Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, 26 de agosto a 4 de septiembre de 2002, Johannesburgo
Antecedentes
Una oportunidad para seguir adelante
La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 en Johannesburgo adoptó una que incluyó disposiciones que cubren un conjunto de actividades y medidas que deben tomarse para lograr un desarrollo que tenga en cuenta el respeto por el medio ambiente. De este modo, esta Cumbre, que contó con la participación de más de un centenar de jefes de Estado y de gobierno y decenas de miles de representantes gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, dio como resultado, después de varios días de deliberaciones, decisiones relacionadas con el agua, la energía, salud, agricultura, diversidad biológica y otras áreas de interés.
En el área del agua, el Plan de Implementación fomentó alianzas entre los sectores público y privado basadas en los marcos regulatorios establecidos por los gobiernos. Con respecto a la energía, se destacó la necesidad de diversificar el suministro de energía, así como la necesidad de agregar fuentes de energía renovables al suministro de energía global. En el ámbito de la salud, se reafirmaron los compromisos adquiridos en la lucha contra el VIH/SIDA y se hizo hincapié en el derecho de los Estados a interpretar el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio para promover el acceso universal a medicamentos.
En agricultura, se previeron negociaciones integrales sobre el Acuerdo sobre Agricultura de la OMC, que incluían el acceso a los mercados y la reducción de las subvenciones a la exportación. Con respecto a la diversidad biológica, el Plan de Implementación pidió el establecimiento de un régimen internacional para asegurar una distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos. El texto incluía disposiciones sobre el sobre la reducción de gases de efecto invernadero para los estados que lo habían ratificado. Se instó a los que aún no lo habían hecho a que lo ratificaran sin demora. Las disposiciones también incluyen la creación de un fondo de solidaridad mundial para la erradicación de la pobreza y el lanzamiento de programas decenal para apoyar iniciativas regionales y nacionales destinadas a acelerar la transición hacia patrones de producción y consumo viables.