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Objetivo 8

Promover el crecimiento econ¨®mico sostenido, inclusivo y sostenible,?el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

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Tras una aut¨¦ntica tempestad de consultas, debates, equipos de trabajo e informes que ha durado dos a?os, el 19 de enero de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas dio comienzo a su ¨²ltima ronda de negociaciones para concluir la agenda mundial para el desarrollo despu¨¦s de 2015, que da seguimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

El principal documento de debate fue una propuesta de 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y 169 metas. Con una lista tan larga, cabe esperar que haya cambios, y tal vez que se abrevie la lista, antes de dar por terminado el texto definitivo que se aprobar¨¢ en septiembre de 2015, aunque el alcance de los objetivos b¨¢sicos no deber¨ªa modificarse.

El Objetivo 8 tiene como fin ¡°promover el crecimiento econ¨®mico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos¡±. Para los pr¨®ximos cinco a?os est¨¢ previsto que aumente el desempleo: es probable que en 2019 haya 212 millones de personas m¨¢s sin empleo y muchas m¨¢s atrapadas en una situaci¨®n laboral vulnerable y precaria. Por consiguiente, este objetivo refleja las preocupaciones de los gobiernos y las poblaciones de todo el mundo.

Para la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), el Objetivo 8 incluye los siguientes temas prioritarios:

??????? ? El empleo pleno y productivo y el trabajo decente

??????? ? La desigualdad salarial por raz¨®n de sexo

??????? ? El desempleo entre los j¨®venes

??????? ? La eliminaci¨®n de todas las formas de trabajo infantil

??????? ? La formalizaci¨®n de la econom¨ªa informal

??????? ? Los emprendimientos, las microempresas y las peque?as y medianas empresas

??????? ? La protecci¨®n de los derechos laborales y la promoci¨®n de un entorno de trabajo seguro

??????? ? Los trabajadores migratorios

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Las prioridades relativas al trabajo decente tambi¨¦n est¨¢n recogidas en otros objetivos. Las competencias t¨¦cnicas y profesionales se recogen en el Objetivo 4, que se refiere a la educaci¨®n, mientras que en el Objetivo 1, dedicado a la pobreza, se hace referencia al nivel m¨ªnimo de protecci¨®n social.

?Se traducir¨¢n verdaderamente estos objetivos en cambios reales en el ¨¢mbito laboral? A pesar de los sorprendentes avances logrados en ciertas esferas, los ODM que los precedieron tuvieron resultados dispares. ?Funcionar¨¢n mejor los ODS? La respuesta es que no hay otra opci¨®n.

Ser¨¢ fundamental conseguir resultados concretos para mantener y promover la noci¨®n de la cooperaci¨®n multilateral. Si bien la nueva agenda seguir¨¢ siendo voluntaria y no vinculante, influir¨¢ en esferas clave de pol¨ªticas, orientar¨¢ la opini¨®n p¨²blica, determinar¨¢ el destino de la asistencia oficial para el desarrollo y otros fondos para promover el desarrollo, y ofrecer¨¢ ciertos par¨¢metros para evaluar y examinar las decisiones de los gobiernos. Adem¨¢s, fijar¨¢ el rumbo de las actividades de programaci¨®n en el sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo.

En lo que se refiere al Objetivo 8 y el programa de trabajo decente, ?en qu¨¦ debemos centrarnos? He aqu¨ª algunas reflexiones respecto a tres esferas clave.

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Modificaci¨®n de las pol¨ªticas nacionales

Si bien los objetivos son mundiales, cada pa¨ªs establecer¨¢ sus propias metas nacionales. Los resultados depender¨¢n sobre todo de las medidas que se adopten a nivel nacional, que obedecer¨¢n principalmente a la voluntad de los gobiernos de dar prioridad a los objetivos y las metas y ajustar sus pol¨ªticas. La OIT ofrecer¨¢ asesoramiento para inspirar el dise?o de pol¨ªticas mejoradas.

Habr¨¢ una fuerte demanda en los temas que se especifican en las metas del Objetivo 8: la protecci¨®n social, las competencias, las peque?as y medianas empresas, el empleo de los j¨®venes, el trabajo infantil, los derechos laborales, el entorno de trabajo seguro y sin riesgos y la migraci¨®n. Las estrategias nacionales integrales y eficaces que se tracen para cumplir el Objetivo 8, que comprende el empleo y el trabajo decente, deber¨¢n ir acompa?adas de instrumentos de diagn¨®stico, indicadores confiables y una nueva concepci¨®n de las concesiones y las sinergias entre las distintas esferas de pol¨ªticas.

Ser¨¢ importante fortalecer las capacidades e instituciones nacionales, para lo cual habr¨¢ que empezar por recabar y analizar mejor las estad¨ªsticas del mercado laboral. La ¡°revoluci¨®n de los datos¡± requiere iniciativas p¨²blicas y privadas innovadoras para mejorar la reuni¨®n y difusi¨®n a gran escala de estad¨ªsticas de desarrollo. La OIT tendr¨¢ un papel significativo en este ¨¢mbito.

Tambi¨¦n debe ser prioritario, tanto para la OIT como para la agenda despu¨¦s de 2015, estructurar burocracias nacionales competentes y que rindan cuentas de sus actos, as¨ª como organizaciones e instituciones eficaces para el mercado laboral. Hoy d¨ªa es evidente que la cooperaci¨®n multilateral funciona mejor cuando los organismos internacionales y los gobiernos trabajan en colaboraci¨®n con otros ¨®rganos, como las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado, las autoridades locales y otros interesados.

Es preciso que las organizaciones que representan a los empleadores y los sindicatos participen en la puesta en pr¨¢ctica de la nueva agenda para asegurar que el dise?o de pol¨ªticas sea el id¨®neo y que haya procesos genuinos de vigilancia, evaluaci¨®n y rendici¨®n de cuentas.

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Alianzas mundiales

Ser¨¢ esencial que exista un entorno internacional favorable a la promoci¨®n de la agenda para despu¨¦s de 2015, especialmente en los pa¨ªses m¨¢s pobres. A¨²n as¨ª, las alianzas mundiales siguen siendo una cuesti¨®n delicada y est¨¢ claro que los ODM han fracasado en este ¨¢mbito.

Ahora bien, es cierto que el contexto internacional ha cambiado. Se observan indicios de cambio hacia una constelaci¨®n de poder multipolar e innovaciones en las instituciones de gobernanza mundial, como el nuevo papel del G20 y la propuesta de crear el Nuevo Banco de Desarrollo (denominado anteriormente Banco de Desarrollo de los Pa¨ªses del Grupo BRICS). La asistencia oficial para el desarrollo seguir¨¢ siendo fundamental para algunos pa¨ªses en desarrollo y para ciertos sectores, pero ser¨¢ igualmente importante perfeccionar la orientaci¨®n hacia el desarrollo de los marcos internacionales para el comercio, las finanzas, la inversi¨®n, la tecnolog¨ªa, la tributaci¨®n, la migraci¨®n y el medio ambiente.

Se est¨¢ abandonando en gran medida el enfoque restringido basado en el consenso de Washington, y los argumentos emp¨ªricos y econ¨®micos que motivan ese abandono resultan convincentes. Los economistas ortodoxos ya no pueden desestimar la necesidad de regular el sistema financiero, la pol¨ªtica industrial, el salario m¨ªnimo, la seguridad social, la tributaci¨®n progresiva y la gesti¨®n de la demanda agregada en un marco de sostenibilidad fiscal a largo plazo. Sin embargo, esta situaci¨®n no se est¨¢ traduciendo del todo en cambios tangibles en los marcos regulatorios nacionales y en las agendas pol¨ªticas, ni en una gesti¨®n macroecon¨®mica mundial m¨¢s activa.

La OIT participa activamente en el debate sobre las pol¨ªticas que tiene lugar en el seno del G20. La agenda para despu¨¦s de 2015 deber¨ªa considerarse como un escenario adicional, es decir, un canal complementario para interactuar con los tecn¨®cratas, los pol¨ªticos y el p¨²blico en general. Los ex¨¢menes tem¨¢ticos peri¨®dicos de los avances mundiales en esferas clave ser¨¢n uno de los componentes del marco futuro para poner en pr¨¢ctica la agenda. As¨ª se presentar¨ªa la oportunidad de colaborar con organismos afines para forjar un consenso firme orientado a promover el crecimiento econ¨®mico inclusivo, sostenible y generador de empleo.

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¡°Unidos en la acci¨®n¡±

Habr¨¢ una preocupaci¨®n constante por estrechar m¨¢s la cooperaci¨®n con otros organismos del sistema en relaci¨®n con los ODS y, tal vez, con las instituciones financieras internacionales, y con ello se dar¨¢ nuevo impulso a los esfuerzos para que el sistema de las Naciones Unidas act¨²e de manera concertada.

La OIT se distingue del resto de los organismos por su car¨¢cter tripartito. Tendremos que adaptar nuestro funcionamiento y, al mismo tiempo, procurar que el sistema de las Naciones Unidas en su conjunto aprecie el valor de nuestro enfoque distintivo. La experiencia adquirida hasta el momento en las iniciativas para fomentar el trabajo decente demuestra que hay mucho que ganar, y tambi¨¦n mucho que aprovechar, tanto en nuestras campa?as de promoci¨®n global como en las operaciones de ¨¢mbito nacional.

Para concluir, cabe destacar que, hasta el momento, en la agenda para despu¨¦s de 2015 se ha reconocido claramente el potencial del trabajo decente como motor del desarrollo incluyente y sostenible. La OIT representar¨¢ un papel din¨¢mico para que esta agenda se traduzca en cambios concretos.?