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que "migrar no es fácil". Hoy, esta venezolana sonríe. Gracias a la Universidad de Machala y a , Nereida pudo acceder a la asesoría necesaria para su regularización en Ecuador.

La comunidad mbya guaraní de Paraguay depende del bosque para obtener alimento y medicina. Hoy el cambio climático y la está obligado a abandonar sus tierras.

Dora y Rene alternan el saludo a sus clientes con la preparación de pan. Esta es su rutina de los últimos cinco años. El tiempo transcurrido desde que a Brasil. "Nos está yendo bien. Migrar no fue sencillo, [pero] las personas aquí son muy amables y siempre nos han tratado con mucho respeto”, dice Rene.  

te propone varias historias de mujeres migrantes haitianas que, además de luchar por un futuro mejor para ellas, trabajan por los derechos de la población migrante de Haití. Este es el caso de Jessica y Jess, dos gemelas que asisten en Tijuana (México) a compatriotas en el aprendizaje del español y el acceso a .

En su periplo migratorio de Venezuela a Estados Unidos, Marcos comenzó a manifestar una enfermedad en México que le inmovilizó piernas y brazos. “Fue algo aterrador contárselo a mi mamá, pero también lo fue sufrir solo esta enfermedad”, recuerda. Poco tiempo después, y gracias al voluntario de , Marcos está ya de vuelta en casa. Ahora, tras descubrir durante su migración un talento para cocinarla, planea abrir un restaurante de comida china.

En este país, ofrece talleres para refugiados, migrantes y peruanos sobre pastelería, coctelería y gastronomía. El objetivo es no solo integrar sabores; también comunidades.  

Ilaria es una madre soltera que vive con sus cuatro hijos y su madre en el territorio indígena Mbya Guaraní, al sureste de Paraguay. Se trata de una comunidad afectada por y el cambio climático, lo que obliga a Ilaria y a otras mujeres a desplazarse periódicamente para alimentar a sus familias. La historia de esta comunidad es similar a la de muchos otros grupos indígenas de América del Sur por proteger sus culturas ancestrales.

En un estudio sobre América Central, México y la República Dominicana, la OIM expone los obstáculos que afrontan los migrantes que no cuentan con para acceder a sus derechos y a servicios.

Luisa llegó desde a Chile en 2018. Allí comenzó a trabajar de profesora, como lo hacía en su país natal. Hoy trabaja con niños en residencias familiares: “la migración es una fuerte decisión, pero con esa decisión viene un cúmulo de oportunidades”, cuenta a la .

Cuando nació Leonardo, Neida, su madre, supo que “había algo distinto en él”. En Venezuela, su país natal, se enfrentaron a muchas barreras en el acceso a una atención para Leonardo. Hoy, en Ecuador, el pequeño participa con éxito en un proyecto de que facilita el acceso a la salud y fomenta la integración de niños con discapacidad.

Un experto de propone una legislación común caribeña para promover los derechos humanos en la gestión de fronteras e intensificar la lucha contra actividades criminales

te presenta a Tiago (Brasil) y Lucía (Uruguay). Juntos han emprendido un proyecto ambiental de economía circular que incluye la venta de productos . Es su pequeña aportación para un futuro más sostenible.

En un nuevo análisis regional, la resalta la importancia de obtener datos fiables sobre . Sin ellos, es difícil formular políticas para luchar contra el cambio climático.

La familia González vive en México, pero podría hacerlo en cualquier país de Centroamérica, una región sacudida por fenómenos climáticos extremos. te presenta su historia de, víctimas de las inclemencias de un tiempo cambiante.

A pesar de tener títulos universitarios y años de experiencia laboral en su natal Venezuela, cuando llegaron a Guyana, Mercedes y Nathaly no tuvieron más opción que trabajar en almacenes, oficinas y hospitales. Cuatro años más tarde, y gracias a la capacitación de , estas dos amigas manejan y están decididas a instalarse mientras contribuyen al desarrollo de los sectores biomédico y de tecnología en Guyana.