durante el primer mandato de Ban Ki-moon fue haber puesto a prueba la consecuci車n de un solo pacto general sobre el cambio clim芍tico. Ante aquel fracaso, la Organizaci車n aprendi車 a reconciliarse con la realidad y ahora estudia nuevas estrategias de intervenci車n a favor de la sostenibilidad.
El surgimiento de la crisis financiera internacional a fines de 2008 hizo m芍s evidente el peligro del crecimiento econ車mico insostenible. Aparentemente, las tres dimensiones del desarrollo sostenible, a saber, la econ車mica, la social y la ambiental, siguen trayectorias diferentes, pero en realidad existe una profunda correlaci車n entre ellas. Por tanto, no basta en absoluto limitarse a gestionar las corrientes financieras de manera 谷tica y responsable, y los est赤mulos fiscales antic赤clicos en gran escala solo cumplir赤an una funci車n transitoria de sost谷n de la econom赤a. Existe la necesidad acuciante de emprender una reforma fundamental y estructural de las pol赤ticas de acuerdo con una pauta de crecimiento econ車mico, bienestar social y sostenibilidad ambiental.
El ideograma chino "crisis" es una combinaci車n de "riesgo " y "oportunidad". Las incertidumbres y los temores crecientes de una recesi車n prolongada han dificultado m芍s la ejecuci車n del programa mundial de desarrollo, pero la crisis econ車mica, unida al cambio clim芍tico, ofrecen una oportunidad real de alcanzar el desarrollo sostenible, aunque los obst芍culos sean considerables.
SUGERENCIAS EN PERSPECTIVA
El alivio de la pobreza, las amenazas ambientales y los derechos humanos se han se?alado ampliamente como los desaf赤os que las Naciones Unidas deber芍n enfrentar en los cinco pr車ximos a?os.
Es natural que los esfuerzos por lograr el desarrollo sostenible elevar芍n el costo del crecimiento econ車mico. En el futuro resultar芍 m芍s viable procurar peque?os avances en diferentes 芍mbitos que aspirar a un pacto general.
En primer lugar, corresponde a los gobiernos la responsabilidad primordial de la direcci車n del proceso de desarrollo sostenible. En realidad, deber赤a intentarse aplicar a las actividades un enfoque ascendente para lograr la participaci車n de todos, y crear una amplia asociaci車n entre los gobiernos, las empresas y la sociedad civil. Ahora bien, los gobiernos deben hacer una contribuci車n mayor a la planificaci車n estrat谷gica en general, y a pol赤ticas proactivas en materia de empleo, bienestar social y crecimiento econ車mico inocuo para el medio ambiente.
En segundo lugar, si bien es vital mantener la unidad mundial en el logro del desarrollo sostenible, es preciso que las Naciones Unidas se abstengan de imponer un modelo 迆nico para todos los pa赤ses del mundo. Es necesario que los pa赤ses escojan de forma independiente una v赤a para el desarrollo sostenible acorde con sus condiciones nacionales. Adem芍s, en ese proceso es natural que los pa赤ses hagan c芍lculos pr芍cticos y de determinaci車n de la relaci車n costo-beneficio, entre ellos el costo de modernizar las industrias tradicionales para que alcancen la categor赤a de "ecol車gicas", el grado en que la ecolog赤a puede influir sobre la producci車n y el estilo de vida modernos y la ventaja competitiva que les podr赤a reportar la econom赤a ecol車gica. Debe prestarse especial atenci車n a los pa赤ses vulnerables, incluidos los pa赤ses menos adelantados y los peque?os Estados insulares, a fin de dar respuesta a sus preocupaciones.
En tercer lugar, es importante coordinar las diferentes dimensiones de la sostenibilidad y no permitir que unas primen sobre otras o las excluyan. Por ejemplo, los pa赤ses en desarrollo est芍n afrontando enormes riesgos y desaf赤os para transformar su econom赤a y hacerla ecol車gicamente racional debido a su relativa limitaci車n en materia de recursos y conocimientos especializados en esta esfera. Si se impusieran desde el exterior prematuramente nuevas pol赤ticas de negociaci車n, como la "asistencia ecol車gica" o las "barreras ecol車gicas", ello crear赤a nuevos obst芍culos, aumentar赤a la frustraci車n y ser赤a contraproducente para sus esfuerzos en general.
En cuarto lugar, es menester fortalecer las actividades de las Naciones Unidas relativas al desarrollo sostenible. La Comisi車n sobre el Desarrollo Sostenible deber赤a preparar un marco institucional sobre el desarrollo sostenible para la Conferencia de R赤o + 20, que se celebrar芍 en junio de 2012. Es preciso que se cumplan las promesas de ayuda financiera de los pa赤ses desarrollados a los pa赤ses en desarrollo en diversos 芍mbitos relacionados con la sostenibilidad, como el cambio clim芍tico y una econom赤a ecol車gica. Las Naciones Unidas deber赤an concentrarse en el cumplimiento de las metas ya establecidas en relaci車n con los ODM y el cambio clim芍tico, que siempre ser芍 fundamental, y m芍s importante y pr芍ctico que trazar fronteras nuevas y dif赤ciles de alcanzar.
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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?