La manera de utilizar la ciencia, la investigación y el estudio para hacer frente a los retos, buscar soluciones innovadoras y llegar a las personas necesitadas constituye un motivo de preocupación para las instituciones académicas. A ese respecto, la Escuela de Ingeniería de la , institución estadounidense miembro de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés), encabeza un grupo de investigadores que estudian la manera de difundir y aplicar los conocimientos científicos en su proyecto financiado por la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.?

El proyecto PIRE para la seguridad hídrica y alimentaria tiene como finalidad mejorar la productividad y la gestión de los recursos hídricos en las comunidades agrícolas de bajos ingresos de la Cuenca del Nilo Azul, en ?frica Nororiental. El principal objetivo es ofrecer predicciones estacionales seguras sobre la disponibilidad de agua a escala de las peque?as explotaciones agrícolas y el rendimiento de los correspondientes cultivos durante las estaciones húmeda y seca. Las comunidades locales dependen de la Cuenca del Nilo Azul para el mantenimiento de sus cosechas y, por ende, de su sustento, pero los niveles de precipitaciones y de agua en la región son impredecibles, lo que provoca la pérdida de las cosechas y la consiguiente escasez de alimentos.

El proyecto ofrece a los agricultores herramientas que les ayudan a superar esos retos y complementar los conocimientos propios?existentes, incorporando, al mismo tiempo, la capacidad de contar con previsiones basadas en investigaciones y con métodos de gestión de los recursos hídricos. Asimismo agrupa a las personas y los recursos más allá de las fronteras disciplinarias, culturales y geográficas, para promover así intervenciones basadas en el conocimiento y en los derechos. El proyecto fomenta también la colaboración entre varias partes interesadas utilizando métodos de investigación sociológica y de ingeniería que propician un enfoque centrado en las personas.?

Un enfoque como el descrito, basado en un esfuerzo de colaboración, permite integrar en el programa la educación superior, la formación profesional y la cooperación con las comunidades, con el fin de desarrollar el capital humano y los contactos sociales entre los científicos, los agricultores, los responsables de la adopción de políticas y los estudiantes tanto en los Estados Unidos como?en Etiopía. El proyecto está dirigido por Emmanouil Anagnostou y Elizabeth Holzer de la Universidad de Connecticut, Paul Block de la Universidad de Wisconsin-Madison,?Liang You del Instituto Internacional de Investigación sobre Política Alimentaria, y Yang Hong de la Universidad de Oklahoma.?

Las instituciones colaboradoras en Etiopía son la Universidad Bahir Dar, la Universidad Abay Basin, la Agencia Nacional de Meteorología y el Ministerio de Recursos Hídricos. En los tres primeros a?os del proyecto, hasta 2019, se eligió el emplazamiento y se llevaron a cabo evaluaciones de viabilidad, el trabajo de investigación para el desarrollo de modelos hidrológicos y de cultivos en la región septentrional del Nilo Azul, así como el dise?o y la realización de encuestas sociales, para las que fueron seleccionadas cuatro comunidades, dos de las cuales dependían de proyectos de irrigación mientras que las otras dos utilizaban el agua de lluvia.?

Los estudiantes de doctorado en ciencias sociales de la Universidad de Connecticut realizaron, entre 2018 y 2019, un total de 1.856 encuestas de hogares y unas 121 entrevistas semiestructuradas. Al mismo tiempo, los estudiantes universitarios de esta institución y también de la Universidad de Wisconsin elaboraron modelos avanzados y herramientas dinámicas y estadísticas de previsión meteorológica, al objeto de simular variables como el régimen fluvial, los niveles de agua subterránea, la humedad de los suelos y la producción agrícola en estas comunidades durante las estaciones húmeda y seca.?

Una vez que estos modelos científicos se establecieron y se aplicaron a las previsiones, tenían que compartirse para que surtieran efecto y, a tal fin, el equipo de ciencias sociales se esforzó para hacer accesible esta información mediante la creación de boletines visualmente atractivos y ?de fácil comprensión para los agricultores. Según Ezana Atsbeha, socióloga del proyecto “la mejor parte del proyecto fue el trabajo realizado con los agricultores con miras a la elaboración y publicación del boletín con las previsiones. Ezana decía: “Trabajamos todos juntos en el desarrollo de las intervenciones y tuvimos la oportunidad de hablar con ellos para recabar sus opiniones y adaptar en consecuencia las siguientes series de boletines con las previsiones.”?

A pesar de la pandemia de la COVID-19, el proyecto ha logrado continuar su implementación y también ha seguido mejorando la seguridad alimentaria e hídrica a nivel local. En el marco del proyecto se han publicado cinco boletines estacionales y se está trabajando en la preparación de las previsiones para la estación seca de 2021-22, al tiempo que intenta establecer una base de datos y conocimientos en la que se archivarán los modelos científicos, los códigos informáticos y las herramientas actualizadas utilizadas en las actividades de previsión estacional, para garantizar que los investigadores y los organismos locales etíopes puedan utilizar las herramientas, con el fin de ayudar a las partes interesadas locales. ?
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El proyecto PIRE para la seguridad hídrica y alimentaria sigue publicando previsiones y recopilando datos, y mantiene fructíferas asociaciones con los investigadores, los estudiantes y las comunidades en Etiopía, los Estados Unidos y otros países e instituciones de todo el mundo. El éxito de este proyecto pone de relieve el inconmensurable valor del intercambio de conocimientos a través de las fronteras, y la importancia de aprender de los que están más cerca del problema. Aunque en la lista de investigadores figuran muchos que residen en el otro extremo del mundo, su labor está basada en las perspectivas y necesidades locales.

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