Abarcando m¨¢s del 70% del planeta, los oc¨¦anos son argumentalmente el recurso m¨¢s poderoso de la Tierra. De acuerdo a la Administraci¨®n Nacional de Aeron¨¢utica y el Espacio (NASA, por sus siglas en ingl¨¦s) de los Estados Unidos, cerca de seiscientos mil kil¨®metros de costa los bordea, y casi un tercio de la poblaci¨®n mundial ¡ª 2,400 millones de personas ¡ª vive a menos de 160 kil¨®metros de las costas. En este sentido, la degradaci¨®n oce¨¢nica es uno de los retos m¨¢s contundentes de la humanidad, mismo que se aborda en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14: Vida Submarina.
Con esto en mente, el Dr. Aaren Freeman y el Dr. Ryan Wallace, miembros de la facultad e investigadores en el Departamento de Biolog¨ªa y Estudios Ambientales y Ciencias en la Universidad Adelphi, una instituci¨®n afiliada a Impacto Acad¨¦mico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en ingl¨¦s) en los Estados Unidos, han estado estudiando el problema de la contaminaci¨®n por nutrientes en nuestras aguas durante a?os, y proponiendo un conjunto de soluciones viables y sostenibles. La contaminaci¨®n por nutrientes es el exceso de nitr¨®geno y f¨®sforo causado por diversas actividades humanas.
Actividades como el derrame de fertilizantes qu¨ªmicos y naturales, de aguas residuales, y de pesticidas. El exceso de nitr¨®geno es da?ino para los humanos, al mismo tiempo que estimula el crecimiento de grandes cantidades de algas que obstruyen las v¨ªas navegables estrechas y agotan el ox¨ªgeno en el agua, da?ando as¨ª la vida marina. El estrecho de Long Island, un estrecho marino y estuario mareal del Oc¨¦ano Atl¨¢ntico, es vulnerable debido a la densa contaminaci¨®n, a la industria cercana, a las zonas verdes p¨²blicas que dependen de los fertilizantes industriales, y a la poca profundidad de las aguas de la bah¨ªa.
Por lo tanto, esta ubicaci¨®n es ideal para conducir una investigaci¨®n cient¨ªfica dirigida a detener y revertir la degradaci¨®n y restauraci¨®n del ecosistema costero. Los investigadores de Adelphi abordaron el problema desde dos ¨¢ngulos diferentes. Un enfoque fue la fuerte ca¨ªda en las poblaciones de bivalvos de Shinnecock Bay, que, afirma el Dr. Wallace, se ha reducido en casi un 95% debido a la sobrecosecha. ¡°Los bivalvos como las ostras y almejas son conocidos como ¡®especies clave¡¯, ya que proveen muchos servicios ecol¨®gicos¡±, indica el experto.
¡°Son filtradores, bombean agua a su cuerpo y separan las part¨ªculas para alimentarse de ellas. As¨ª que, entre m¨¢s bivalvos tengas, menos es la proliferaci¨®n de las algas da?inas¡±. Una ostra adulta, en efecto, puede filtrar casi doscientos litros de agua al d¨ªa. El Dr. Freeman dice que quieren ¡°traer de vuelta a las ostras como fuente alimentaria y remover el exceso de nitr¨®geno en el ecosistema costero¡±. Menciona que podemos obtener el doble beneficio de alimentar a la gente y limpiar el agua. El objetivo es proveer la manera en que el ecosistema puede reconstruirse a s¨ª mismo de forma natural.
Si la zona se reconstruye con suficientes ostras, podr¨ªa mejorar la calidad del agua, reduciendo la proliferaci¨®n de algas y permitiendo que la vida marina prospere. Adem¨¢s, el abastecimiento de alimentos se repondr¨ªa. En el 2016, el Dr. Freeman cofund¨® el Proyecto Comunitario de Restauraci¨®n de Ostras con varias partes interesadas. Los voluntarios recolectaron conchas de ostras en zonas restauranteras y de festivales de ostras para reconstruir falsos ¡®arrecifes¡¯ o ¡®santuarios reproductores¡¯ en ¨¢reas protegidas de la bah¨ªa, donde las ostras pueden crecer hasta la madurez en un ambiente protegido.
El proyecto sigue en curso, pero los resultados est¨¢n siendo positivos. El Dr. Wallace coment¨®: ¡°Hemos observado un incremento en larvas de ostra asent¨¢ndose dentro de la bah¨ªa y un subsecuente incremento en la abundancia de ostras¡±. Por ejemplo, al inicio del proyecto, no hab¨ªan ostras cuantificables dentro del santuario de Laurel Hollow, y ahora hay miles de ellas, formando incluso peque?os arrecifes. Tambi¨¦n, una encuesta conducida por el pueblo confirm¨® que la poblaci¨®n de ostras aument¨® significativamente en los ¨²ltimos cinco a?os.
Para el segundo enfoque de la investigaci¨®n, los dos cient¨ªficos abordaron otra manera de mitigar los altos niveles de nitratos en el agua al cultivar algas azucareras e introducirlas nuevamente a la comunidad como una fuente sostenible de fertilizante natural. Con el apoyo de las localidades de Hempstead y Oyster Bay comenzaron a cultivar algas y distribuirlas para su uso en campos de golf locales, reduciendo as¨ª el excesivo n¨²mero de nutrientes que regresar¨ªa a las bah¨ªas. Una ventaja es que el alga absorbe cantidades sustanciales de exceso de nitr¨®geno del agua.
¡°Esperamos que el uso de algas en lugar de fertilizantes sint¨¦ticos se vuelva m¨¢s com¨²n¡±, dice el Dr. Freeman. ¡°Hay muchos escenarios donde estos cambios tienen sentido no solo para el beneficio del medio ambiente, si no tambi¨¦n financieramente y por la salud de nuestra comunidad", agrega. El siguiente objetivo inmediato es que su uso sea adoptado en parques recreativos p¨²blicos del ¨¢rea. De igual manera, los investigadores est¨¢n convencidos de lo importantes que son las asociaciones y contar con la participaci¨®n comunitaria, sin la cual el cambio no ser¨ªa posible.
¡°El apoyo comunitario a estos esfuerzos y la difusi¨®n han sido esenciales al construir una licencia social para estos proyectos,¡± coment¨® el Dr. Freeman. A lo largo de los a?os, ambos han entrenado a la siguiente generaci¨®n de cient¨ªficos ambientalistas al involucrar al alumnado de grado y postgrado de Adelphi en sus laboratorios y trabajo de campo, donde usualmente se pueden ver trabajando por toda la costa. Afuera de la universidad, los doctores Freeman y Wallace han trabajado con grupos de ciudadanos cient¨ªficos inmersos en la jardiner¨ªa de ostras durante el verano.
El proyecto contin¨²a creciendo a medida que la comunidad aprende de la importancia de este trabajo para proteger las bah¨ªas de Long Island, comprendiendo que ellos tambi¨¦n pueden ser decisivos para el cambio. De hecho, desde sus principios, el n¨²mero de colaboradores y organizaciones asociadas ha crecido exponencialmente. En general, el trabajo de los investigadores es importante, ya que provee a los cient¨ªficos y a las comunidades con un exitoso caso de estudio sobre c¨®mo el cambio ambiental es posible a trav¨¦s de estrategias cr¨ªticas basadas en la investigaci¨®n cient¨ªfica.