27 mayo 2014

C車mo empez車 todo

El nacimiento del Grupo de los 77 fue el elemento decisivo que puso en marcha mi carrera profesional y mi misi車n de vida dedicada al desarrollo y a la causa de los pa赤ses en desarrollo.

En 1966, como candidato al doctorado en la Universidad de California (Berkeley), estaba buscando un tema para mi tesis. Mi tutor, el Profesor Ernst B. Haas, me sugiri車 que, cuando volviera a Yugoslavia para las vacaciones de verano, me pusiera en contacto y pidiera asesoramiento a Leo Mates, un l赤der pol赤tico e intelectual yugoslavo y uno de los art赤fices del Movimiento de los Pa赤ses No Alineados. Mates habl車 conmigo sobre la creaci車n de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y el nacimiento del Grupo de los 77, y me propuso que mi tesis tratase sobre la adopci車n de decisiones y el sistema de grupos en la UNCTAD.

Acept谷 la idea con entusiasmo por varias razones. Me atra赤a desde el punto de vista pol赤tico. Habiendo crecido en Yugoslavia y sent赤a muy de cerca la causa de los pa赤ses en desarrollo y el no alineamiento. Se trataba de un tema nuevo y probablemente nadie habr赤a investigado sobre 谷l. Implicaba dirigir mi atenci車n a las Naciones Unidas, lo cual estaba en consonancia con mi inter谷s acad谷mico en el 芍mbito de las relaciones internacionales y la organizaci車n internacional. Y, lo que era m芍s importante para m赤, supon赤a fortalecer v赤nculos formales con mi pa赤s, que era uno de los miembros prominentes del Grupo de los 77. En cuanto a mi futuro, significaba orientarme hacia las Naciones Unidas y las causas mundiales y alejarme de la tentaci車n de seguir en el camino de una trayectoria acad谷mica o gubernamental.

El primer encuentro

Cuando llegu谷 al Palacio de las Naciones de Ginebra en abril de 1967 y comenc谷 a acercarme a los delegados de la UNCTAD y a los miembros de la Secretar赤a con mis preguntas sobre el sistema de grupos, me miraron con sorpresa y curiosidad. Como proven赤a de una universidad de los Estados Unidos de Am谷rica y tra赤a un cuestionario sobre el sistema de grupos, como novato en un entorno con tanta carga pol赤tica como la UNCTAD, a algunos les deb赤 de parecer una especie de ※esp赤a§. Por ejemplo, W. Malinowski, el jefe de la Divisi車n del Transporte Mar赤timo de la UNCTAD, al principio desconfi車 mucho de mis motivos para estar all赤. Incluso K. Vidas, de la delegaci車n yugoslava, no ten赤a claro d車nde situarme.

Todav赤a reci谷n llegado, una noche vi a Ra迆l Prebisch frente a un escaparate en una calle desierta del casco antiguo de Ginebra. Me acerqu谷 a 谷l, me present谷 y le pregunt谷: ※Como funcionario p迆blico internacional, que por definici車n se supone que es &neutral* entre bandos opuestos, como el Grupo de los 77 y el Grupo B, ?c車mo concilia su trabajo de secretar赤a con su propia labor de promoci車n del desarrollo y el apoyo abierto al grupo de los pa赤ses en desarrollo?§. Mi salida, una pregunta generalmente pol谷mica en relaci車n con el Grupo B, pareci車 irritar a Prebisch, que respondi車 con determinaci車n: ※Joven, si va usted por la calle y ve a un adulto pegando a un ni?o, ?se quedar赤a simplemente ah赤 parado y observando porque se supone que tiene que ser &neutral*?§. Ese primer encuentro con Prebisch, aunque breve, tuvo consecuencias sobre mi concepci車n del mundo y mi entendimiento de la misi車n mundial de las Naciones Unidas. Influy車 y marc車 mi trabajo, mi actitud y mis acciones en los a?os y decenios siguientes, as赤 como mi filosof赤a de vida desde entonces.

Los emocionantes comienzos de la UNCTAD y del Grupo de los 77

Fueron d赤as emocionantes y estimulantes en la UNCTAD. Una de las primeras ※lecciones§ que aprend赤 tuvo lugar en la Quinta Junta de Comercio y Desarrollo. Mientras estaba sentado, cautivado por la importancia de los procedimientos, me llam車 la atenci車n el Relator Mateo Magarifios de Mello, del Uruguay. Al preguntar sobre 谷l, me contaron que, dada su tendencia a realizar frecuentes y prolongadas intervenciones ret車ricas desde el estrado, se le nombr車 relator para que no tuviera que intervenir con demasiada frecuencia durante los procedimientos. As赤 comenz車 mi instrucci車n en la diplomacia multilateral internacional.

El aprendizaje fue r芍pido e intenso. Al principio, entrevistaba a los delegados y al personal de la Secretar赤a con preguntas relacionadas con los mecanismos del sistema de grupos. Pero enseguida me di cuenta de que lo que estaba en juego era mucho m芍s, concretamente el enfrentamiento norte-sur sobre la naturaleza del sistema y el orden econ車mico mundiales. Seg迆n iba cogiendo tablas, tanto los delegados como los miembros de la Secretar赤a se mostraban m芍s dispuestos a hablar conmigo. Con frecuencia, parec赤a que yo supiera m芍s sobre los procedimientos que aquellos que dirig赤an las ajetreadas vidas de los delegados o los funcionarios p迆blicos internacionales. Esto me hizo ganarme un cumplido de Diego Cordovez, que, en broma, comenz車 a llamarme ※Gos(sip)ovic§ (en ingl谷s, gossip significa cotilla).

Los pasillos del Palacio rebosaban actividad y entusiasmo. La UNCTAD y el Grupo de los 77 iban a cambiar el mundo. En la cercana Villa le Bocage, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio y su Director General, Wyndham White, estaban preocupados y mostraban incertidumbre por su futuro. En los procedimientos participaron una retah赤la de personalidades distinguidas y expertos, procedentes del norte y del sur, de las misiones permanentes ante las Naciones Unidas en Ginebra y de capitales nacionales. K.B.?Lall de la India, Alexandre Koj豕ve y Andr谷 Philip de Francia, Hortencio Brillantes de Filipinas, Hern芍n Santa Cruz de Chile, Janez Stanovnik de Yugoslavia, Richard Gardner de los Estados Unidos o Paul Jolles de Suiza eran habituales en la escena de la UNCTAD, entre muchos otros. Hubo muchos pa赤ses en desarrollo que desempe?aron un papel destacado y creyeron firmemente en el proyecto conjunto del Tercer Mundo. Entre otros, estaban Argelia, el Brasil, Chile, Filipinas, Ghana, la India, Indonesia, M谷xico, Nigeria y Yugoslavia. Esos pa赤ses fueron los catalizadores del Grupo de los 77 y le aportaron dinamismo, ilustrando la importancia del compromiso de cada pa赤s y su aportaci車n a la causa com迆n del sur.

M芍s importante a迆n fue el protagonismo que asumi車 la Secretar赤a de la UNCTAD. Estaba formada por un equipo peque?o de expertos y personalidades de primer nivel reunido por Prebisch, procedentes tanto del sur como del norte. Se sent赤an atra赤dos por la nueva agenda para el desarrollo y el comercio, la nueva organizaci車n y, sobre todo, la aparici車n del Grupo de los 77. La Secretar赤a trabaj車 estrechamente con el Grupo de los 77 y le prest車 apoyo t谷cnico, log赤stico y pol赤tico, y ciertamente le sirvi車 de inspiraci車n. Entre los que ofrecieron un apoyo clave a Prebisch en esta nueva iniciativa mundial se encontraban Wladek Malinowski, de Polonia, Sidney Dell y Alfred Maizels, del Reino Unido de Gran Breta?a e Irlanda del Norte, R. Krishnamurti, de la India, Christophe Eckenstein, de Suiza y Diego Cordovez, del Ecuador.

Mis conocimientos sobre el Grupo de los 77, sobre la UNCTAD y el encuentro norte-sur que estaba teniendo lugar entre aquellas paredes, as赤 como sobre la evoluci車n de la agenda internacional para el desarrollo, aumentaron con rapidez. Los pa赤ses desarrollados del norte, es decir, el Grupo B, no estaban muy contentos con el surgimiento del Grupo de los 77, el sistema de grupos, la UNCTAD y su Secretar赤a. Sus delegados a menudo comentaban que el Grupo de los 77 era una creaci車n artificial, una recopilaci車n heterog谷nea de pa赤ses que ten赤an poco o nada en com迆n y que no podr赤an mantenerse unidos cuando se tratase de cuestiones relacionadas con intereses nacionales espec赤ficos. Tambi谷n argumentaban que el sistema de grupos no era un modo eficiente de dirigir los procedimientos en las Naciones Unidas.

Tal y como hab赤a anticipado, en esa fase inicial, me convert赤 en un ※pionero§ en esa esfera espec赤fica de investigaci車n. As赤 pues, recib赤 apoyo financiero de la Dotaci車n Carnegie para la Paz Internacional a fin de asistir a la II?UNCTAD en Nueva Delhi en 1968, con la condici車n de que escribiera un texto para su publicaci車n.

Segu赤 atentamente los procedimientos de la conferencia y, haciendo uso de mi investigaci車n en Ginebra, escrib赤 la monograf赤a n迆m.?568 de la serie ※International Conciliation§, titulada UNCTAD: North-South Encounter, publicada en mayo de 1968. Se trataba de la primera publicaci車n sobre la nueva organizaci車n y sus controversias. El lado m芍s amable fue que la que posteriormente ser赤a mi esposa y yo nos conocimos durante este prolongado encuentro, lo que algunos amigos ocurrentes se?alaron que habr赤a sido la 迆nica conclusi車n concreta de la conferencia, cuyo acr車nimo fue desgranado por un peri車dico local como U.nder N.o C.onditions T.ake A.ny D.ecisions (※no tomar ninguna decisi車n bajo ninguna circunstancia§).

Ya de vuelta en Berkeley, me dispuse a escribir una tesis, que finalic谷 en 1970. La revis谷 para convertirla en el primer libro sobre la UNCTAD, titulado UNCTAD: Conflict and Compromise, The Third World's Quest for an Equitable World Economic Order through the United Nations1. Los cap赤tulos sobre el Grupo de los 77 y el sistema de grupos se basaban en las entrevistas y mis percepciones de las primeras din芍micas del Grupo de los 77 y el nuevo sistema de negociaciones multilaterales al que dio lugar.

La UNCTAD y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Seguramente, mi investigaci車n y mis publicaciones me ayudaron a conseguir un puesto en la UNCTAD. En septiembre de 1971, me incorpor谷 a su Secretar赤a como miembro de la Divisi車n de Informaci車n, dirigida por Tibor Mende. Por aquel entonces, Prebisch se hab赤a marchado, y Manuel P谷rez-Guerrero era el nuevo Secretario General. Yo estaba desbordante de entusiasmo como un producto del 68 y la libre expresi車n salido de Berkeley y reci谷n doctorado que se identificaba con la causa del Grupo de los 77 y abrazaba la misi車n del cambio sist谷mico mundial. Mi primer encargo consisti車 en escribir un peque?o folleto divulgativo sobre las funciones y la agenda de la UNCTAD con fines de informaci車n p迆blica. Trabaj谷 con empe?o, pero el borrador acab車 en un caj車n y nunca me pidieron que lo revisara o lo volviera a escribir, ni recib赤 explicaci車n alguna de por qu谷 se hab赤a archivado. ?Es posible que fuera demasiado franco para que lo publicara una Secretar赤a ※neutral§?

En 1973, la rutina estaba comenzando a consolidar los procedimientos de la UNCTAD, y me alegr谷 cuando me ofrecieron la oportunidad de trasladarme al reci谷n creado Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y, con ello, a ?frica y Nairobi.

El primer per赤odo de sesiones del Consejo de Administraci車n del PNUMA, celebrado en Ginebra en 1973, destac車 la importancia del Grupo de los 77. El Consejo estaba decidiendo las prioridades del programa de la nueva organizaci車n y la asignaci車n de recursos financieros procedentes del Fondo para el Medio Ambiente. El Grupo de los 77 no se hab赤a empezado a movilizar cuando el Consejo se reuni車, en parte por la influencia de los pa赤ses desarrollados, que argumentaban que el sistema de grupos no ten赤a lugar en el PNUMA y que las divisiones norte-sur, como las que acontec赤an en la vecina UNCTAD, no deber赤an aplicarse y no se aplicaban cuando se trataba de problemas relacionados con el medio ambiente. Sin embargo, los pa赤ses desarrollados actuaron como un grupo unido durante todo el proceso y contaban con una estrategia clara en relaci車n con lo que quer赤an conseguir.

Hacia el final del per赤odo de sesiones, al darse cuenta de que estaban teniendo un efecto m赤nimo en los procedimientos mientras sus delegaciones hablaban de forma individual, los pa赤ses en desarrollo, empujados por algunos de sus delegados y liderados por Chile, comenzaron a actuar como el Grupo de los 77. Esta iniciativa molest車 en la Secretar赤a del PNUMA y a las delegaciones de los pa赤ses desarrollados, y con raz車n. El documento final que estaban preparando y esperando cambi車, ya que las prioridades del programa y la asignaci車n de fondos pasaron de la evaluaci車n y la gesti車n favorecidas por los pa赤ses desarrollados a los grupos program芍ticos en materia de medio ambiente y desarrollo de inter谷s para los pa赤ses en desarrollo.

En Nairobi, el Grupo de los 77 no logr車 ejercer la influencia que tuvo durante el primer per赤odo de sesiones del Consejo. En parte, esto se debi車 al hecho de que hab赤a relativamente pocas embajadas de pa赤ses en desarrollo en la ciudad, a que el Grupo no contaba con una base permanente all赤, como s赤 ten赤a en Ginebra, y tambi谷n a que la Secretar赤a del PNUMA no trabajaba de forma activa para prestarle apoyo. Esto, unido a las presiones continuas por parte de los pa赤ses clave del Grupo B, hizo que quedaran al margen las cuestiones relacionadas con el desarrollo y el medio ambiente, que fueron asuntos destacados en la Conferencia de Estocolmo de 1972 y, posteriormente, en el Simposio de Cocoyoc de la UNCTAD y el PNUMA en 1974 sobre las Caracter赤sticas del Uso de los Recursos Naturales, el Medio Ambiente y las Estrategias de Desarrollo. Sin embargo, como han demostrado los decenios siguientes, las cuestiones y los problemas no resueltos no se pueden simplemente esconder bajo la alfombra, y muchas de estas tempranas controversias norte-sur han resurgido con fuerza, en especial aquellas relacionadas con el cambio clim芍tico.

La Comisi車n del Sur y el Centro del Sur

Una de las razones para la creaci車n de la Comisi車n del Sur en 1987 fue intentar darle nuevo 赤mpetu al Grupo de los 77 aport芍ndole carga pol赤tica e intelectual en un momento en el que parec赤a que se quedaba sin aliento y se debilitaba tras los logros del nuevo orden econ車mico internacional del decenio de 1970. Otro motivo era impulsar la creaci車n de una organizaci車n mundial propia de los pa赤ses en desarrollo, denominada ※secretar赤a del Tercer Mundo§. Su tarea consist赤a en proporcionar al Grupo de los 77 apoyo normativo, sustantivo y log赤stico de suma importancia y, de este modo, superar el d谷ficit institucional creado por las crecientes presiones ejercidas sobre la secretar赤a de la UNCTAD para que dejase de prestar apoyo al Grupo, presiones que se intensificaron en la 谷poca posterior a la Cumbre de Canc迆n celebrada en 1981.

La Comisi車n debati車 sobre la cuesti車n institucional largo y tendido. Por un lado, estaban aquellos que ve赤a con escepticismo la posibilidad de crear cualquier tipo de instituci車n y conseguir los recursos y el apoyo pol赤tico necesario para tal iniciativa entre los pa赤ses en desarrollo. Pero tambi谷n estaban aquellos que argumentaban que una instituci車n de este tipo era fundamental si el Grupo de los 77 pretend赤a fortalecer su posici車n y ser eficaz en el 芍mbito multilateral. El Presidente de la Comisi車n, Julius K. Nyerere, era uno de los que estaban convencidos de que era indispensable contar con una organizaci車n del sur. El informe de la Comisi車n Desaf赤o para el sur propon赤a la creaci車n de una Secretar赤a del Sur, como una instituci車n relativamente modesta en las etapas iniciales.

Si bien hab赤a esperanza de que los pa赤ses en desarrollo tuvieran seriamente en cuenta y aplicaran esta recomendaci車n, en la Comisi車n tambi谷n exist赤a una saludable dosis de escepticismo. Por consiguiente, se decidi車 crear una oficina temporal de seguimiento de la Comisi車n, el Centro del Sur, presidida por el Presidente Nyerere, que promover赤a las recomendaciones del informe, especialmente la relativa al establecimiento de una Secretar赤a del Sur. Al final del mandato de dos a?os del Centro, los antiguos miembros de la Comisi車n volver赤an a reunirse para revisar la respuesta a las recomendaciones formuladas en el informe.

La labor y las actividades del Centro del Sur fueron acogidas con benepl芍cito por el Grupo de los 77 en Nueva York y le resultaron de utilidad. Un ejemplo de ello fue cuando, en v赤speras de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en R赤o de Janeiro en 1992, Maurice Strong llam車 por tel谷fono al Presidente Nyerere y le dijo que el Grupo de los 77 no ten赤a una postura com迆n de cara a este importante acontecimiento. Sugiri車 que el Centro podr赤a ser de gran ayuda. Un grupo de expertos, presidido por Gamani Corea, se reuni車 con rapidez. El Presidente Nyerere present車 el documento elaborado al Grupo de los 77 en Nueva York. Fue aceptado y result車 迆til para establecer la postura del Grupo en la Conferencia de R赤o, y supuso otro caso que ilustraba la importancia de brindar apoyo intelectual y t谷cnico continuado al Grupo.

En 1992, se decidi車 ampliar el mandato del Centro del Sur e intentar transformarlo en una organizaci車n permanente, debido a la falta de respuesta a la recomendaci車n institucional de la Comisi車n y dada la experiencia 迆til de la labor del Centro. Durante la reuni車n ministerial del Grupo de los 77 en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994, 44 Estados miembros del Grupo de los 77 firmaron el acuerdo intergubernamental por el que se establec赤a el Centro del Sur. El Presidente del Grupo de los 77, Luis Fernando Jaramillo, de Colombia, tuvo un papel destacado a la hora de movilizar a los pa赤ses miembros del Grupo para que firmaran el acuerdo. En 1995, tras recibir suficientes ratificaciones, el Centro del Sur se convirti車 en una organizaci車n intergubernamental de los pa赤ses en desarrollo.

Poco despu谷s, el Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Gus Speth se?al車 que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) podr赤a estudiar una propuesta del proyecto del Centro del Sur dise?ada para fortalecer la oficina del Grupo de los 77 en Nueva York. Dicha propuesta inclu赤a la apertura de una oficina del Centro del Sur junto a la oficina del Grupo de los 77 para proporcionar a esta 迆ltima apoyo sustantivo.

A pesar de que la idea de la oficina del Centro en Nueva York no se materializ車, en parte debido a las dificultades log赤sticas y jur赤dicas que supon赤a, el proyecto, que se aprob車, hizo posible que Mourad Ahmia, de la Misi車n Permanente de Argelia, se incorporara como funcionario a la oficina del Grupo de los 77, donde se uni車 a Arturo Lozano, de M谷xico, en 1995. Hoy d赤a, casi dos decenios despu谷s, este equipo de dos contin迆a prestando el apoyo crucial y la memoria institucional necesarios para el funcionamiento del Grupo.

El Presidente Nyerere a menudo se lamentaba por no tener un ※t赤o rico§ que le ayudara a financiar al inexperimentado Centro del Sur. En este caso, el Administrador del PNUD actu車 como un t赤o rico, ilustrando la importancia decisiva de la disponibilidad de recursos financieros para llevar a cabo iniciativas, adoptar medidas y hacer posible la construcci車n institucional y el funcionamiento de las instituciones, y para garantizar el apoyo y la participaci車n de personas cualificadas y comprometidas en los esfuerzos colectivos de los pa赤ses en desarrollo.

En 2015, el Centro del Sur celebrar芍 su 20o?aniversario como un centro de estudio intergubernamental del sur, un legado importante de la Comisi車n del Sur. Realiza una labor importante y desempe?a funciones 迆tiles de apoyo a las causas y objetivos comunes del sur y del Grupo de los 77. Es muy peque?o, no cuenta con suficiente financiaci車n, y est芍 muy lejos de ser la modesta ※Secretar赤a del Sur§ compuesta por 25 profesionales de alto nivel que recomendaba la Comisi車n del Sur en su informe. No obstante, se trata de un ejemplo claro de la utilidad e importancia que reviste el apoyo institucional para la movilizaci車n colectiva de los pa赤ses en desarrollo en la escena mundial. Tambi谷n ofrece una plataforma concreta para continuar con la construcci車n institucional sur-sur a nivel mundial, con miras a establecer lo que algunos siguen denominando una ※Organizaci車n de Cooperaci車n y Desarrollo Econ車micos del sur§.

La importancia de las personalidades y el liderazgo

En definitiva, solo cabe destacar la importancia del papel desempe?ado por las personas y del liderazgo en los momentos clave de la historia del Grupo de los 77.

Uno solo puede preguntarse si la UNCTAD hubiera surgido y si se hubiera desarrollado toda la agenda del sur si Ra迆l Prebisch no hubiera liderado el proceso, y si no hubiera sido por su trabajo y su experiencia en Am谷rica Latina y, posteriormente, en la Comisi車n Econ車mica para Am谷rica Latina y el Caribe, su visi車n, carisma y dinamismo personales, su convicci車n 〞que se resume en una frase de su informe de la I?UNCTAD de 1964 que afirma que es posible ※influir consciente y deliberadamente en las fuerzas econ車micas y t谷cnicas para buscar dise?os mundiales§〞, su confianza en el sur y su compromiso con 谷l, y su voluntad para liderar la causa del sur y rebelarse frente el norte dominante. Desempe?車 esta labor a pesar de que se esperaba que fuera un funcionario p迆blico internacional ※neutral§ en el enfrentamiento norte-sur que estaba teniendo lugar en materia de desarrollo.

Es igual de improbable que Prebisch hubiera sido capaz de hacer realidad la visi車n de una organizaci車n de las Naciones Unidas dedicada al comercio y el desarrollo sin el apoyo ni el compromiso de personas entusiastas, tanto en el equipo de la Secretar赤a como en las delegaciones y los ministerios de los pa赤ses en desarrollo.

Las primeras experiencias provocaron que los pa赤ses desarrollados examinaran con cuidado y cercenaran la dotaci車n de personal de la Secretar赤a de la UNCTAD, y que impusieran algunos l赤mites a sus l赤deres y oficiales. El lema ※nunca m芍s otro Prebisch§ o, de hecho, ※otro Gamani Corea§ se convirti車 en su regla no escrita. Se trataba de una decisi車n estrat谷gica, aplicada plenamente hasta la actualidad en todo el sistema de las Naciones Unidas con el objetivo de minar el apoyo a los pa赤ses en desarrollo y, as赤, contribuir al debilitamiento de las acciones y demandas del Grupo de los 77 en la escena mundial.

Tampoco cabe duda de que, de no ser por Julius K. Nyerere, que recibi車 el apoyo pol赤tico y material pleno de su pa赤s, la Rep迆blica Unida de Tanzan赤a, y que siempre pudo contar con un grupo de personas y l赤deres gubernamentales comprometidos, como el Primer Ministro Mahathir de Malasia y el Presidente Suharto de Indonesia, que intervinieron en momentos cruciales, el Centro del Sur no existir赤a actualmente como una organizaci車n intergubernamental del sur.

El Sur Global necesita l赤deres de la posici車n, los conocimientos y, sobre todo, la convicci車n de Julius K. Nyerere y Ra迆l Prebisch y una organizaci車n principal a nivel mundial, que proporcione energ赤a e impulso al Grupo de los 77 y al Movimiento de los Pa赤ses No Alineados para afrontar los problemas comunes a la hora de continuar su lucha por la paz mundial, el desarrollo y un orden econ車mico y pol赤tico mundial equitativo.

Notas

Gosovic, Branislav. UNCTAD: Conflict and Compromise, The Third World's Quest for an Equitable World Economic Order through the United Nations (Sijthoff, Leiden, 1972).

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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?