En el a?o 2006, el n迆mero total de muertes anuales de ni?os menores de cinco a?os de edad descendi車 por vez primera en la historia reciente por debajo de 10 millones y se situ車 en 9,7 millones de muertes. Este descenso representa una disminuci車n del 60% de la tasa de mortalidad infantil desde 1960. Los datos reunidos por el Grupo Interinstitucional para las Estimaciones sobre Mortalidad ponen de manifiesto que se han logrado avances en todas las partes del mundo. Desde 1990, la tasa de mortalidad de ni?os menores de cinco a?os en China ha pasado de 45 a 24 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representa una reducci車n del 47%; en India0esta tasa se redujo a su vez un 34%. Las tasas de seis pa赤ses-- Bangladesh, Bhut芍n, Bolivia, Eritrea, Nepal y la Rep迆blica Democr芍tica Popular Lao --descendieron en un 50% o m芍s entre 1990 y 2006, si bien la tasa de mortalidad de ni?os menores de cinco a?os en estos pa赤ses sigue siendo elevada. Etiop赤a logr車 una reducci車n de casi el 40% durante el mismo per赤odo.
Todas 谷stas son noticias alentadoras. Los datos muestran que es posible avanzar en este 芍mbito y que se puede lograr m芍s si se potencian los programas que producen resultados sobre la base de informaci車n precisa en aquellos aspectos que funcionan. No obstante, no es momento para la autocomplacencia. La p谷rdida de 9,7 millones de vidas infantiles cada a?o resulta inaceptable, en particular cuando muchas de estas muertes pueden evitarse. Y a pesar de estos avances, el mundo no va por buen camino para alcanzar la meta de los objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) de reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad infantil para 2015.
La mejora de la salud de las mujeres embarazadas y de las nuevas madres desempe?ar芍 un importante papel para reducir la mortalidad infantil en el futuro. Una nutrici車n deficiente de las mujeres puede provocar nacimientos prematuros y neonatos de bajo peso. Asimismo, las pruebas indican que los ni?os que pierden a su madre tienen m芍s probabilidades de morir antes de cumplir los dos a?os que aquellos cuya madre sobrevive. Tambi谷n se han logrado avances en este aspecto, sobre todo mediante la potenciaci車n de las principales intervenciones como, por ejemplo, la asistencia especializada durante el parto. Sin embargo, m芍s de medio mill車n de mujeres mueren cada a?o debido a complicaciones surgidas durante el embarazo y el parto. Es necesario centrar las principales intervenciones en el 芍mbito comunitario como parte de un esfuerzo integrado para apoyar el desarrollo de sistemas sanitarios m芍s s車lidos a escala nacional. La adopci車n de intervenciones sanitarias b芍sicas a gran escala, como la lactancia materna temprana y exclusiva, la vacunaci車n, la administraci車n de complementos de vitamina A y el uso de mosquiteras tratadas con insecticida para evitar la malaria son indispensables para seguir avanzando.
Sin embargo, si deseamos mantener y aumentar los avances logrados en los 迆ltimos a?os tenemos que reconocer que para prestar mejores servicios de salud y ampliar la cobertura de las intervenciones vitales a quienes m芍s las necesitan, no s車lo son necesarios m芍s hospitales, mejores vacunas y profesionales de la salud m芍s capacitados, sino tambi谷n buenas carreteras, un suministro de agua fiable y una mejor alimentaci車n y seguridad alimentaria. Sin ellos, los trabajadores de la salud se enfrentan a dificultades para llegar a las aldeas y hogares, la desnutrici車n socava los efectos de las intervenciones sanitarias, las fuentes de agua contaminada provocan enfermedades diarreicas y las pr芍cticas poco higi谷nicas hacen que los ni?os y sus madres sean m芍s vulnerables a las enfermedades. El crecimiento econ車mico, la lucha contra la pobreza y contar con trabajadores de la salud capacitados son todos ellos factores que contribuyen a incrementar la supervivencia infantil y a reducir la mortalidad materna.
Ofrecer ense?anza b芍sica, especialmente a las ni?as, ser芍 crucial para mantener y aumentar los frutos de los recientes avances. La mejora del acceso a la educaci車n es un elemento fundamental para aumentar el n迆mero de trabajadores de la salud capacitados, en particular a nivel local. Y la ense?anza b芍sica universal reduce la pobreza y contribuye al crecimiento econ車mico al aumentar la productividad. Asimismo, la educaci車n contribuye a infundir conductas y h芍bitos que tienen un efecto positivo sobre la salud de las personas. Con el tiempo, los ni?os que acaban la ense?anza b芍sica se convierten en padres de familia m芍s capaces de ofrecer una atenci車n de calidad a sus hijos y pueden aprovechar mejor los servicios sanitarios y sociales de los que disponen. La evidencia indica que cuando las ni?as que han cursado al menos la ense?anza b芍sica alcanzan la edad adulta tienen m芍s probabilidades de gestionar el tama?o de sus familias de acuerdo con sus capacidades y de ofrecer una mejor atenci車n a sus hijos y enviarlos a la escuela que aquellas que carecen de educaci車n.
La ense?anza primaria universal es en s赤 misma un objetivo de desarrollo del Milenio. La primera medida del 谷xito de la educaci車n es lograr que todos los ni?os terminen la ense?anza primaria. Sin embargo, terminar la escuela no es suficiente. La calidad de los conocimientos y el nivel de competencia que pueden impartir las escuelas reviste igual importancia. Un comienzo temprano es vital para que los ni?os adquieran buenos h芍bitos de salud, pautas responsables de conducta y una mayor confianza en s赤 mismos. No obstante, si nos concentramos exclusivamente en la ense?anza primaria y en los ni?os de corta edad, no obtendremos los resultados que la educaci車n debe brindar, ya que estos atributos a menudo s車lo se ponen realmente en pr芍ctica cuando las ni?as y ni?os alcanzan la adolescencia. Por ello debemos prestar especial atenci車n a una educaci車n de calidad para los ni?os, los adolescentes y los j車venes.
Una educaci車n de calidad implica buenos m谷todos de ense?anza y materiales de aprendizaje adecuados para las personas que gozan de suficiente salud para beneficiarse de las ventajas que ofrece un entorno favorable al aprendizaje. Las escuelas que no disponen de servicios b芍sicos, como retretes adecuados, agua potable y zonas de juegos, no se prestan para impartir una educaci車n de calidad, en particular para las ni?as, cuyas perspectivas educativas se ven afectadas. Ante la falta de instalaciones adecuadas para las ni?as, muchos padres y madres de familia retiran a sus hijas de la escuela cuando 谷stas alcanzan la adolescencia. Y la evidencia indica que la educaci車n, especialmente la de las ni?as, es crucial para el desarrollo y el empoderamiento de la mujer. La educaci車n aumenta la productividad econ車mica, reduce la pobreza, disminuye la mortalidad maternoinfantil y ayuda a mejorar la nutrici車n y la salud.
Adem芍s, el suministro de agua potable y un servicio de saneamiento adecuado en las escuelas a menudo impulsan la demanda de estos servicios por parte de la comunidad en general. A medida que mejora la educaci車n y la salud de las comunidades, mejoran igualmente, por extensi車n, sus perspectivas de disminuir los niveles de mortalidad maternoinfantil. Dentro de las aulas es indispensable que el entorno permita a los ni?os participar activamente en el proceso educativo y ofrezca recursos adecuados para fomentar el entusiasmo por el aprendizaje. Los programas como "Child Friendly School Initiative" apoyan el desarrollo de escuelas que ofrecen una educaci車n segura, de alta calidad e inclusiva hecha a la medida de las necesidades de sus alumnos.
La educaci車n no reglada para aquellos que no asisten a la escuela puede igualmente contribuir a la salud y el bienestar de las mujeres, los ni?os y sus comunidades. Otra iniciativa, el programa "Child-to-Child for School Readiness", ofrece capacitaci車n y materiales que permiten a los profesores formar a los estudiantes para que 谷stos puedan transmitir los conocimientos adquiridos a sus hermanos y hermanas que no asisten a la escuela o no han ingresado todav赤a en ella. Este programa ha sido puesto a prueba en muchos pa赤ses y ha demostrado su eficacia para difundir h芍bitos y pr芍cticas saludables fuera de las escuelas y en los hogares y las comunidades.
La relaci車n existente entre la educaci車n y la salud infantil y materna es evidente. La mayor lecci車n -que todos los objetivos de desarrollo del Milenio est芍n relacionados entre s赤 y que el 谷xito en uno de ellos s車lo ser芍 sostenible si se logran todos los objetivos- forma parte de todas las actividades de desarrollo del sistema de las Naciones Unidas.
**UNICEF Photo/Anita Khemka
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