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Impacto y prevenci¨®n

Grupos objeto del discurso de odio

Grupos minoritarios

Las nacionales, ¨¦tnicas, religiosas o ling¨¹¨ªsticas son blanco recurrentes del discurso de odio, tambi¨¦n en Internet. Seg¨²n un informe del , el 70 % o m¨¢s de estas v¨ªctimas de los cr¨ªmenes de odio o discurso de odio en las redes sociales pertenecen a ³¾¾±²Ô´Ç°ù¨ª²¹²õ. Adem¨¢s de ser los principales grupos destinatarios de este discurso de odio, el informe indica que los grupos minoritarios tambi¨¦n son m¨¢s propensos a verse afectados por restricciones y/o eliminaciones por parte de los sistemas de moderaci¨®n de contenidos de las redes sociales.

Los incidentes recientes de discurso de odio, como los insultos racistas e incluso la instigaci¨®n a la violencia o el genocidio, reflejan una tendencia global preocupante dirigida contra grupos minoritarios tan diversos como el pueblo , los rohiny¨¢s en Myanmar, los , o las personas con ascendencia africana, entre muchos otros.

Esta tendencia se ha exacerbado debido a grupos extremistas y figuras de corte populista en todo el mundo, quienes han utilizado la pandemia de la COVID-19 para fomentar las narrativas anti³¾¾±²Ô´Ç°ù¨ª²¹²õ, la desinformaci¨®n y las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Muchos de estos culpabilizan a las ³¾¾±²Ô´Ç°ù¨ª²¹²õ de jud¨ªos, musulmanes y cristianos, a las personas con ascendencia asi¨¢tica (especialmente aquellos procedente de China), as¨ª como a otras comunidades, de la expansi¨®n del virus.

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Migrantes y refugiados

El flujo de migraci¨®n internacional se ha multiplicado durante los ¨²ltimos 20 a?os, millones de personas de todo el mundo huyen de la pobreza, los conflictos, la violencia y las persecuciones. En 2020, las Naciones Unidas calculaban que viv¨ªan fuera de su pa¨ªs de origen.

Los migrantes y refugiados tienden a estar particularmente expuestos al racismo, la discriminaci¨®n y a la intolerancia derivada de su estado. Sin embargo, la ret¨®rica del odio y la instigaci¨®n contra migrantes y refugiados han empeorado con el reciente aumento del n¨²mero de refugiados, solicitantes de asilo y migrantes en diversas regiones del mundo, donde el gran n¨²mero de reci¨¦n llegados ha puesto a prueba a los gobiernos y ha cautivado el debate p¨²blico.

Cada vez m¨¢s, como incapaces de adaptarse a las costumbres y la vida locales, y se les asocia habitualmente con el miedo a la violencia y el terrorismo, mientras que se ignora su contribuci¨®n positiva a las sociedades. Cuando las poblaciones de acogida se sienten superadas por la llegada de reci¨¦n llegados de diversos or¨ªgenes, culturas y religiones, los estereotipos y la polarizaci¨®n suelen empezar a dominar los medios de comunicaci¨®n y a configurar el debate pol¨ªtico. Asimismo, muchas veces se promulgan duras medidas dirigidas contra las comunidades de migrantes y refugiados. A medida que los grupos extremistas y pol¨ªticos, aunque tambi¨¦n las agencias de noticias, alimentan el discurso de odio contra dichos migrantes y refugiados para servir a sus propios programas populistas, los actos de intimidaci¨®n y violencia se han disparado y se ha intensificado la desinformaci¨®n.

Las consecuencias ya han sido desastrosas para innumerables migrantes de todo el mundo, que sufren discriminaci¨®n y penurias econ¨®micas, y para los refugiados y solicitantes de asilo que viven en condiciones terribles o han sido rechazados o deportados a entornos peligrosos.

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Mujeres y ni?as

Las mujeres y las ni?as sufren a menudo una discriminaci¨®n compleja e interseccional que las hace especialmente vulnerables a la propaganda del odio. El que el discurso de odio y la desinformaci¨®n basados en el g¨¦nero se utilizan extensivamente fuera de Internet, pero tambi¨¦n en l¨ªnea, para silenciar a las mujeres, ya que "en la era digital, la oleada de violencia en l¨ªnea, el discurso de odio y la desinformaci¨®n a menudo obligan a las mujeres a autocensurarse, limitar lo que publican o abandonar las plataformas".

La incluye tanto el discurso de odio como el comportamiento hostil que muchas veces resulta sexista o mis¨®gino, materializ¨¢ndose en amenazas o instigaci¨®n a la violencia f¨ªsica o sexual. El , sus causas y consecuencias muchas formas de odio en l¨ªnea que afectan a las mujeres, como la "sextorsi¨®n" (uso de contenido sexual para chantajear) o el "porno venganza" (distribuci¨®n no consentida de im¨¢genes o contenido ¨ªntimos), el "doxing" (o publicaci¨®n de informaci¨®n privada), el "trolling" o ataque de troles (contenido producido para molestar o incitar a la violencia), el "stalking" o hostigamiento criminal en l¨ªnea (el acoso continuado a trav¨¦s de tel¨¦fonos m¨®viles o aplicaciones de mensajer¨ªa), el acoso en l¨ªnea o ciberacoso (conducta no deseada que busca ofender y humillar) y el acoso sexual en l¨ªnea (insinuaciones, comportamientos o gestos sexuales no deseados que pueden ofender o interferir en el trabajo).

Las mujeres y ni?as tienen m¨¢s posibilidades de ser v¨ªctimas en l¨ªnea cuando poseen identidades interseccionales. Esto incluye a personas del colectivo LGBTQI+, mujeres y ni?as que pertenecen a ³¾¾±²Ô´Ç°ù¨ª²¹²õ nacionales, ¨¦tnicas, religiosas y ling¨¹¨ªsticas, mujeres y ni?as con discapacidades, o desplazadas, as¨ª como otras pertenecientes a grupos de riesgo. Las mujeres y ni?as de inter¨¦s p¨²blico, como las defensoras de los derechos humanos, pol¨ªticas, periodistas, gamers, atletas y blogueras, tambi¨¦n pueder ser objeto de ataques.

Los perjuicios causados por la desinformaci¨®n y el discurso de odio por cuestiones de g¨¦nero es real. Afectan la salud mental y f¨ªsica de las personas que son objeto de esos actos, da?os profesionales y para la reputaci¨®n. En casos extremos, puede llegar a la violencia f¨ªsica o incluso el asesinato. Los ataques en l¨ªnea contra mujeres y ni?as muchas veces las lleva a la autocensura, limitando, de ese modo, su libertad de expresi¨®n como mujeres, su participaci¨®n plena en la vida p¨²blica y que afectan a la democracia y a las sociedades en su conjunto.

Asimismo, el discurso de odio por cuestiones de g¨¦nero ¡ªcomo todas las formas de violencia de g¨¦nero¡ª aumenta durante las emergencias y en caso de conflictos. Incluso puede llegar a incitar a la violencia sexual relacionada con los conflictos y los cr¨ªmenes atroces (genocidio, cr¨ªmenes contra la humanidad y cr¨ªmenes de guerra).

Lamentablemente, este fen¨®meno no ha hecho m¨¢s que agravarse durante la pandemia. De acuerdo con , los abusos en l¨ªnea contra las mujeres se han intensificado, al igual que la violencia dom¨¦stica fuera de Internet.

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Colectivo LGBTQI+

Las personas lesbianas, gays, bisexuales, transg¨¦nero, queer, intersexuales, as¨ª como las que no se ajustan a los estereotipos de g¨¦nero, est¨¢n con frecuencia expuestas a la discriminaci¨®n, estigmatizaci¨®n, el odio y los abusos basados en su orientaci¨®n sexual y/o identidad de g¨¦nero. En muchos casos, la mera percepci¨®n de su homosexualidad o identidad trans basta para ponerlos en riesgo de sufrir abusos.

Los problemas a los que se enfrenta el colectivo LGBTQI+ tienden a empeorar ya que en muchos pa¨ªses criminalizan las identidades de g¨¦nero y las orientaciones sexuales no conforme e identidades de g¨¦nero ¡ªya sea debido a valores morales, religiosos o tradicionales y/o por la protecci¨®n del menor. Al hacerlo, pueden fomentar y normalizar la intolerancia, la estigmatizaci¨®n e incluso la violencia. Las personas del colectivo LGBTQI+ con identidades cruzadas (por ejemplo, miembros de un grupo minoritario, migrantes, o personas con discapacidades) tienden a sufrir ataques cada vez m¨¢s frecuentes y concertados.

La ret¨®rica utilizada para excluir a la comunidad LGBTQI+ explota estigmas y prejuicios profundamente arraigados, suscitando el miedo y la preocupaci¨®n moral de que su mera existencia puede hacer peligrar a la comunidad como conjunto, perpetuando la discriminaci¨®n y la violencia contra el colectivo. Tal como el Experto , estas narrativas ¡ªque llevan el sello distintivo de discurso de odio¡ª han logrado transformar el imaginario popular. Por otro lado, resulta alarmante que la denigraci¨®n de las personas LGBTQI+ venga de la mano, o la amplifiquen, como dirigentes pol¨ªticos, funcionarios p¨²blicos, medios de comunicaci¨®n o l¨ªderes .

Para finalizar, aunque no menos importante, destaquemos que la pandemia de la COVID-19 ha generado ¡°un contexto propicio para un aumento en la persecuci¨®n" a medida que discurso de odio que impl¨ªcita o expl¨ªcitamente instiga a la violencia contra la comunidad LGTBI+ va creciendo. Esto incluye el discurso de l¨ªderes pol¨ªticos o religiosos que culpan de la pandemia a aquellos miembros del LGBTQI+ pertenecientes a la comunidad, ya sea por medios fuera de l¨ªnea o en las redes sociales.

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Blanco por sus profesiones

Seg¨²n el informe de 2019 de la UNESCO, el "uso prevalente de una ret¨®rica hostil a los medios de comunicaci¨®n, as¨ª como el descr¨¦dito de la informaci¨®n period¨ªstica veraz y de inter¨¦s period¨ªstico" -calific¨¢ndola de "noticias falsas"- es una tendencia preocupante. Esto no solo ha contribuido a socavar la confianza colectiva en los medios de comunicaci¨®n y en los periodistas, sino que en algunos pa¨ªses tambi¨¦n ha "ayudado a fomentar en parte de la poblaci¨®n un sentimiento de resentimiento". Cuando los l¨ªderes pol¨ªticos utilizan estas narrativas como armas, pueden contribuir a la difusi¨®n de la desinformaci¨®n y coartar la libertad de expresi¨®n amenazando y amordazando a los periodistas. Adem¨¢s, el discurso el discurso contra los medios para justificar las agresiones a periodistas, lo que suscita preocupaci¨®n por el vilipendio p¨²blico y la violencia contra los profesionales de los medios.

En mitad de la pandemia de COVID-19, las consecuencias de una desinfodemia pueden ser fatales para quienes no pueden acceder a informaci¨®n fiable y adoptar medidas preventivas con fundamento cient¨ªfico.No solo los periodistas, sino tambi¨¦n muchos profesionales como los m¨¦dicos y otros trabajadores sanitarios, los defensores de los derechos humanos, los denunciantes de irregularidades y los constructores de la paz tambi¨¦n est¨¢n siendo objeto de discursos de odio y ataques como consecuencia de su trabajo por atajar la pandemia o informar sobre ella. Los profesionales que denuncian la desinformaci¨®n tambi¨¦n pueden convertirse a su vez en alimentados por el odio y la desinformaci¨®n.

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"No hay cabida ni para la misoginia ni para la violencia en el periodismo. Las plataformas de redes sociales y los gobiernos deben proteger a las mujeres periodistas frente a la violencia de Internet".

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Tanto hombres como mujeres periodistas se enfrentan al discurso del odio y a ; sin embargo, las mujeres periodistas son adem¨¢s blanco por atreverse a opinar y existir en la esfera p¨²blica como mujeres.

La creciente a la violencia en l¨ªnea contra las periodistas incluye el acoso y el abuso brutales y mis¨®ginos en l¨ªnea, que a menudo implican amenazas de violencia f¨ªsica y/o sexual. Abarca violaciones de la privacidad y la seguridad digitales que agravan los riesgos de seguridad offline a los que se enfrentan las mujeres periodistas y sus fuentes. Adem¨¢s, va, a menudo, acompa?ado de campa?as de desinformaci¨®n que aprovechan la misoginia y otras formas de incitaci¨®n al odio.

Un de 2021 revela que el 73 % de las mujeres periodistas han sufrido alguna forma de violencia digital. La mayor¨ªa refiere amenazas con violencia de tipo f¨ªsico (25 %) y de tipo sexual (18 %), mientras que el 20 % afirma haber sido atacada o maltratada en otros entornos en relaci¨®n con el odio sufrido en Internet. Estos ataques se dirigen m¨¢s frecuentemente a mujeres periodistas negras e ind¨ªgenas que a mujeres blancas.

Ya sea en l¨ªnea o en otros contextos, el odio dirigido a las mujeres periodistas refleja un marcado sexismo en la sociedad. El discurso de odio y la violencia relacionada con el g¨¦nero, incluso en el mundo virtual puede tener unas , como la autocensura, ya que las periodistas abandonan el trabajo de investigaci¨®n, evitan informar sobre determinados temas o abandonan su profesi¨®n por completo. Ignorar o no actuar en contra del discurso del odio virtual tambi¨¦n puede ser fatal, como demuestran las agresiones f¨ªsicas y los asesinatos de mujeres periodistas que estuvieron .

 
 
 
"Podemos trazar una l¨ªnea directa entre el discurso del odio y la violencia antisemita, antimusulmana y anticristiana. Y la vemos reflejada en actos de misoginia contra las mujeres y de violencia hacia los refugiados, los migrantes y las ³¾¾±²Ô´Ç°ù¨ª²¹²õ, incluidas las personas de ascendencia asi¨¢tica a las que se culp¨® flagrantemente del COVID-19¡±.

¡ªAnt¨®nio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, octubre de 2021