Los siete miembros del Grupo Consultivo Juvenil sobre Cambio Climático se reunieron con el Secretario General, António Guterres, para mantener un animado debate sobre las prioridades en materia de acción climática para 2021. Expresaron sus preocupaciones en relación con los empleos verdes, las cargas de la deuda, la falta de financiación adecuada para los movimientos juveniles y los derechos sobre las tierras indígenas, entre otras cuestiones.

En la apertura de la sesión, el Secretario General se refirió al a?o 2021 como un a?o decisivo para la reconciliación de las actividades humanas con el clima y la naturaleza, ya que las principales conversaciones internacionales sobre el clima están previstas para la , que se celebrará en noviembre. Subrayó la necesidad fundamental de crear una coalición mundial que se comprometa a  para 2050 y que adopte medidas inmediatas para alcanzar este objetivo, entre las que se incluyen planes climáticos nacionales más sólidos. Además, hizo hincapié en que los países desarrollados deben contribuir más a respaldar la adaptación de los países en desarrollo y dedicar la mitad de su financiación climática a fomentar la resiliencia.

Manifestó que, para lograr un entorno de confianza y resultados significativos, existen muchos requisitos. Además, se?aló que es necesario ejercer presión sobre las personas que toman decisiones, algo que están haciendo los jóvenes.

Archana Soreng  dio inicio a los comentarios de los miembros del Grupo Consultivo Juvenil, en los que se informaba sobre las recientes conversaciones mantenidas entre jóvenes activistas climáticos que afirmaron la creciente preocupación por el futuro del empleo. Recalcó la importancia de invertir en empleos verdes y desarrollar normas internacionales para evitar el “lavado de imagen verde”. Al se?alar el enfado general entre los jóvenes por el dinero que se continúa invirtiendo en combustibles fósiles, recomendó que, en lugar de rescatar a las industrias contaminantes, se podrían tomar más medidas para ayudar a que sus trabajadores se recualificasen para los empleos verdes como parte fundamental de una transición justa hacia una economía verde.

Asimismo, exigió que la recuperación de la COVID-19 otorgase prioridad a los derechos sobre las tierras y la salud de las personas indígenas y locales, muchas de las cuales se han visto afectadas de manera desproporcionada por la crisis. El reciente crecimiento de las industrias extractivas ha provocado una presión adicional.

Vladislav Kaim se?aló los 250.000 millones de dólares que se invirtieron en combustibles fósiles en 2020 al plantear la cuestión de por qué esa suma no puede invertirse en empleos verdes para los jóvenes. Otra de las preocupaciones es que la moratoria del Fondo Monetario Internacional sobre la deuda pública de los países en desarrollo vence en junio. En muchos países, esto supondrá una limitación para sus reducidos presupuestos públicos.

Alegó que necesitamos una solución más sostenible y que si no se produce al menos una conversión parcial de la deuda, las  (planes nacionales de acción para el cambio climático) solo existirán sobre el papel. Propuso un canje de deuda por adaptación climática, según el cual los países podrían emplear los ahorros derivados del alivio de la deuda para invertir en la acción climática. Además, abogó por la movilización para garantizar empleos verdes para los jóvenes.

Nisreen Elsaim describió la necesidad de ayudar a los países en desarrollo a reducir el consumo de combustibles fósiles y llevar a cabo una transición hacia la energía limpia, dado que el acceso a la energía es un aspecto importante para el desarrollo. Insistió en que los planes climáticos nacionales solo resultarán eficaces si se pueden poner en práctica. Manifestó el deseo de llevar a cabo NDC viables con suficiente financiación.

En un momento emotivo, avivado por la experiencia personal, Paloma Costa contó la historia de una amistad suya que se dedica al activismo climático cuyos ingresos no son suficientes para suministrar medicamentos para los miembros de su familia enfermos de COVID-19. Declaró que debemos pensar en lo que está pasando en realidad, en cómo podemos respaldar la ambición climática en nuestros países y regiones. Describió los últimos acontecimientos como desgarradores e instó a que se invierta mucho más en las iniciativas juveniles y se les dé más visibilidad para que marquen la diferencia en sus localidades y planteen las demandas a los dirigentes nacionales.

Sophia Kianni expresó ideas similares, pues instó al Secretario General a crear oportunidades para que los jóvenes colaboren con los principales dirigentes nacionales y recomendó que se buscasen más vías de compromiso mutuo con los jóvenes. Además, instó a hacer un mayor uso de las plataformas de las redes sociales en las que los jóvenes están más activos.

Nathan Metenier se refirió a los jóvenes como impulsores no solo de la acción climática, sino del logro de una transición justa para un mundo más ecológico. En referencia a los movimientos juveniles sobre el cambio climático y sus grupos de voluntarios, manifestó que los jóvenes tienen un gran efecto multiplicador, pero reiteró que muchos aspectos dependen de que se proporcione una financiación suficiente. Instó al empoderamiento de los jóvenes, especialmente aquellos que viven en países en desarrollo y comunidades marginadas de países desarrollados, a fin de que puedan dar un mayor impulso.

Ernest Gibson manifestó que el clima, los derechos humanos y la violencia contra las mujeres tienen un elemento común, la mala gobernanza, la cual permite que estos perduren. Se?aló que es necesario apoyar las estructuras de gobernanza para que estas estén en mejores condiciones para adoptar medidas climáticas y satisfacer las necesidades de la población. Otro elemento fundamental es interactuar con las personas desde el principio de los procesos de desarrollo. Se?aló que las formas en las que se interactúa con las comunidades, los jóvenes, las mujeres y las discapacidades es bastante injusta. Advirtió además que no se tiene en cuenta su tiempo de forma adecuada ni se permite que las historias reales influyan en la manera de invertir el dinero.

En las observaciones finales, el Secretario General declaró que los desafíos relacionados con la recuperación de la COVID-19, el cambio y la adaptación climáticos y el alivio de la deuda exigen la adopción de medidas en muchos ámbitos, pero lo más importante es disponer del apoyo financiero adecuado. Para que las NDC puedan ponerse en práctica, en particular, es necesario encontrar un equilibrio justo y equitativo entre la mitigación de las emisiones, la adaptación y la financiación, ya que se lograrán pocos avances en la consecución de las emisiones netas cero si el resto de medidas no se aplican.

Los siete miembros del Grupo Consultivo Juvenil proceden de diferentes regiones del mundo y cuentan con antecedentes distintos, como activistas, abogados, investigadores, economistas y líderes en materia climática. Su función es incorporar las perspectivas de los jóvenes en las decisiones climáticas de alto nivel y asesorar al Secretario General. Conozca a los miembros de este grupo 补辩耻í.