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La cooperaci¨®n Sur-Sur ha sido una iniciativa clave de los pa¨ªses en desarrollo cuyo objeto es contribuir al logro del desarrollo econ¨®mico y social de sus naciones y pueblos mediante el establecimiento de v¨ªnculos econ¨®micos y t¨¦cnicos entre s¨ª.

Los intercambios y las rutas de comunicaci¨®n que un¨ªan la regi¨®n austral se remontan hasta la antig¨¹edad, pero la cooperaci¨®n entre los pa¨ªses en desarrollo como proceso organizado es mucho m¨¢s reciente y data de hace unos 5 o 6 decenios.

A este respecto, el Grupo de los 77, fundado en 1964 con ocasi¨®n de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) como mecanismo de negociaci¨®n con el Norte en lo relativo a cuestiones econ¨®micas, se convirti¨® en la principal expresi¨®n de los pa¨ªses en desarrollo para promover la cooperaci¨®n Sur-Sur con la aprobaci¨®n en 1981 del trascendental Programa de Acci¨®n de Caracas, que llev¨® el concepto de la autosuficiencia colectiva a una fase operativa. Este concepto hab¨ªa sido formulado originalmente en 1970 por el Movimiento de los Pa¨ªses No Alineados.

A pesar de que con anterioridad a la aprobaci¨®n del Programa de Acci¨®n de Caracas se hab¨ªan acordado diversos programas de cooperaci¨®n y de que estos se hab¨ªan aplicado en distintas medidas por parte de agrupaciones subregionales, regionales e interregionales de pa¨ªses en desarrollo, el Programa de Acci¨®n de Caracas parece sintetizar el gran proyecto de cooperaci¨®n Sur-Sur que se hab¨ªa venido gestando en todos los debates entre estos pa¨ªses y constituye el marco m¨¢s apropiado y natural para la cooperaci¨®n.

El Programa de Acci¨®n de Caracas identifica una serie de medidas prioritarias en las esferas del comercio, la tecnolog¨ªa, la alimentaci¨®n y la agricultura, la energ¨ªa, las materias primas, las finanzas, la industrializaci¨®n y la cooperaci¨®n t¨¦cnica. En el Programa las medidas de estos sectores van acompa?adas de la adopci¨®n de un conjunto de mecanismos sin precedente en la historia de la cooperaci¨®n Sur-Sur, relativos a la coordinaci¨®n, supervisi¨®n, seguimiento y evaluaci¨®n, y que tienen por objeto proporcionar una base operacional y asegurar la aplicaci¨®n eficaz del Programa. Estas medidas prioritarias se ampliaron con posterioridad en otros encuentros del Grupo, en especial en el Programa de Acci¨®n de La Habana aprobado en la primera Cumbre del Sur del Grupo de los 77, celebrada en el a?o 2000.

Las medidas de cooperaci¨®n identificadas en el Programa de Acci¨®n de Caracas requer¨ªan apoyo financiero y a tal fin el Grupo de los 77 present¨® la resoluci¨®n 38/201, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1983, que dispuso la liquidaci¨®n del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Operaciones de Emergencia y la asignaci¨®n del saldo restante. Tal como indicaba la resoluci¨®n, el 12% del saldo se asignaba "a las actividades de cooperaci¨®n econ¨®mica y t¨¦cnica entre los pa¨ªses en desarrollo de una importancia fundamental para estos pa¨ªses, de acuerdo con las prioridades establecidas por ellos".

Con el fin de canalizar estos recursos, en 1984 se cre¨® un fondo fiduciario administrado directamente por el Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Su actividad fue limitada hasta 1986, a?o en el que, en la Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperaci¨®n Econ¨®mica entre los Pa¨ªses en Desarrollo celebrada en El Cairo, se acordaron las principales caracter¨ªsticas necesarias para iniciar las operaciones del Fondo, entre las que se inclu¨ªa la definici¨®n de sus objetivos y de los criterios para la selecci¨®n de proyectos, as¨ª como los arreglos operacionales para la presentaci¨®n, evaluaci¨®n y aprobaci¨®n de las propuestas de proyectos. En la reuni¨®n de El Cairo se decidi¨® que el Fondo llevase el nombre del difunto Manuel P¨¦rez-Guerrero, por lo que en 1986 se convirti¨® formalmente en el Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero de Cooperaci¨®n Econ¨®mica y T¨¦cnica entre Pa¨ªses en Desarrollo, mediante la decisi¨®n 41/457 de la Asamblea General. Este Fondo recibi¨® en 2011 la nueva denominaci¨®n de Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero para la Cooperaci¨®n Sur-Sur, mediante la decisi¨®n 66/549 de la Asamblea General.

El Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero se cre¨® con un capital b¨¢sico inicial de 5 millones de d¨®lares de los Estados Unidos con la condici¨®n de que solamente se pudieran emplear para apoyar los proyectos los intereses devengados del Fondo, con el fin de preservar intacto el capital b¨¢sico. En sus 27 a?os de funcionamiento, ha demostrado ser un mecanismo ¨²til para proporcionar un apoyo financiero catalizador a las actividades de cooperaci¨®n Sur-Sur de acuerdo con las prioridades establecidas por el Grupo de los 77. Hasta la fecha, ha asignado 12,4 millones de d¨®lares en apoyo a 253 proyectos que han supuesto la participaci¨®n directa de 124 pa¨ªses miembros del Grupo de los 77 y la participaci¨®n colectiva de todos sus miembros. Los proyectos aprobados han abordado todas las cuestiones prioritarias identificadas en el Programa de Acci¨®n de Caracas, se han aplicado en todos los niveles geogr¨¢ficos ¡ªsubregionales, regionales e interregionales¡ª y han involucrado a numerosas instituciones del sur; a saber: 94 instituciones nacionales y 38 instituciones regionales e internacionales han tenido la responsabilidad primordial de la aplicaci¨®n de los proyectos, y un n¨²mero significativamente mayor de instituciones han participado en los proyectos o se han beneficiado de ellos, aunque no hayan tenido la responsabilidad primordial de su aplicaci¨®n.

El Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero en un principio se concibi¨® para funcionar ¨²nicamente sobre la base de los intereses devengados sobre el capital b¨¢sico inicial, pero la considerable reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s que comenz¨® a principios de la d¨¦cada de 2000 y que se ha acentuado en los ¨²ltimos a?os exig¨ªa tomar medidas para ampliar los recursos del Fondo. En 1997 se emprendi¨® una campa?a prolongada de recaudaci¨®n de fondos que ha permitido preservar la capacidad de respuesta del Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero, complementando los intereses devengados con las contribuciones de los pa¨ªses miembros del Grupo de los 77 y de las instituciones internacionales, y aumentando el efecto multiplicador de sus recursos mediante la financiaci¨®n conjunta con otras instituciones. Hasta la fecha, los pa¨ªses miembros han contribuido con m¨¢s de 1,8 millones de d¨®lares y en los ¨²ltimos 5 a?os los recursos adicionales movilizados aumentaron en un 75% los recursos disponibles procedentes de los intereses devengados del capital b¨¢sico inicial.

Yo he tenido el privilegio de participar en los trabajos preparatorios y en las negociaciones que dieron lugar a la aprobaci¨®n del Programa de Acci¨®n de Caracas en 1981 y, posteriormente, a la aplicaci¨®n de una serie de medidas prioritarias identificadas en dicho Programa, as¨ª como durante toda la existencia del Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero, que abarca desde 1987 hasta la fecha, en calidad de Presidente del Comit¨¦ de Expertos del Fondo y de Presidente del Fondo. De acuerdo con mi experiencia personal, son muchas y muy importantes las lecciones que se pueden extraer de estos dos relevantes mecanismos.

El Programa de Acci¨®n de Caracas y las decisiones posteriores tomadas por el Grupo en los encuentros de seguimiento y, particularmente, durante la primera Cumbre del Sur celebrada en La Habana constituyen una prueba fehaciente de la capacidad del Grupo de los 77 para identificar y acordar las cuestiones m¨¢s fundamentales que se pueden abordar a trav¨¦s de la cooperaci¨®n Sur-Sur, para identificar nuevas esferas de cooperaci¨®n y para actualizar y ampliar las medidas prioritarias ya identificadas, en respuesta a la evoluci¨®n de las circunstancias y a las necesidades de desarrollo.

El Fondo Fiduciario P¨¦rez-Guerrero, adem¨¢s de representar un ejemplo de ¨¦xito del Grupo de los 77 en la financiaci¨®n de las actividades de cooperaci¨®n Sur-Sur, aunque sea a una escala muy modesta, demuestra a efectos pr¨¢cticos la importancia de contar con fuentes de financiaci¨®n independientes para asegurar que las actividades realizadas reflejen eficazmente las prioridades y los intereses de los pa¨ªses en desarrollo.