Las regiones abarcadas por la Comisi車n Econ車mica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) -- todo el continente europeo, Am谷rica del Norte y Asia central -- se caracterizan por una enorme diversidad en los niveles de desarrollo econ車mico. Mientras que la mayor赤a de los pa赤ses de Europa occidental y de Am谷rica del Norte tienen niveles de producto interno bruto (PIB) per c芍pita muy superiores a los 20.000 d車lares, en Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental, el nivel es inferior a los 10.000 d車lares. En algunos pa赤ses est芍n surgiendo econom赤as de mercado, que corresponden de cerca al PIB medio per c芍pita de los pa赤ses de Am谷rica Latina y algunos pa赤ses africanos m芍s acomodados, como Egipto (con m芍s de 4.000 d車lares). Otros tienen niveles muy inferiores de ingresos; por ejemplo, el Tayikist芍n tiene el mismo nivel que Rwanda (unos 1.200 d車lares) y en Moldova el nivel de ingresos se acerca al de Ghana (2.000 d車lares).
Esta situaci車n se refleja en el progreso desigual de los objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) en la regi車n de la CEPE de las Naciones Unidas. Si bien las metas de los ODM se han alcanzado en gran medida en Am谷rica del Norte y en Europa occidental y central, muchos objetivos siguen planteando un problema para la mayor parte de los pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental. En general, estos pa赤ses registraban crecimientos econ車micos sostenidos entre 2000 y 2005, en gran parte debido a un entorno global favorable, con inclusi車n de tipos reducidos de inter谷s y precios de los productos b芍sicos elevados, y, en mucho menor grado, a reformas institucionales y a su mayor integraci車n en la econom赤a mundial.
Grados de logro. En general, este rendimiento econ車mico ha reducido el nivel de la pobreza (ODM 1), pero de una manera desigual. En los pa赤ses ricos en recursos, los beneficios del crecimiento resultante de las exportaciones de productos b芍sicos no han llegado gradualmente lo suficiente a los sectores m芍s pobres de la poblaci車n, debido en particular a una falta de inversiones en nuevas actividades generadoras de puestos de trabajo y a una redistribuci車n insuficiente del super芍vit por medio de transferencias de ingresos o de programas sociales apropiados. Para los pa赤ses de bajos ingresos, la tasa de crecimiento considerablemente inferior no se ha visto mitigada hasta ahora por el nivel de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) correspondiente a las necesidades de financiaci車n de esos pa赤ses para una reducci車n sustancial de la pobreza. Otra raz車n importante de la persistencia de la pobreza es la situaci車n del empleo. Con muy pocas excepciones, como Armenia, Moldova y Ucrania, la tasa de actividad entre 2000 y 2005 en los pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central se ha estancado e incluso se ha reducido en algunos casos. En general, se ha mantenido entre los l赤mites del 45 al 55 por ciento, con excepci車n de la Federaci車n de Rusia, donde se ha estabilizado al 66 por ciento.
Las dimensiones territorial y 谷tnica de la pobreza tienen tambi谷n que tomarse en consideraci車n. Por ejemplo, en el Kazajst芍n, la proporci車n de la poblaci車n que vive por debajo de la l赤nea nacional de la pobreza var赤a entre menos del 3 por ciento en las principales ciudades (Almaty, Astana) y m芍s del 25 por ciento en algunas regiones del oeste y del sur del pa赤s. En Albania, Rumania y Serbia, el porcentaje de las personas que viven con menos de 2 d車lares al d赤a oscila entre el 20 y el 40 por ciento entre las comunidades roman赤es, mientras que el mismo indicador es inferior al 5 por ciento para el resto de la poblaci車n. Si bien se puede observar una tendencia hacia la reducci車n de la pobreza en los pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental, existe todav赤a una gran proporci車n de la poblaci車n sometida a una pobreza relativa, que en parte sigue viviendo en la pobreza absoluta (con menos de 2 d車lares al d赤a). Las poblaciones de las zonas rurales se ven particularmente afectadas, as赤 como los trabajadores sin empleo o sin calificaciones, las minor赤as 谷tnicas, los jubilados y las personas de edad, las familias monoparentales y las personas con problemas de salud.
Se requieren tambi谷n progresos adicionales para alcanzar oportunidades iguales para los hombres y las mujeres (ODM 3). Los puestos de trabajo de las mujeres se concentran cada vez m芍s en la parte inferior del mercado de trabajo, con s車lo una moderada participaci車n de las mujeres en los puestos de gesti車n. La desigualdad entre los g谷neros en el empleo, caracterizada por salarios inferiores, unido a un deterioro de los servicios p迆blicos, con inclusi車n de las instalaciones de atenci車n de los ni?os y una evaluaci車n hacia sistemas de pensiones basados en el mercado determina que las mujeres est谷n m芍s propensas a la pobreza. La feminizaci車n de la pobreza es especialmente patente entre las mujeres de edad, las madres solteras y las mujeres que viven en grandes familias. Adem芍s, la diferencia de remuneraciones por g谷nero es particularmente elevada, entre el 30 y el 50 por ciento, en pa赤ses como Armenia, Georgia, Kazajst芍n, la Federaci車n de Rusia y el Tayikist芍n. Esta diferencia no se ha reducido incluso con el crecimiento econ車mico reciente, salvo en unos pocos pa赤ses, como Armenia y Ucrania. Las mujeres hacen frente a desigualdades incluso mayores en la esfera pol赤tica: su participaci車n en los parlamentos nacionales sigue siendo marginal, y s車lo tres pa赤ses de la regi車n de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental, muestran un porcentaje superior al 20 por ciento -- Belar迆s, la ex Rep迆blica Yugoslava de Macedonia y Moldova -- mientras que en ocho pa赤ses el porcentaje sigue siendo inferior al 10 por ciento.
Mientras que la regi車n muestra una pauta de disminuci車n de la mortalidad infantil (ODM 4), las estimaciones globales sugieren que en varios pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental, el ritmo de disminuci車n no es lo suficientemente r芍pido para alcanzar el objetivo en 2015, es decir, reducir la mortalidad infantil en los dos tercios. En Azerbaiy芍n y los pa赤ses de Asia central, se calcula que 6 a 10 ni?os de cada 100 no viven para alcanzar la edad de cinco a?os; esto indica deficiencias importantes en la asistencia de salud primaria.
En lo que respecta a la extensi車n de las epidemias (ODM 6), estimaciones recientes del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA muestran que el n迆mero de personas que viven con el VIH en los pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central gira en torno a 1,6 millones en comparaci車n con 630.000 en 2001. La Federaci車n de Rusia y Ucrania son los dos pa赤ses m芍s afectados y ambos representan casi el 90 por ciento de los diagn車sticos de VIH reci谷n comunicados en 2006. Otro problema grave de salud que afecta tanto a los pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental es la reaparici車n de la tuberculosis. Sus tasas de incidencia son particularmente elevadas en Asia central, entre 120 y 140 por 10.000 personas al a?o, con un 赤ndice m芍ximo de casi 200 casos nuevos en el Tayikist芍n en 2005 (en comparaci車n con una media de 20 en los pa赤ses de la Uni車n Europea).El acceso al agua potable (ODM 7) sigue siendo un problema en varios pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y Europa sudoriental. El porcentaje de familias que tienen acceso al agua suministrada por tuber赤a suele representar el 80 por ciento de las familias urbanas, mientras que suele ser muy reducido en las zonas rurales. En diez pa赤ses de la regi車n menos del 30 por ciento de las familias rurales disponen de agua suministrada por tuber赤as, lo que supone una repercusi車n previsible en la salud p迆blica.
El logro de los ODM sigue planteando un problema para la regi車n de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central y algunos pa赤ses de Europa sudoriental. En consecuencia, es fundamental considerar el planteamiento global con respecto a las pol赤ticas econ車micas y sociales, que es probable puedan acelerar los progresos hacia el logro de los objetivos en esas regiones. Si bien el crecimiento es un factor fundamental para la erradicaci車n de la pobreza, es poco probable que resulte suficiente para alcanzar varios objetivos. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a los aspectos de la pobreza no relacionados con los ingresos, como las disparidades regionales, 谷tnicas y de g谷nero y las desigualdades en el acceso a los sistemas de educaci車n y salud.
Un proceso de desarrollo inclusivo. Para abordar estos problemas fundamentales en relaci車n con un proceso de desarrollo inclusivo se requiere un enfoque hol赤stico -- superando el enfoque convencional con respecto a las pol赤ticas de estabilizaci車n macroecon車mica unido a medidas concretas destinadas a los segmentos m芍s pobres de la poblaci車n. Lo que falta en ese enfoque es una concentraci車n en la necesidad de inversiones m芍s directas en capital humano. Las inversiones en servicios de salud y educaci車n, y un mejoramiento de la situaci車n de las mujeres como un recurso importante para la econom赤a, son realmente fundamentales para abordar las necesidades de los pobres a corto plazo y prescribir un crecimiento m芍s sostenible a medio y largo plazo.
El crecimiento actual de los dividendos y los recursos que se est芍n poniendo a disposici車n por medio de precios elevados de los productos b芍sicos en algunos pa赤ses de Europa oriental, el C芍ucaso y Asia central no se est芍n orientando de manera suficiente a esa inversi車n en capital humano. Incluso en estos pa赤ses ricos en recursos, el acceso a los servicios de educaci車n y salud de calidad est芍n determinado cada vez m芍s por los niveles de ingresos, lo que se debe principalmente a la privatizaci車n de muchos de esos servicios. Si no se contrarresta, este acceso selectivo puede no s車lo reducir el crecimiento a m芍s largo plazo, sino tambi谷n disminuir la probabilidad de lograr varios de los ODM. En los pa赤ses de bajos ingresos de la regi車n, este riesgo se ve agravado por las estrictas restricciones presupuestarias que han dado origen a reducciones importantes de los gastos p迆blicos. Como estos pa赤ses se basan en transferencias de recursos importantes en forma de AOD, existe una necesidad urgente de incrementar los niveles de ayuda, pero esto debe tambi谷n destinarse a programas sociales concretos para las poblaciones m芍s pobres y, en un sentido m芍s amplio, a la inversi車n en capital humano.
En conclusi車n, un proceso de desarrollo inclusivo en la regi車n requiere una combinaci車n de pol赤ticas que combine las pol赤ticas macroecon車micas para dar crecimiento a un ritmo sostenido de las pol赤ticas estructurales con el fin de aumentar al m芍ximo la creaci車n de empleos en toda la diversificaci車n geogr芍fica y sectorial de las actividades, y pol赤ticas sociales centradas en la lucha contra la discriminaci車n de g谷nero y 谷tnica, as赤 como velar por el acceso universal a la educaci車n y la salud. El entorno externo no debe omitirse en esa adopci車n de pol赤ticas, con dos importantes preocupaciones en mente. La primera es abordar los conflictos pol赤ticos no resueltos en la regi車n, ya que son un factor importante de limitaci車n del crecimiento y afectan a los pobres en particular. El otro consiste en promover la integraci車n econ車mica subregional y regional, al mismo tiempo que se mantienen las fronteras abiertas y se facilita el comercio como factores tambi谷n importantes que influyen en el crecimiento y en la reducci車n de la pobreza.
La CEPE de las Naciones contribuye a este 迆ltimo objetivo de cooperaci車n e integraci車n econ車mica, en particular mediante sus actividades para facilitar el comercio y el cruce de las fronteras, as赤 como los v赤nculos de transporte paneuropeos y euroasi芍ticos, que est芍n directamente relacionados con los objetivos del comercio internacional y de los pa赤ses sin litoral tal como figura en el ODM 8. Mediante su programa ambiental y sus actividades relacionadas con el g谷nero, la CEPE de las Naciones Unidas contribuye tambi谷n al logro de los ODM 3 y 7, respectivamente. Adem芍s, como se ha indicado en su informe de 2005 sobre la reforma, la CEPE de las Naciones Unidas garantiza el seguimiento regional de las tendencias de los ODM y aporta una plataforma para que todos los interesados compartan su informaci車n, opiniones y experiencia en la aplicaci車n de los ODM, que sigue planteando un problema para un n迆mero considerable de sus Estados Miembros.
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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?