Este a?o, el D¨ªa Internacional para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres, celebrado el 13 de octubre de 2022, se centr¨® en el objetivo de ¡° Incrementar considerablemente la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana sobre amenazas m¨²ltiples y de la informaci¨®n y las evaluaciones sobre el riesgo de desastres transmitidas a las personas, y el acceso a ellos, para 2030¡±, que representa la s¨¦ptima y ¨²ltima meta del?.
A diferencia de la gente, los desastres no diferencian entre unos y otros. Los estudios revelan que los desastres refuerzan, perpet¨²an e incrementan la desigualdad de g¨¦nero en t¨¦rminos de p¨¦rdida de medios de subsistencia, violencia de g¨¦nero e incluso de niveles de mortalidad durante y despu¨¦s de los desastres. En este contexto, a menudo se ha puesto de relieve la vulnerabilidad de las mujeres en los desastres, junto con la necesidad de medidas de reducci¨®n del riesgo de desastres (RRD) espec¨ªficas para las mujeres, as¨ª como de un reconocimiento m¨¢s adecuado del papel de las mujeres en las iniciativas de RRD. La alerta temprana y la acci¨®n temprana salvan vidas. Entre dichas iniciativas deben figurar la evacuaci¨®n r¨¢pida y la dotaci¨®n de alojamiento adecuado, con el suministro de art¨ªculos de socorro y otras medidas que puedan ayudar a reducir y evitar un desastre. Para cumplir estos objetivos fundamentales es necesario que los sistemas de alerta temprana sean inclusivos.
Sistemas de alerta temprana inclusivos
Las consecuencias de las situaciones peligrosas no son imparciales en cuanto a g¨¦nero: las mujeres suelen sufrir un mayor riesgo debido a la falta de informaci¨®n puntual y oportuna sobre peligros inminentes. Es frecuente que las mujeres no tengan igualdad de acceso a la tecnolog¨ªa, la comunicaci¨®n o los servicios, y, por tanto, no reciban informaci¨®n de importancia cr¨ªtica. Este es especialmente el caso de las mujeres y otros grupos marginados que viven en zonas rurales o aisladas.?En desastres acaecidos recientemente se ha constatado una mayor tasa de mortalidad entre las mujeres. Por ejemplo, en el tsunami que afect¨® al Oc¨¦ano ?ndico en 2004, el n¨²mero de muertes notificadas de mujeres fue cuatro veces superior al de hombres.1?En el terremoto de Nepal de 2015, un 55?% de las v¨ªctimas mortales eran mujeres y ni?as.2?Los estudios apuntan a que esas diferencias se deben a numerosos motivos. Se ha descubierto que, en algunas sociedades, las mujeres no pueden adquirir habilidades con las que podr¨ªan salvar sus vidas, como por ejemplo, la nataci¨®n, debido a las pr¨¢cticas y normas culturales. Durante el tsunami antes se?alado, muchas mujeres se ahogaron porque no sab¨ªan nadar. Esto demuestra c¨®mo las normas de g¨¦nero construidas socialmente pueden limitar el acceso de las mujeres a la informaci¨®n y a destrezas importantes, lo que las hace m¨¢s vulnerables a los desastres. Asimismo, los estudios han demostrado que el acceso a los recursos y la riqueza en los hogares y la sociedad, as¨ª como el acceso a la educaci¨®n, tambi¨¦n reducen la vulnerabilidad de las mujeres en caso de desastre.? ?
Tradicionalmente, a las mujeres se les ha considerado v¨ªctimas de los desastres,3,4?y siguen representando un porcentaje ¨ªnfimo de las personas encargadas de la adopci¨®n de decisiones en materia de RRD, a pesar de que su participaci¨®n en la ejecuci¨®n de medidas a escala comunitaria es sustancial. Se han puesto en marcha iniciativas recientes destinadas a identificar las capacidades y destrezas de las mujeres y c¨®mo pueden contribuir a las medidas de RRD. A pesar de ello, en la pr¨¢ctica, el papel de las mujeres en el contexto de la RRD es desigual en los distintos pa¨ªses, regiones y continentes.5?La verdadera situaci¨®n de las mujeres en la RRD solo puede determinarse cuando se desglosa esta cifra. El 84?% de las mujeres que participan en la RRD ocupan puestos de secretar¨ªa, mientras que solo el 10?% est¨¢n contratadas como profesionales. El 6?% restante trabaja en los sectores de artesan¨ªa y comercio. Otra encuesta se?ala que la proporci¨®n de hombres y mujeres en puestos directivos es del 94?%-6?%.6?Adem¨¢s, en la categor¨ªa de "gerencia y administraci¨®n", las mujeres se concentran en puestos especializados, como, por ejemplo, recursos humanos y relaciones p¨²blicas, en lugar de ocuparse de la gesti¨®n m¨¢s general.
El primer paso para aumentar la participaci¨®n de las mujeres en la RRD ser¨ªa identificar las barreras que impiden que desempe?en una funci¨®n en la toma de decisiones, la gobernanza y cualquier iniciativa de RRD. Es necesario que las mujeres no solo sean reconocidas como valiosos modelos de conducta, sino tambi¨¦n como poderosos agentes de cambio a escala nacional e internacional. El principal argumento para aumentar la participaci¨®n de las mujeres en la alerta temprana y la adopci¨®n de decisiones en materia de RRD es su potencial para incrementar la capacidad de respuesta y la eficacia del gobierno. Esta mayor participaci¨®n promueve, a su vez, la consecuci¨®n de un desarrollo inclusivo y de una gobernanza democr¨¢tica, lo que ayuda a mejorar la confianza en las instituciones p¨²blicas y a mejorar la sostenibilidad y la capacidad de respuesta de las pol¨ªticas p¨²blicas.
En una comunidad, las mujeres suelen ser quienes promueven iniciativas, tienen grandes dotes para crear redes y son las que gestionan, organizan y cuidan, desempe?ando as¨ª un papel constructivo y productivo en materia de RRD. Existen numerosos casos de ¨¦xito que demuestran los logros de las mujeres en la reducci¨®n del riesgo de desastres y en la creaci¨®n de resiliencia en las comunidades. Aun as¨ª, a las mujeres se las sigue categorizando como "v¨ªctimas" y "grupo vulnerable" que necesita protecci¨®n frente a los efectos de los desastres. Este hecho impide reconocer las capacidades y aportaciones de las mujeres a la RRD, y tampoco promueve su liderazgo y su papel como agentes de cambio en la creaci¨®n de resiliencia comunitaria frente a los desastres. Adem¨¢s, en los debates sobre desastres al m¨¢s alto nivel, los que hablan ¡ªy toman las decisiones¡ª suelen ser hombres.7?Esta circunstancia se ha atribuido a las condiciones socioecon¨®micas, las creencias culturales y las pr¨¢cticas tradicionales existentes, y deja de lado la contribuci¨®n potencial de las mujeres a la RRD.
En el caso de los riesgos naturales, el factor humano tiene un papel significativo en los enfoques centrados en las personas dirigidos a la reducci¨®n del riesgo.? Las necesidades de las mujeres no se atienden adecuadamente y sus aportaciones y soluciones en materia de g¨¦nero siguen sin aprovecharse porque sus voces suelen estar ausentes en los procesos de dise?o y adopci¨®n de decisiones para los sistemas de alerta temprana. Se necesita un enfoque integrado de alerta temprana, un enfoque que incluya a los agentes que generalmente no est¨¢n reconocidos como parte del sistema, como es el caso de las mujeres y aquellas personas que desempe?an funciones pol¨ªticas y administrativas, adem¨¢s de los l¨ªderes comunitarios. El empoderamiento de las mujeres es un elemento imprescindible de unos sistemas de alerta temprana m¨¢s inclusivos.
Contexto normativo
El , la??y el??incluyen el objetivo com¨²n de lograr la igualdad y la paridad entre los g¨¦neros en 2030, a la vez que se crean enfoques coherentes entre el desarrollo sostenible, la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico y la reducci¨®n del riesgo de desastres. En concreto, el Marco de Send¨¢i para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres subraya que "La participaci¨®n de las mujeres es fundamental para gestionar eficazmente el riesgo de desastres, as¨ª como para dise?ar, dotar de recursos y poner en pr¨¢ctica pol¨ªticas, planes y programas de reducci¨®n del riesgo de desastres con perspectiva de g¨¦nero; es necesario que se adopten medidas de creaci¨®n de capacidad con el fin de empoderar a las mujeres para la preparaci¨®n ante los desastres y de desarrollar su capacidad para asegurar medidos alternativos de vida en situaciones posteriores a los desastres".
El Marco de Send¨¢i para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres propone adem¨¢s empoderar a las mujeres mediante recursos, incentivos y responsabilidades para la adopci¨®n de decisiones. Por ejemplo, en su prioridad 4, el Marco enfatiza el empoderamiento de las mujeres en la preparaci¨®n para casos de desastre y el amento de sus capacidades para lograr una mayor resiliencia. Asimismo, en el apartado 36 a) i) se indica la necesidad de empoderar a las mujeres como principales interesadas en la RRD. Subraya su papel en el dise?o, la dotaci¨®n de recursos y la aplicaci¨®n de estrategias de RRD con perspectiva de g¨¦nero para una correcta gesti¨®n del riesgo.
Recientemente, se ha producido un importante giro en la integraci¨®n de las perspectivas de g¨¦nero en la RRD, pasando de un enfoque centrado en las mujeres a una reducci¨®n proactiva y a largo plazo del riesgo de desastres y la vulnerabilidad ante dicho riesgo, donde el g¨¦nero y la RRD se consideran necesarios para lograr un desarrollo sostenible.?La Convenci¨®n sobre la Eliminaci¨®n de Todas las Formas de Discriminaci¨®n contra la Mujer, aprobada en 1979 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, ofrece Recomendaciones Generales sobre las? para promover y proteger los derechos humanos de las mujeres en todas las etapas de los desastres, incluyendo la prevenci¨®n, la preparaci¨®n, la respuesta, la recuperaci¨®n y la adaptaci¨®n. Adem¨¢s, en el a?o 2015, la publicaci¨®n del Marco de Send¨¢i para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres 2015-2030 marc¨® otro hito al confirmarse una vez m¨¢s la necesidad de la igualdad de g¨¦nero y el empoderamiento de las mujeres para cumplir tanto los objetivos de dicho Marco y como los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030. Entre las acciones recomendadas figuran el desarrollo de pol¨ªticas y planes nacionales de gesti¨®n del riesgo con perspectiva de g¨¦nero, la asignaci¨®n de presupuestos espec¨ªficos, la creaci¨®n de planes que proporcionen una creaci¨®n de capacidad adecuada y reconozcan las capacidades y los roles existentes de las mujeres, la recopilaci¨®n de datos desglosados por sexo, la garant¨ªa del acceso de las mujeres a la protecci¨®n y la seguridad sociales, as¨ª como la promoci¨®n y activaci¨®n del liderazgo de las mujeres y la igualdad de g¨¦nero.
Aunque se han logrado avances en la aplicaci¨®n del Marco de Send¨¢i para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres desde 2015, est¨¢ ampliamente aceptado que sigue habiendo graves deficiencias y dificultades a la hora de cumplir los compromisos de la comunidad internacional en materia de igualdad de g¨¦nero y derechos de las mujeres en las medidas de RRD. En la gesti¨®n del riesgo de desastres todav¨ªa se sigue olvidando el compromiso y el liderazgo de las mujeres como agentes de cambio en sus sociedades. Las mujeres tienen el derecho a la igualdad en todos los ¨¢mbitos. El principio de igualdad debe estar integrado en todos los procesos institucionales y sistemas jur¨ªdicos, y ratificado en la legislaci¨®n y las pr¨¢cticas jur¨ªdicas. La legislaci¨®n y las pol¨ªticas tienen una funci¨®n importante a la hora de abordar la desigualdad de g¨¦nero y evitar la discriminaci¨®n por raz¨®n de g¨¦nero en los desastres. Se debe hacer todo lo posible para cortar de ra¨ªz la discriminaci¨®n de g¨¦nero all¨ª donde se manifieste, y para permitir la igualdad de oportunidades para todas las mujeres y las ni?as, especialmente en t¨¦rminos de acceso a la informaci¨®n, oportunidades laborales y mecanismos de financiaci¨®n, as¨ª como en lo que se refiere a su influencia en la adopci¨®n de decisiones.8
?Qu¨¦ se puede hacer para dar mayor voz a las mujeres en los sistemas de alerta temprana?
Empoderamiento de las mujeres.?Las mujeres de todo el mundo se enfrentan a fuertes obst¨¢culos que limitan sus oportunidades para lograr puestos de liderazgo en organizaciones c¨ªvicas, partidos pol¨ªticos e instituciones p¨²blicas. Es necesario que las mujeres dispongan de oportunidades y est¨¦n empoderadas para asumir puestos de liderazgo en RRD, ocupando puestos en las ¨¢reas de preparaci¨®n, respuesta y recuperaci¨®n. De esta forma, las mujeres podr¨¢n influir en la direcci¨®n del desarrollo y facilitar la aparici¨®n de roles y relaciones de g¨¦nero m¨¢s progresistas.
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±õ²Ô²õ³Ù¾±³Ù³Ü³¦¾±´Ç²Ô²¹±ô¾±³ú²¹³¦¾±¨®²Ô.?Establecer como prioridad la igualdad de g¨¦nero en todas las facetas de la gobernanza de la RRD, especialmente, en la planificaci¨®n nacional y local, es una herramienta clave para lograr resultados sostenibles en RRD para las mujeres y los hombres. Los marcos jur¨ªdicos, las pol¨ªticas y las disposiciones organizativas nacionales para la RRD deber¨ªan revisarse para que incluyan disposiciones espec¨ªficas relativas a acciones focalizadas, pr¨¢cticas y medibles, para lograr la igualdad de g¨¦nero y la participaci¨®n y el liderazgo de las mujeres en las estrategias institucionales. La gobernanza sensible al g¨¦nero deber¨ªa definirse claramente en el sistema legislativo, de manera que se promuevan pol¨ªticas, estrategias e instituciones que aboguen por la igualdad de g¨¦nero, y se introduzcan normas y reglamentos, m¨¢s concretamente, relativos a los roles y las responsabilidades de las mujeres. Esto puede lograrse mediante reformas constitucionales y otros documentos legislativos, por ejemplo.
Imagen:?Limitarse a poner en marcha una campa?a de imagen positiva, sin mostrar la verdadera situaci¨®n, puede atraer a m¨¢s mujeres, pero es improbable que consiga conservar su inter¨¦s. Otras estrategias para crear la "imagen correcta" podr¨ªan consistir en invitar a mujeres dedicadas a la RRD que son modelos a seguir para que acudan a los colegios y compartan sus experiencias con las alumnas, o en organizar talleres dirigidos a mujeres sobre c¨®mo trabajar con ¨¦xito en un sector dominado por los hombres. La participaci¨®n de las mujeres en los sistemas de alerta temprana y otras actividades de preparaci¨®n puede reducir la necesidad de que ellas y las dem¨¢s deban ser "rescatadas". Proyectar la ¡°imagen correcta¡± puede crear este tipo de escenarios.
·¡»å³Ü³¦²¹³¦¾±¨®²Ô.?El Marco de Send¨¢i para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres subraya la importancia de involucrar a m¨²ltiples partes interesadas en la RRD. Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre si las personas que deben tomar decisiones mejor fundadas sobre la RRD disponen de las competencias profesionales para ello, teniendo en cuenta que dichas personas deben pertenecer a grupos cada vez m¨¢s diversos. Las mujeres no solo necesitan una educaci¨®n b¨¢sica e ingresos para influir en la adopci¨®n de decisiones de alto nivel. Tambi¨¦n deben ser cre¨ªbles para sus hom¨®logas (y, en el caso de cargos electos, para el electorado), lo que a menudo significa disponer de educaci¨®n superior y conocimientos t¨¦cnicos, independencia econ¨®mica y, en algunos pa¨ªses, patrimonio o acceso a redes de influencia.
±Ê²¹°ù³Ù¾±³¦¾±±è²¹³¦¾±¨®²Ô.?Las mujeres deben situarse como partes interesadas activas y participar en la adopci¨®n de decisiones en la RRD, en vez de limitarse a ser un recurso humano y econ¨®mico para dichas iniciativas. Se puede favorecer el liderazgo por parte de las mujeres cuando se las incluye e informa de manera sistem¨¢tica, y cuando se promueve su participaci¨®n. Esto significa eliminar las barreras para que las mujeres puedan manifestar sus necesidades y prioridades, y para que accedan a informaci¨®n y la utilicen, creando oportunidades de desarrollo de la capacidad, impartiendo formaci¨®n y dando prioridad a la educaci¨®n formal e informal en materia de reducci¨®n del riesgo de desastres. Todo ello puede fomentarse apostando por el acceso equitativo de las mujeres a la informaci¨®n, incluida la alerta temprana, formaci¨®n, educaci¨®n y desarrollo de capacidad, para fortalecer su autosuficiencia y garantizar la puesta en marcha de sistemas de informaci¨®n y comunicaci¨®n p¨²blicos con perspectiva de g¨¦nero.
Redes.?Las mujeres se apoyan entre s¨ª y movilizan el capital social colectivo mediante la formaci¨®n de redes para resolver muchos de los problemas a los que se enfrentan. Aqu¨ª podr¨ªan incluirse redes profesionales o de afinidad que crean plataformas para que las mujeres realicen actividades comerciales y tengan acceso a cr¨¦dito, medios de comercializaci¨®n, servicios de guarder¨ªa, etc.9?Las redes de mujeres son fiables y est¨¢n mejor formuladas cuando las mujeres est¨¢n empoderadas y pueden lograr un cambio en la gesti¨®n del riesgo local dentro de sus comunidades.
Igualdad de g¨¦nero en las estrategias nacionales de RRD.?El mecanismo de coordinaci¨®n nacional y local de la RRD debe contar con una pol¨ªtica de igualdad de g¨¦nero que promueva una participaci¨®n plena y equitativa de las mujeres en la planificaci¨®n de la RRD, incluida la alerta temprana, as¨ª como oportunidades de liderazgo que se definen por el n¨²mero de representantes con experiencia en cuestiones de g¨¦nero que integran las plataformas/los mecanismos de coordinaci¨®n nacionales y locales.
M¨¢s investigaci¨®n sobre empoderamiento de las mujeres.??La investigaci¨®n centrada en las mujeres y su participaci¨®n en la RRD es un factor necesario para potenciar su papel y liderazgo en la adopci¨®n de decisiones. Se necesita m¨¢s investigaci¨®n para identificar tanto los obst¨¢culos como las ventajas que aportan las mujeres en la adopci¨®n de decisiones, lo que puede beneficiar a los encargados de formular pol¨ªticas y a los especialistas, ya que les permitir¨¢ tomar medidas encaminadas a garantizar el empoderamiento de las mujeres.
Notas
1Kottegoda, S. (2011).?Mainstreaming gender in disaster management policy: key issues and challenges in the Asia-Pacific region. Disponible en:?.
2Vineeta Thapa y Pairote Pathranarakul, ¡°Gender inclusiveness in disaster risk governance for sustainable recovery of 2015 Gorkha Earthquake, Nepal¡±,?International Journal of Disaster Risk Reduction, vol. 34, (marzo de 2019), p.p. 209¨C219. Disponible en:?.
3Mir Rabiul Islam y otros, ¡°The Changing Role of Women in Resilience, Recovery and Economic Development at the Intersection of Recurrent Disaster: A Case Study from Sirajgang, Bangladesh,?Journal of Asian and African Studies, vol. 52, No. 1 (2017), p.p. 50¨C67.
4Sarah Bradshaw y Maureen Fordham, ¡°Women, Girls and Disasters: A Review for DFID¡± (2013). Disponible en:?.
5Kinkini Hemachandra, Dilanthi Amaratunga and Richard Haigh, ¡°Role of women in disaster risk governance¡±,?Procedia Engineering, Vol. 212 (2018), p.p. 1187¨C1194, indexado en SCOPUS. Disponible en:?,.
6Niraj Thurairajah, Dilanthi G. Amaratunga and Richard Haigh, ¡°Empowering Women in Communities: A Comparison Between Developed and Developing Countries, Conference on Development and Wellbeing in Sri Lanka, 2¨C3 April 2009", Colombo: University of Colombo.
7Dilanthi Amaratunga, ¡°Women¡¯s Leadership in Disaster Risk Reduction: Why Mobilising Women¡¯s Leadership Is Critical to Effective Disaster Risk Reduction¡±, unpublished report (2021).
8Christel Rose (UNISDR), Rahel Steinbach (UN-Women) y Amjad Saleem (IFRC), ¡°Reducing disaster risk through gender parity and women¡¯s leadership¡±,?World Trade Organization Bulleti?vol. 66(2) (2017).
Disponible en:?.
9M.J. Williams, ¡°Women in the Fisheries: Pointers for Development¡±. Disponible en:?.
International Development Law Organization, ¡°Accessing to justice: models, strategies and best practices on women¡¯s empowerment¡± (2013). Disponible en:?.
Sarah Gammage, Nancy Diamond y Melinda Packman, ¡°Enhancing Women¡¯s Access to Markets: An Overview of Donor Programs and Best Practices¡±, United States Agency for International Development (2005). Disponible en:?.
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?