29 septiembre 2015

La Carta de las Naciones Unidas, que se firm車 en 1945, no aborda la cuesti車n del medio ambiente. En el documento fundacional no aparecen ni la palabra en s赤 ni ninguna referencia al ecologismo. Aun as赤, la protecci車n del medio ambiente influye en la conservaci車n de todo el planeta. Adem芍s, se trata de una cuesti車n relacionada con las disposiciones de la Carta, dado que la sostenibilidad del medio ambiente es un factor decisivo a la hora de garantizar el bienestar de sus habitantes. Por tanto, las iniciativas de las Naciones Unidas son imprescindibles en la b迆squeda de soluciones para la mayor赤a de los problemas medioambientales. Con el paso de los a?os, esta cuesti車n ha ido adquiriendo una importancia cada vez mayor en las deliberaciones de la Asamblea General y se ha incluido en sus resoluciones, avance que acojo con sumo agrado.

Del mismo modo se han firmado una serie de tratados que abordan cuestiones medioambientales, entre ellos la Convenci車n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, 1973), el Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminaci車n (1989), la Convenci車n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim芍tico (CMNUCC, 1992), el Convenio sobre la Diversidad Biol車gica (CDB, 1992), la Convenci車n de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificaci車n (UNCCD, 1994) y el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Org芍nicos Persistentes (2001), por nombrar solo unos pocos. En 1972 se cre車 el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y en 2009 tuve el honor de ser nombrado Embajador de Buena Voluntad de este programa. Tal cantidad de tratados y la importancia que tienen son prueba de c車mo las Naciones Unidas han conseguido tener la situaci車n bajo control.

A mi juicio, la historia en torno a la redacci車n del Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono, firmado en 1987, es el mejor ejemplo del 谷xito de la iniciativa de las Naciones Unidas en la esfera de la protecci車n del medio ambiente. Tras una serie de negociaciones por parte de la comunidad internacional que se sucedieron a un ritmo ejemplar durante unos pocos a?os, las Naciones Unidas pusieron en marcha medidas para reducir progresivamente la mayor赤a de las emisiones que agotan la capa de ozono y establecieron mecanismos para supervisar su aplicaci車n. No cabe duda de que el agotamiento del ozono amenaza nada menos que la vida en nuestro planeta. Actualmente el ※agujero de la capa de ozono§, tal y como se le denomina con frecuencia, se recupera de forma lenta, pero hay esperanzas de cara a encontrar la soluci車n a este problema. No obstante, a pesar de que se han conseguido cuantiosos logros, no hemos de desviar la atenci車n de los dos problemas principales que persisten.

Evidentemente, el primero de ellos es el cambio clim芍tico. En diciembre de 2015 se celebrar芍 en Par赤s una cumbre sin precedentes: el 21? per赤odo de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convenci車n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim芍tico. Las esperanzas y los esfuerzos de todos est芍n depositados en el 谷xito de este evento hist車rico. Sin embargo, las reuniones previas presentaron un panorama decepcionante, al menos en lo que respecta a las cuestiones tratadas, y evidenciaron la incapacidad de la comunidad internacional para hallar soluciones a los problemas actuales. Aun as赤, el cambio clim芍tico sigue siendo el principal problema medioambiental del siglo XXI. Sea cual sea el resultado de la Conferencia de Par赤s, solo ser芍 el principio, el primer paso en un proceso que habr芍 de continuar en los pr車ximos decenios.

Varias son las razones que explican por qu谷 ha costado tanto que las negociaciones en torno al cambio clim芍tico avancen. Entre ellas destacan la cambiante situaci車n geopol赤tica, ciertas condiciones econ車micas y las importantes repercusiones derivadas de estas. Estos desaf赤os se plantean principalmente por los efectos que produce el cambio clim芍tico sobre casi cualquier aspecto de la vida en nuestras sociedades. En mi opini車n, esto debe obligarnos a reconsiderar nuestro enfoque en torno a la protecci車n del medio ambiente. Se trata de una tarea que no solo conlleva preservar la flora y la fauna, sino tambi谷n garantizar que nuestro planeta est谷 en las mejores condiciones posibles para una humanidad pr車spera, lo cual nos lleva de nuevo a los pilares de las Naciones Unidas y lo dispuesto en la Carta. Y de aqu赤 surge el segundo problema, que quiz芍 sea m芍s apremiante que el primero. ?

En cierto modo, el verdadero desaf赤o del siglo radica en c車mo allanar el camino hacia una convivencia global. Y el primer paso para conseguirlo es lograr un mayor conocimiento entre las personas y aceptar y celebrar nuestras diferencias. El odio y los conflictos alimentan la falsa imagen que tenemos del Otro. Pero al conocer al Otro reconoceremos su humanidad esencial y daremos, as赤, un paso m芍s en el camino de la reconciliaci車n, la tolerancia y la paz. En este sentido, las Naciones Unidas desempe?an un papel vital, ya que conceden el espacio de di芍logo permanente.

Otro de los objetivos por los que lucho con mi modesto trabajo es unir a las personas. Esto se refleja sobre todo en mi 迆ltima pel赤cula, HUMAN, que puede considerarse la obra cumbre de mi trabajo. La pel赤cula versa sobre la historia de las Naciones Unidas en sus dos momentos decisivos: la Cumbre para la Tierra celebrada en R赤o de Janeiro en 1992 y la aprobaci車n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en el a?o 2000.

De hecho, HUMAN se basa en Desde arriba, un proyecto de fotograf赤a a谷rea dise?ado para capturar la belleza del planeta que puse en marcha hace 20 a?os, tras la primera cumbre en R赤o de Janeiro. Gracias a este trabajo me nombraron Embajador de Buena Voluntad del PNUMA. Como bien es sabido, en aquella cumbre se asentaron los cimientos del desarrollo sostenible y se present車 una estrategia para luchar por la preservaci車n del medio ambiente en los pr車ximos a?os. A pesar de que se hace un uso excesivo del t谷rmino ※sostenibilidad§, este define fundamentalmente la interdependencia entre el medio ambiente y las cuestiones sociales. El desarrollo sostenible no consiste 迆nicamente en preservar las mariposas y las flores, sino en asegurar la existencia sostenible de los hombres y las mujeres que habitan el planeta, hombres y mujeres que son, al mismo tiempo, causa y soluci車n de los problemas a los que tiene que hacer frente la humanidad.

Asimismo, HUMAN se inspira en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Estos objetivos fundamentales, auspiciados por Kofi Annan en la v赤spera de la transici車n al siglo XXI, acercaron la acci車n de las Naciones Unidas al d赤a a d赤a 〞de preocupaciones, dificultades y esperanzas〞 de (en aquel momento) los 6.000 millones de habitantes del planeta. Mi objetivo era poner cara y dar voz a estos 6.000 millones de personas. As赤 comenz車 mi proyecto titulado 6 mil millones de Otros (ahora se denomina 7 mil millones de Otros), donde se presentan los testimonios de miles de personas de todos los continentes de tal manera que se dibuja un retrato vivo de la humanidad.

En cierta medida, HUMAN es la s赤ntesis de estos dos proyectos. HUMAN ve la luz al tiempo que los ODM se transforman en objetivos de desarrollo sostenible, es decir, cuando las Naciones Unidas tratan de integrar las cuestiones de medio ambiente en las agendas sociales y de desarrollo. En definitiva, no son dos proyectos que se contrapongan, sino que m芍s bien se complementan. Estoy convencido de que el ecologismo es una nueva forma de humanismo.

A lo largo de todo el proceso de adopci車n y aplicaci車n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los objetivos de desarrollo sostenible me he percatado de la creciente preocupaci車n en torno a c車mo involucrar a m芍s personas en las iniciativas de las Naciones Unidas. Tal y como yo lo veo, esta ser芍 una de las cuestiones m芍s importantes en los a?os venideros. Me gustar赤a que las Naciones Unidas hallasen un modo mejor y m芍s directo de tender la mano a los miles de millones de habitantes del planeta, a pesar de que comprendo perfectamente el desaf赤o que esto supone.

El di芍logo no debe limitarse a las negociaciones entre los l赤deres y aquellos que adoptan las decisiones, sino que debe incluir a todos. Sin embargo, con frecuencia escuchamos 迆nicamente a aquellos que tienen la capacidad o el prestigio social para ello. ?Cu芍ntos otros se quedan sin voz? ?Cu芍ntos otros conseguir芍n que se les escuche? Tanto en HUMAN, como en 7 mil millones de Otros, mi objetivo es dar la palabra a las personas a las que normalmente no escuchamos: los sin voz, los sin nombre, aquellos que no salen en las portadas de revistas, pero que son personas excepcionales. Con frecuencia, a pesar de que se las subestima, o quiz芍 a causa de ello, estas personas guardan un mensaje tan poderoso y aut谷ntico como su propio ser, ya que sus palabras no han sufrido la erosi車n de los medios de comunicaci車n.

Para que estos testimonios no desaparezcan hemos de hacernos eco de ellos. Debemos hacer el esfuerzo de comprender al m芍ximo estas palabras y reflexionar sobre ellas, repetirlas, reaccionar ante ellas o quiz芍 incluso rebatirlas.

Me gustar赤a que todos nosotros participemos de estas conversaciones con acciones, comprometi谷ndonos, cada uno a nuestra manera, para conseguir un mundo mejor en el que todos podamos convivir. Cada uno de nosotros podemos conseguirlo a nuestra manera: sonriendo a extra?os, hablando con nuestros vecinos de edad avanzada o ayud芍ndolos a llevar su compra, apoyando econ車micamente una u otra causa o involucr芍ndonos en una organizaci車n. Las Naciones Unidas tambi谷n est芍n impulsando un cambio fundamental, sobre todo al establecer cada vez m芍s v赤nculos con la sociedad civil y con organizaciones no gubernamentales (ONG). Al reconocer los conocimientos que tienen, el papel que desempe?an y la importancia de sus acciones, las Naciones Unidas ayudan a estimular un sector fundamental de nuestra sociedad, lo que permite que se expresen y se escuchen otras voces. He podido experimentar este fen車meno en todo el trabajo conjunto llevado a cabo entre mi fundaci車n y las Naciones Unidas y estoy convencido de que esta relaci車n con las ONG va a fortalecerse a迆n m芍s en un futuro.

Para concluir me gustar赤a citar a Paul Claudel, quien escribi車 que no son las espinas las que protegen a la rosa, sino su perfume. Del mismo modo, las nefastas predicciones de Casandra sobre el medio ambiente no salvar芍n al mundo. Lo har芍 nuestra capacidad de conmovernos. Lo har芍 tambi谷n nuestra capacidad para apreciar la belleza que habita en cada uno de nosotros, dejando que esta florezca al abrirnos al otro y hablar desde el coraz車n. El amor, entendido grosso modo como forma de empat赤a y benevolencia, es el pilar de toda vida en sociedad; es la piedra angular de la convivencia. El amor es algo revolucionario. Y ser芍 el amor lo que cambie el mundo. Eso es lo que intento transmitir en HUMAN. Eso es lo que siempre he intentado transmitir.?

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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?