La pandemia del COVID-19 afecta a todos, en todas partes.
Pero afecta de maneras distintas a diferentes grupos de personas y agudiza las desigualdades existentes.
Los datos preliminares indican que las tasas de mortalidad por COVID-19 podr¨ªan ser m¨¢s altas entre los hombres. Pero la pandemia est¨¢ teniendo consecuencias sociales y econ¨®micas devastadoras para las mujeres y las ni?as.
Hoy publicamos un informe en el que se muestra que el COVID-19 podr¨ªa revertir los limitados avances que se han logrado en materia de igualdad de g¨¦nero y derechos de las mujeres, y se recomiendan m¨¦todos para que el liderazgo y las contribuciones de las mujeres se sit¨²en en el punto central de la resiliencia y la recuperaci¨®n.
Cerca del 60 % de las mujeres de todo el mundo trabajan en la econom¨ªa informal, ganan menos, ahorran menos y corren un mayor riesgo de caer en la pobreza.
A medida que se desploman los mercados y cierran las empresas, han ido desapareciendo millones de puestos de trabajo de mujeres.
Al tiempo que pierden sus empleos remunerados, el trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres ha aumentado de forma exponencial debido al cierre de las escuelas y la mayor necesidad que tienen ahora las personas mayores.
Esas tendencias se est¨¢n conjugando como nunca antes para aplastar los derechos de las mujeres y negarles sus oportunidades.
Se tardan a?os en recuperar los avances que se pierden. Las adolescentes que ahora no tienen clases podr¨ªan no regresar nunca a la escuela.
Insto a los gobiernos a que pongan a las mujeres y las ni?as en el centro de sus esfuerzos para la recuperaci¨®n del COVID-19.
Lo primero es actuar con las mujeres como l¨ªderes, con igual representaci¨®n y poder de decisi¨®n.
Las medidas para proteger y estimular la econom¨ªa, desde las transferencias de efectivo hasta los cr¨¦ditos y pr¨¦stamos, deben estar orientadas en particular a las mujeres.
Es necesario ampliar las redes de protecci¨®n social.
Se debe reconocer el trabajo de cuidados no remunerado y valorarlo como una contribuci¨®n vital a la econom¨ªa.
La pandemia tambi¨¦n ha dado lugar a un escalofriante aumento de la violencia contra las mujeres.
En el pasado a?o, casi una de cada cinco mujeres de todo el mundo fue v¨ªctima de la violencia. Muchas de esas mujeres est¨¢n ahora atrapadas en casa con sus maltratadores, intentando por todos los medios obtener servicios que sufren recortes y restricciones.
Esa era la base del llamamiento que hice a los Gobiernos, a principios de esta semana, para que tomaran medidas urgentes para proteger a las mujeres y ampliar los servicios de apoyo.
El COVID-19 no es solo un desaf¨ªo para los sistemas de salud de todo el mundo, sino que est¨¢ poniendo a prueba nuestra humanidad com¨²n.
La igualdad de g¨¦nero y los derechos de las mujeres son esenciales para superar juntos esta pandemia, para recuperarnos m¨¢s r¨¢pidamente y para construir un futuro mejor para todos.