Cumbre del Milenio, 6 a 8 de septiembre de 2000, Nueva York
Antecedentes
Objetivos de desarrollo para un nuevo milenio
Un acontecimiento simbólico y celebrado, el inicio de un tercer milenio en el a?o 2000 brindó a las Naciones Unidas la oportunidad de presentar una nueva estrategia de desarrollo para las realidades y necesidades cambiantes del mundo del siglo XXI.
Una campa?a de información internacional de dos a?os que comenzó en 1998 precedió a la Cumbre del Milenio de 2000. Los objetivos de la campa?a eran consolidar el compromiso de la comunidad internacional y fortalecer las alianzas con los gobiernos y la sociedad civil para construir un mundo en el que nadie se quede atrás. También ayudó a resaltar el principio declarado por el Secretario General en su (A/54/2000), de que "debemos poner a las personas en el centro de todo lo que hagamos".
La Cumbre del Milenio, celebrada del 6 al 8 de septiembre de 2000 en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, fue, en ese momento, la reunión más grande de jefes de estado y gobierno de todos los tiempos. Concluyó con la adopción por los 189 Estados miembros de la , en la que se establecían los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM):
- Erradicar la pobreza extrema y el hambre
- Lograr la ense?anza primaria universal
- Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
- Reducir la mortalidad infantil
- Mejorar la salud materna
- Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
- Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
- Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Sobre la protección del medio ambiente, la Declaración del Milenio se?aló que no deben escatimarse esfuerzos para contrarrestar la amenaza de que el planeta se estropee de forma irremediable por las actividades humanas. Por lo tanto, los participantes en la Cumbre decidieron adoptar una nueva ética de conservación y cuidado del medio ambiente.
Para fortalecer a las Naciones Unidas, los líderes de la Cumbre acordaron reafirmar la posición central de la Asamblea General; intensificar los esfuerzos para una reforma integral del Consejo de Seguridad en todos sus aspectos; fortalecer aún más el Consejo Económico y Social y la Corte Internacional de Justicia; fomentar consultas periódicas y la coordinación entre los órganos principales de la Organización; garantizar una mayor coherencia de las políticas e instar a la Secretaría a hacer el mejor uso de los recursos, que deben ser aportados de forma oportuna y previsible.