Seg¨²n las estimaciones de la UNESCO, m¨¢s de 1.500 millones de estudiantes de 165 pa¨ªses no pueden asistir a los centros de ense?anza debido a la COVID-19. La pandemia ha obligado a la comunidad acad¨¦mica internacional a explorar nuevas formas de ense?ar y aprender, incluida la educaci¨®n a distancia y en l¨ªnea. Esta situaci¨®n ha resultado dif¨ªcil tanto para los estudiantes como para los docentes, que tienen que enfrentarse a los problemas emocionales, f¨ªsicos y econ¨®micos provocados por la enfermedad al tiempo que cumplen la parte que les corresponde para contribuir a frenar la propagaci¨®n del virus. El futuro es incierto para todos, y en particular para los millones de estudiantes que ten¨ªan que graduarse este a?o, los cuales se van a enfrentar a un mundo con la econom¨ªa paralizada por la pandemia.?

En la serie de articulos sobre la COVID-19 y la educaci¨®n superior, la iniciativa Impacto Acad¨¦mico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en ingl¨¦s) habla con estudiantes, profesores e investigadores de diferentes partes del mundo para averiguar qu¨¦ efectos ha tenido en sus vidas la COVID-19 y c¨®mo est¨¢n haciendo frente a los cambios. La serie tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en las lecciones aprendidas y en los resultados positivos que puede tener el confinamiento mundial para la educaci¨®n superior.

En esta entrevista hablamos con el Dr. Pablo de Castro, investigador postdoctoral que labora en el proyecto N¨²cleo Milenio F¨ªsica de la Materia Activa en el Departamento de Fisica de la Universidad de Chile.?El Dr. De Castro naci¨® en Brasil, obtuvo el t¨ªtulo de Doctorado en el King's College de Londres y se traslad¨® a Chile en 2019 para continuar sus planes de estudio y explorar la leyes f¨ªsicas que determinan el movimiento de las bacterias y otros nadadores microsc¨®picos.

Durante la cuarentena por la COVID-19, el Dr. De Castro invirti¨® en una silla m¨¢s c¨®moda y en una nueva mesa de estudio. Logr¨® continuar con sus investigaciones te¨®ricas y organiz¨® frecuentes reuniones virtuales para hablar de sus progresos y conclusiones con sus colegas. Como investigador, se ve a s¨ª mismo en una situaci¨®n privilegiada y dice que los investigadores experimentales han tenido muchos problemas para proseguir con sus actividades diarias al no disponer de los equipos y las instalaciones que necesitaban.

Para ¨¦l, el lado positivo de la pandemia es que ha permitido que las instituciones acad¨¦micas se den cuenta de que es posible facilitar la colaboraci¨®n interdisciplinar en todo el mundo gracias a la tecnolog¨ªa, que desempe?a un papel crucial a la hora de conectar a las personas. Tambi¨¦n cree que la COVID-19 ha demostrado a los gobiernos la importancia de apoyar los estudios cient¨ªficos entre las prioridades de sus agendas.

Sin embargo, el financiamiento no es el ¨²nico problema para los investigadores pues tambi¨¦n se refiri¨® a problemas de salud mental. Trabajar como investigador implica normalmente soledad, presi¨®n y obtenci¨®n de resultados. Algunos de los problemas relacionados con la salud mental pueden agravarse con la cuarentena y el abrumador bombardeo de noticias que recibimos cada d¨ªa impide a muchos investigadores concentrarse en su trabajo. .

Recursos adicionales:

  • Naciones Unidas:?Respuesta ante la COVID-19
  • UNESCO:?
  • UNESCO:?
  • Organizaci¨®n Mundial de las Salud (OMS):??
  • Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT):?
  • Voluntarios de las Naciones Unidas:?