El 10 de diciembre de 1998, D赤a Internacional de los Derechos Humanos, un grupo de activistas sudafricanos fund車 la Campa?a de Acci車n en favor del Tratamiento (Treatment Action Campaign o TAC). No fue accidental que se creara exactamente al cumplirse 50 a?os de la aprobaci車n de la Declaraci車n Universal de Derechos Humanos. La caracter赤stica central de la Campa?a es su despliegue de actividades de promoci車n para luchar por la realizaci車n del derecho a la salud, que est芍 consagrado en los tratados internacionales y en la Constituci車n de Sud芍frica.
Cuando se constituy車 la TAC Sud芍frica estaba abocada a una crisis en la esfera de la salud. Actualmente m芍s de cinco millones de sudafricanos est芍n infectados por el VIH, y se detectan 1.500 nuevos casos de infecci車n por d赤a. Entre 1990 y 2008 ocurrieron aproximadamente 2,5 millones de muertes. Adem芍s, Sud芍frica encara una creciente epidemia de tuberculosis y una propagaci車n cada vez m芍s extensa de la tuberculosis multirresistente o la tuberculosis extremadamente farmacorresistente. Durante el citado periodo, la mortalidad maternoinfantil tambi谷n alcanz車 un nivel cr赤tico.
Durante su primer decenio, la Campa?a se concentr車 en oponerse a las pol赤ticas gubernamentales de salud p迆blica que no se basaban en evidencias y situaban las ganancias de empresas multinacionales por encima de los intereses de la poblaci車n. Al inicio, la Campa?a se esforz車 por garantizar que determinados medicamentos estuvieran al alcance de personas pobres que no pod赤an adquirirlos. Sus miembros observaron que en tanto que muchos pobres de los pa赤ses en desarrollo no pod赤an acceder a tratamientos necesarios para salvar la vida, las personas de los pa赤ses m芍s ricos que viv赤an con el VIH se beneficiaban de esos medicamentos. Se intent車 abordar a compa?赤as farmac谷uticas y alentarlas a declarar de forma transparente de qu谷 manera calculaban los precios que estaban cobrando. Sin embargo, pocas compa?赤as se mostraron dispuestas a revelar esa informaci車n, porque habr赤a significado revelar tambi谷n c車mo amasaban ganancias de millones de d車lares en pa赤ses como Sud芍frica a expensas de los pobres, que segu赤an muriendo de enfermedades tratables y controlables.
La Campa?a estableci車 asociaciones de solidaridad con activistas del Brasil, la India, Tailandia, los Estados Unidos, el Reino Unido, y otros pa赤ses. De manera conjunta, crearon un movimiento global de lucha contra la especulaci車n de las compa?赤as farmac谷uticas por el que impugnaron el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio y su aplicaci車n en pa赤ses en desarrollo con epidemias extensas de VIH, tuberculosis o malaria. La Campa?a inici車 procesos jur赤dicos contra las patentes de empresas multinacionales, como la Pfizer en Sud芍frica, por los exorbitantes precios de medicamentos esenciales como el fluconazol.
Asimismo, la Campa?a impugn車 las patentes que permiten a las compa?赤as farmac谷uticas vender medicamentos esenciales sin competencia y hacerse de cuantiosas ganancias, mientras que muchos pobres no pueden costear tratamientos indispensables. Se puso en evidencia dicha pr芍ctica mediante la obtenci車n de declaraciones juradas de personas que viven con el VIH y personal de atenci車n de la salud, junto con pruebas de los precios de la industria de medicamentos gen谷ricos. Se proporcion車 esta informaci車n a la Comisi車n de la Competencia de Sud芍frica con el fin de demostrar que es preciso abrir el mercado a un n迆mero mayor de compa?赤as para que exista competencia. Posteriormente, ello dio lugar a que el mercado sudafricano fuera m芍s competitivo y el precio de la terapia triple para el VIH cayera de alrededor de 4500 rand por mes a poco menos de 200 rand. Una vez que los precios bajaron a este nivel, los activistas de la TAC estuvieron en condiciones de presionar al Gobierno para que ampliara dr芍sticamente el acceso al tratamiento contra el VIH.
Durante este periodo la Campa?a enfrent車 un clima pol赤tico sumamente hostil. Bajo la direcci車n del ex-Presidente Thabo Mbeki, el Ministerio de Salud se concentr車 en presentar excusas para justificar el hecho de que el Gobierno no proporcionara tratamiento contra el VIH. A la larga se hizo evidente que trat芍bamos con un Gobierno empe?ado en la negaci車n que incluso llegaba al extremo de refutar p迆blicamente la existencia de una crisis del sistema de salud. El Gobierno neg車 rotundamente que un gran n迆mero de mujeres y ni?os mor赤an en nuestro sistema de salud p迆blica, y promovi車 terapias alternativas, como la medicina tradicional, con mucho m芍s entusiasmo que el tratamiento contra el VIH. La Campa?a se vio precisada a dar respuesta a estos abusos de poder mediante la movilizaci車n comunitaria y la promoci車n de ciudadanos activos que desafiaran la actitud negativa del Gobierno y su falta de voluntad para luchar eficazmente contra el VIH. Voluntarios de la TAC crearon filiales de base en toda Sud芍frica para educar, organizar y movilizar nuestras comunidades, e instruirlas en materia de derechos humanos y de los aspectos cient赤ficos relacionados con el VIH. Con el tiempo, este activismo, combinado con la frustraci車n de muchas personas pobres, dio lugar a un movimiento social. La Campa?a se esforz車 por que cobrara sentido el texto de la Constituci車n de Sud芍frica en que se garantizan los derechos a la salud y la vida, recurriendo a m迆ltiples estrategias, entre ellas el litigio, con miras a empoderar a las comunidades pobres y lograr que el Gobierno se hiciera responsable de las pol赤ticas que daban por resultado muertes innecesarias. Se forjaron asociaciones estrat谷gicas con movimientos sudafricanos clave que inclu赤an organizaciones religiosas, organizaciones de trabajadores y sindicatos, organizaciones de protecci車n de la infancia, M谷dicos Sin Fronteras y prominentes organizaciones jur赤dicas, entre ellas SECTION27 (Incorporating the AIDS Law Project) y el Centro de Recursos Jur赤dicos. Este movimiento inspir車 a muchos activistas de ?frica a emprender acciones similares en sus respectivos pa赤ses bajo la direcci車n de un nuevo movimiento denominado Movimiento Panafricano de Acceso a los Tratamientos.
Gracias a la acci車n colectiva logramos que se produjeran importantes cambios en Sud芍frica. En 2004, el tratamiento del VIH con medicamentos antirretrovirales en el sector p迆blico se incorpor車 a la pol赤tica oficial. En 2007, la Campa?a pas車 a ser un importante asociado en la redacci車n de un nuevo y amplio Plan Nacional Estrat谷gico de Lucha contra el VIH, la Tuberculosis y las Enfermedades de Transmisi車n Sexual para el per赤odo 2007-2011. Este suceso abri車 un nuevo cap赤tulo en Sud芍frica, en el que la sociedad civil y el Gobierno se unieron para luchar contra el VIH/SIDA. La TAC pas車 de la batalla contra pol赤ticas injustas a velar por que el Gobierno pusiera en pr芍ctica las pol赤ticas que hab赤a prometido aplicar.
Sab赤amos que el 谷xito de este nuevo plan requerir赤a liderazgo pol赤tico. En 2008, Barbara Hogan sustituy車 al ex Ministro de Salud Manto Tshabalala-Msimangwas. Para muchas personas que viv赤an con el VIH, esta fue una alentadora se?al de cambio. Un a?o m芍s tarde, el Dr. Aaron Motsaoledi se hizo cargo del ministerio y la Campa?a acogi車 con agrado a otro l赤der en谷rgico y profesional de la salud preocupado por las mayor赤as. Estos cambios dieron lugar a que en 2011 recibieran tratamiento 1,2 millones de personas, y el Gobierno se propone duplicar ese n迆mero en 2014. Hoy d赤a existen muy pocos desacuerdos entre el Gobierno y la sociedad civil en cuestiones de pol赤tica. El desaf赤o que resta es garantizar la ejecuci車n del plan sobre el VIH/SIDA.
Sud芍frica padece la mayor epidemia de VIH a nivel mundial y cuenta con el mayor programa para esta enfermedad en lo que respecta al n迆mero de personas que reciben tratamiento. Velar por que persista el compromiso del Gobierno de ofrecer tratamiento contra el VIH/SIDA sigue siendo una esfera de atenci車n cr赤tica. Adem芍s, consideramos que ya nuestro pa赤s tiene la oportunidad de ayudar a explorar medios creativos para financiar su sistema de salud de modo que preste servicios al mayor n迆mero de personas posible. Sud芍frica marcha en la direcci車n correcta, pero es necesario que redoble sus intervenciones de prevenci車n, y tambi谷n que procure subsanar las deficiencias en esta esfera.
Los resultados de Sud芍frica en la consecuci車n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la reducci車n de la mortalidad infantil y materna y con la lucha contra el VIH y la tuberculosis dependen de la garant赤a de s車lidas inversiones en actividades de formaci車n, el despliegue de m芍s trabajadores de atenci車n de la salud, la aplicaci車n de medios innovadores para prestar atenci車n primaria de la salud, la continuaci車n de los esfuerzos por reducir los precios del tratamiento contra el VIH y la garant赤a de que los recursos financieros existentes se puedan aprovechar m芍s.
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