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De acuerdo con la , la informaci¨®n err¨®nea hace referencia a aquella informaci¨®n que es falsa pero sin la intenci¨®n de causar da?o, como pueda ser un error en un pie de foto. La desinformaci¨®n es aquella que es falsa y se crea deliberadamente para da?ar a una persona, grupo social, organizaci¨®n o pa¨ªs. Algunos ejemplos de desinformaci¨®n incluyen contenido fabricado o manipulado, tales como las teor¨ªas de la conspiraci¨®n o los rumores perjudiciales.

Informaci¨®n maliciosa (o malinformation, en ingl¨¦s) se refiere espec¨ªficamente a la informaci¨®n basada en la realidad, pero difundida para perjudicar a una persona, grupo social, organizaci¨®n o pa¨ªs, como revelar la orientaci¨®n sexual de una persona con el objetivo de da?ar su reputaci¨®n y sin ninguna justificaci¨®n de inter¨¦s p¨²blico.

Tal como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), el brote de la pandemia de COVID-19 se vio acompa?ado de una "infodemia masiva", es decir, "un sobreabundancia de informaci¨®n", alguna acertada y otra no. Esto provoc¨® que la gente tuviera dificultades para hallar fuentes fiables y orientaciones de confianza cuando lo necesitaba". Una infodemia "la r¨¢pida expansi¨®n de la informaci¨®n de cualquier tipo, incluidos rumores, cotilleos y otra informaci¨®n no fiable", adem¨¢s de generar "confusi¨®n, ansiedad e, incluso, p¨¢nico en momentos de brotes infecciosos graves". Su propagaci¨®n mundial se ve amplificada por el uso de los medios de comunicaci¨®n tradicionales y digitales.

En este contexto, la UNESCO el t¨¦rmino espec¨ªfico de "desinfodemia" para describir las "falsedades que alimentaban la pandemia" de forma deliberada, as¨ª como su "carga viral de desinformaci¨®n potencialmente letal". Una desinfodemia es particularmente peligrosa dado que puede causar un extenso rechazo p¨²blico a adoptar medidas sanitarias, lo que puede provocar que se retrasen intervenciones esenciales.

El ciberacoso (o acoso cibern¨¦tico) se refiere al acoso mediante el uso de tecnolog¨ªas digitales. Puede tener lugar en las redes sociales, en plataformas de mensajer¨ªa, plataformas de videojuegos y tel¨¦fonos m¨®viles. Consiste en un comportamiento repetido y destinado a asustar, enfadar o avergonzar a quienes va dirigido. Entre otras muchas formas de violencia en l¨ªnea, el ciberacoso puede incluir discurso de odio en l¨ªnea ¡ªcuando el acoso se refiere a factores reales o percibidos de identidad (tales como la religi¨®n, la etnia, la nacionalidad, la raza, el color de piel, la ascendencia o el g¨¦nero) del individuo o grupo al que va dirigido dicho acoso. El acoso cibern¨¦tico puede incitar a la autolesi¨®n o incluso al suicidio.

Mientras que no existe consenso sobre la definici¨®n de "", la noci¨®n de instigaci¨®n al odio est¨¢ bien establecida dentro del derecho internacional en materia de derechos humanos. El art¨ªculo 20, p¨¢rrafo 2 del Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Pol¨ªticos (ICCPR, por sus siglas en ingl¨¦s) indica que "estar¨¢ prohibida por la ley toda apolog¨ªa del odio nacional, racial o religioso que constituya incitaci¨®n a la discriminaci¨®n, la hostilidad o la violencia". As¨ª, la palabra "instigaci¨®n" se refiere a declaraciones sobre grupos religiosos, raciales o nacionales, y crea un riesgo inminente de discriminaci¨®n, hostilidad o violencia contra las personas que pertenecen a estos grupos. En la definici¨®n del Convenio, el t¨¦rmino "apolog¨ªa" implica la intenci¨®n de fomentar odio de forma p¨²blica y hacia grupos concretos. Tal como se indica en la Estrategia y Plan de Acci¨®n de la ONU para la lucha contra el Discurso de Odio, ¡°la instigaci¨®n es una forma de discurso muy peligroso, porque se dirige expl¨ªcita y deliberadamente a desencadenar discriminaci¨®n, hostilidad y violencia, lo cual tambi¨¦n puede llevar a, o incluir, terrorismo o cr¨ªmenes atroces".

De acuerdo con el Marco de la ONU para el An¨¢lisis de los Cr¨ªmenes Atroces, el t¨¦rmino "cr¨ªmenes atroces" hace referencia a tres cr¨ªmenes internacionales legalmente definidos: genocidio, cr¨ªmenes de lesa humanidad y cr¨ªmenes de guerra.

En 2005, los Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron un para proteger a la poblaci¨®n de los genocidios, los cr¨ªmenes de guerra, la "limpieza ¨¦tnica", y los cr¨ªmenes contra la humanidad, cuyo principio se denomin¨® "Responsabilidad de proteger". El t¨¦rmino "cr¨ªmenes atroces" ha sido desde entonces ampliado para incluir limpieza ¨¦tnica. Aunque no se define como un crimen independiente seg¨²n el derecho internacional, la "limpieza ¨¦tnica" implica graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, que por s¨ª mismos pueden constituir uno de los tres cr¨ªmenes atroces reconocidos, en particular cr¨ªmenes de lesa humanidad.

Los cr¨ªmenes atroces se consideran los m¨¢s graves que se cometen contra la humanidad. Su estatus de cr¨ªmenes internacionales se basa en la creencia de que tales actos afectan a la dignidad b¨¢sica de los seres humanos.

La legislaci¨®n que limita la libre expresi¨®n solo es una de las muchas formas de evitar y mitigar el impacto del discurso de odio dentro de nuestras sociedades. Las pol¨ªticas que respaldan el uso productivo de la libertad de expresi¨®n pueden reforzar el poder de "la unidad en la diversidad". Estas pueden crear los cimientos para una sociedad cohesionada y contribuir a neutralizar el odio.

El contradiscurso hace referencia a los esfuerzos dirigidos a combatir el discurso de odio con narrativas positivas, en oposici¨®n a limitar la libertad de expresi¨®n. En consonancia con el respaldo que la ONU da al di¨¢logo como "la clave para hacer frente al discurso de odio", la producci¨®n y promoci¨®n de contramensajes y narrativas alternativas se ha convertido en una de las ¨¢reas de inter¨¦s de la Organizaci¨®n con el fin de evitar y responder ante la ret¨®rica del odio. Se insta, por ello, a los Estados a contrarrestar la incitaci¨®n al odio con mensajes positivos de inclusi¨®n, a fomentar el uso de un discurso positivo y alternativo como forma de evitar y contrarestar la violencia que pudiera derivar en cr¨ªmenes atroces.

La alfabetizaci¨®n medi¨¢tica e informacional se refiere a un conjunto de competencias que permiten a las personas participar de manera significativa en los canales de informaci¨®n y medios de comunicaci¨®n. Esto puede implicar interpretar y juzgar con conocimiento de causa como usuarios de fuentes de informaci¨®n, o convertirse en productores mismos de informaci¨®n por derecho propio. En el mundo digital, la alfabetizaci¨®n medi¨¢tica e informacional necesita que las personas tengan sepean utilizar las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n ¡ªincluyendo los medios digitales¡ª as¨ª como sus aplicaciones para acceder o crear esa informaci¨®n.

Este tipo de alfabetizaci¨®n empodera a los ciudadanos para comprender el papel de los medios de comunicaci¨®n y otros proveedores de informaci¨®n a fin de evaluar contenidos con criterio y tomar decisiones informadas como usuarios y productores de dicha informaci¨®n. As¨ª, Es b¨¢sica para la libertad de expresi¨®n e informaci¨®n. Permite hacer uso del derecho de toda persona de buscar, recibir y transmitir informaci¨®n.